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Pescador salió al mar en busca de colegas tras alerta de tsunami

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Sergio Silva Vásquez

"Tengo familia y pensé en las de aquellos 19 trabajadores de mar que estaban recolectando luga y que desconocían todo lo que estaba pasando tras el terremoto en el norte del país. Fue una iniciativa propia que me deja muy satisfecho, porque los encontré y les dije que había una alerta de tsunami para la costa de Osorno".

El testimonio corresponde a Jaime Moreira, hombre de mar nacido y criado en la localidad de Bahía Mansa, el que la noche del martes sin quererlo se convirtió en el "héroe" para sus colegas de oficio.

Cerca de las 22 horas abordó su embarcación y navegó rumbo al sector de Punta Gruesa y Caleta Milagros, con la misión de ubicar a cinco embarcaciones -con 19 tripulantes en total-, quienes habían zarpado hasta dicha zona con la finalidad de extraer luga, alga marina que se utiliza para la elaboración de productos de belleza.

Moreira se encontraba en Bahía Mansa resguardando los botes, a raíz de la alerta de tsunami decretada en toda la costa del país, que causaría variaciones marítimas por el terremoto de 8,2 grados en la escala de Richter ocurrido en el norte. Por ello, no lo pensó dos veces y zarpó solo a la mar.

"Un tramo que muchas veces se demora una hora, lo hice en la mitad del tiempo. Encontré la primera embarcación con tres ocupantes, a quienes les informé que debían salir del sector por la alerta. Luego tomé contacto con las otras cuatro, y así conseguí alertarlos y ponerlos a salvo ante la llegada de una ola", expresó Moreira.

Las embarcaciones con sus tripulaciones arribaron al muelle de Bahía Mansa pasadas las 2 de la madrugada del miércoles, donde personal de salud chequeó el estado de los ocupantes de los botes y carabineros emitió un informe sobre su retorno para el Comité Comunal de Emergencia.

En el litoral de San Juan de la Costa operan 58 embarcaciones, distribuidas en Bahía Mansa, Caleta Manzano, Pucatrihue y Río Sur (Maicolpué).

Ayer la jornada fue de absoluta calma y tranquilidad entre los hombres de mar, quienes se organizaban para ver la forma de ayudar a sus pares del norte del país.

Tras conocerse la tragedia ocurrida en las zonas de Arica hasta Iquique, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) decretó la evacuación preventiva para todo el borde costero del territorio nacional, medida que comenzó a ser aplicada pasadas las 21 horas del martes.

En la comuna de Purranque, un equipo formado por el municipio, Carabineros y Bomberos se dirigió a las 21.30 horas a las localidades de San Pedro y Manquemapu, con el fin de apoyar la evacuación preventiva decretada por Onemi.

"Gracias a esto se pudo tener certeza de que fueron evacuadas a las zonas de seguridad 20 personas desde caleta San Pedro y 30 en Manquemapu. A su vez, se informó de absoluta normalidad en la localidad de San Carlos. También se comenzó a gestionar el mejoramiento de las comunicaciones con el sector costero", declaró el alcalde (s) Héctor Barría, ya que en dichos lugares sólo se pueden entregar mensajes a través de señal radial, coordinado por el Comité de Emergencia del municipio.

En el caso de Río Negro, el trabajo preventivo funcionó rapidamente en el borde costero. Según el informe evacuado por el encargado de Emergencia, Pedro Aguilar, las pocas familias que se encontraban en los sectores acudieron con prontitud a la zona segura, tomando contacto con esas comunidades vía el servicio voluntario de uno de los residentes de la caleta, Eduardo Vargas.

Éste dio a conocer que los vecinos que estaban en el sector a la hora del movimiento telúrico en el norte contaban con antena de televisión y, por lo tanto, fueron alertados de la emergencia tras lo cual subieron a la zona de seguridad.

La única situación que le pareció anómala a la autoridad municipal, fue que los teléfonos satelitales existentes en las caletas permanecían apagados a la hora del terremoto, por lo que instruyó de inmediato a los funcionarios a cargo de la coordinación, sugerir a los lugareños corregir la falencia que puede resultar crucial a la hora de una emergencia, en dos de los lugares más apartados del sur de Chile: las caletas Huellelhue y Cóndor.

