En contra de la noción de Patagonia
"Un marco territorial como el de Patagonia se debate entre su negación y confirmación".
A partir del siglo XVI la "economía mundo" capitalista europea, los estados nacionales y el sistema interestatal, la división internacional del trabajo y el liberalismo como geopolítica cultural, se expanden conformando el sistema mundial.
Con ello, un marco territorial como el de la "Patagonia" se debate entre su negación y confirmación.
A partir del "descubrimiento", América del sur se integra en calidad de territorio colonial, como periferia bajo el control de España, una semiperiferia fuerte. El imperio organizó el "nuevo" territorio en unidades administrativas denominadas virreinatos y capitanías. Subsecuentemente, la organización indígena sufrió un colapso. Poniendo a resguardo notables diferencias, la noción de Patagonia suplantó el "Wallmapu" original; pero al mismo tiempo resultó exclusivamente referencial, ya que no tuvo lugar dentro del nuevo paradigma colonial.
En relación a la definición misma de Patagonia no existen acuerdos claros ni documentados. Hay argumentos que reconocen el origen occidental del vocablo a partir del siglo XV. El cronista de Magallanes, Antonio Pigaffeta, supuestamente quien realizó el primer registro, consignó los indios tehuelches como los gigantes.
De acuerdo a Oreste Plath, el vocablo patagones, se originó por corrupción de "pentagones" que significa cinco codos o sea, siete y medio pies de altura o por el tamaño de sus pies, que alcanzaban dos veces el de un robusto hombre normal. Pero también hay quienes como Thomas Bridges, misionero inglés y explorador de Tierra del Fuego, que postulan que la palabra misma es autóctona de los habitantes de la región.
Con el proceso de descolonización de comienzos del siglo XIX, emergen los estados nacionales latinoamericanos. Y Patagonia nuevamente no se ajusta ni a los límites del Estado argentino ni chileno. Patagonia tampoco tendrá lugar en el posterior proceso de los mismos estados nación, dada la disputa fronteriza que ya todos conocen.
En pleno siglo XX, sin embargo, hemos visto resurgir la palabra, en un contexto principalmente vinculado al turismo. Lo más importante, en todo caso, es que el vocablo genera identidad.
Marcelo Javier Neira Navarro
Programa de Estudios Sociales Universidad de Los Lagos