La alerta de tsunami decretada por Onemi tras el terremoto en el extremo norte reveló nuevamente las falencias en las comunicaciones que presenta el litoral de la comuna de San Juan de la Costa. Tanto la topografía como el colapso que se generó en la telefonía celular tras el sismo, mantuvieron incomunicados entre ellos a los vecinos de los sectores de Maicolpué, Bahía Mansa y Pucatrihue durante los primeros minutos de la emergencia.

Así lo reconoció el alcalde Bernardo Candia, quien presidió el Consejo Comunal de Emergencia que primero sesionó en el consultorio de Bahía Mansa y luego en el cuartel de Bomberos.

Sin embargo, los dichos de la autoridad comunal fueron rechazados por el gobernador Gustavo Salvo, quien dijo que se mantuvo contacto radial y telefónicamente con las caletas del borde costero.

La tragedia vivida en el norte del país obligó a la evacuación de más de 150 personas que viven bajo los niveles de la cota de seguridad, quienes llegaron a las zonas altas.

Es el caso de los pobladores que estaban en la playa de Maicolpué, quienes en esta ocasión -y contrario al escenario vivido durante el simulacro del 15 de octubre del 2013-, las familias llegaron para resguardar su seguridad.

Edith Silva fue una de las personas que estaba en la playa y que fue evacuada del lugar. La mujer comentó que a la hora del desatarse recibió un mensaje de alerta al teléfono celular que anunciaba la alerta de tsunami.

"Cada vez que ocurre un temblor se activa el celular. Es como nuestro medio de información y dio resultado, ya que al activarse, sólo minutos después las autoridades de la costa comenzaban con la evacuación de las playas", dijo Silva.

La alarma a los celulares forma parte de un Sistema de Alerta de Emergencia (SAE) que permite enviar información en caso de riesgo de tsunami, sismos de mayor intensidad, erupciones volcánicas e incendios forestales con amenaza a viviendas.

Angélica Barría llegó desde Osorno hasta la playa de Contaco, en Pucatrihue, con el propósito de trasladar a sus familiares a la capital provincial, pues se encuentran convalecientes.

"Quería llevar a mi tío y abuela hasta Osorno, pero ellos no quisieron dejar el sector. Hicimos una fogata para pasar la noche a la espera que se levante la alerta de tsunami", manifestó la osornina.

Cerca de las 2 de la madrugada arribaron hasta el muelle de Bahía Mansa los pescadores que se encontraban en el mar.

Una de las primeras en arribar fue Marisol Paredes, quien lleva cuatro años recolectando luga. Comentó que estaban en un campamento a orilla del mar cuando fueron avisados de la alerta de tsunami.

"Tras ser informados de la alerta, nos equipamos, abordamos el bote y decidimos regresar al muelle. Estamos en el sector de Punta Gruesa cuando nos contactaron", expresó Paredes.

Junto a ella llegó el patrón de la embarcación, Víctor Soto Aguilera, quien dijo que la navegación fue tranquila sin que se experimentaran mayores problemas.

"No hubo marejadas fuertes. Salí unas millas mar adentro y de ahí regresé al muelle. Hay que agradecer al joven que nos fue a buscar, porque quién sabe si hubiera ocurrido lo que anunciaban, nos iba a pillar desprevenido", manifestó Víctor.

Pasadas las 5 de la madrugada desde el Comité Provincial de Emergencia se dio el aviso de levantar la alerta preventiva, volviendo todo el borde costero a su normalidad.

"No hubo marejadas fuertes, salí unas millas mar adentro y de ahí regresé al muelle. Hay que agradecer al joven que nos fue a buscar"

Víctor Soto

Pescador de Bahía Mansa

"Cada vez que ocurre un temblor se activa el celular. Es como nuestro medio de información y dio resultado".

Edith Silva

Vecina de Bahía Mansa

"Quería llevar a mi tío y mi abuela a Osorno, pero ellos no quisieron dejar el sector. Hicimos una fogata para pasar la noche".

Osornina Angélica Barría

Fue a buscar sus familiares

"Tras ser informados de la alerta, nos equipamos y abordamos el bote y decidimos regresar al muelle".

Marisol Paredes

Vecina de Bahía Mansa