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Club ZG organiza su primer concurso y abre la temporada otoño-invierno

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Se conocieron a mediados de la década de los '90, casi por casualidad, en un concurso ecuestre en Viña del Mar. Él, osornino y continuador de una tradición familiar ligada a los caballos; ella, oriunda de la Región de Valparaíso, sin tener mayor cercanía con la disciplina.

Mantuvieron el contacto por años, vía telefónica, aunque no de manera constante. Pero ya en el 2002 comenzaron una relación que tuvo su punto culmine cuando se casaron ese mismo año.

Sólo un año más tarde nace el Criadero Haras ZG. Allí, Christian Ziller y Carolina García, quien comenzó a interiorizarse en un deporte que le cambiaría la vida, iniciaron un nuevo proyecto juntos, no sólo de convivencia y a nivel familiar, sino también como una manera de ganarse la vida.

Nueve años más tarde de la creación del criadero nace el club deportivo, que ya se integró a la Asociación Ecuestre del Sur (la cual une a entidades desde Valdivia a Puerto Montt) y que está en trámite para sacar su personalidad jurídica y poder así sumarse a la Federación de Chile. "Somos un club pequeño, pero que queremos tener voz en la federación a nivel nacional. Pienso que todo suma para hacer crecer este deporte", indica García.

Y este fin de semana, la entidad vivirá uno de sus grandes hitos: organizará su primer concurso ecuestre, abriendo así la temporada otoño-invierno 2014 en la provincia y sumando así un evento en un calendario donde las actividades son mayoritariamente de los clubes más grandes, como el Osorno Paperchase Club y el Haras Siracusa.

La fiesta será precisamente en las dependencias del Club de Campo y promete reunir a cerca de 50 binomios provenientes de Puerto Varas, Panguipulli, Valdivia y Osorno. "Al ser nuestro primer concurso, queremos hacerlo de la mejor manera. Es mucha pega, una gran responsabilidad, pero realmente ha sido una gran experiencia", cuenta Ziller, reconociendo que comenzaron a planificar todo hace un mes, aunque los últimos días "han sido de locos".

Definitivamente, Christian Ziller le traspasó a su esposa la pasión por los caballos. "Veía que tenía muchas revistas, libros; luego buscaba información por internet o miraba videos de concursos. Así que le pedí que me enseñara sobre la disciplina y comencé a leer. Y la verdad es que me empezó a gustar. Ahora soy más fanática que él y yo le insisto que salgamos a saltar incluso cuando Christian no tiene muchas ganas", cuenta riendo Carolina García.

En el criadero, que partió con productos nacionales, comenzaron lentamente a importar genética de la mejor calidad a nivel mundial. "Tenemos 5 yeguas madre de calidad Premium y sangre europea; unos 15 potrillos y varios en crianza. En total debemos tener unos 30 caballos y varios productos son nuestro orgullo, porque tenemos de las mejores sangre importadas en el país", comenta Ziller, de profesión veterinario.

Reconoce que no es un negocio fácil, especialmente porque el mercado es pequeño, en comparación con otros países done la cantidad de equitadores es mucho mayor. "Por eso la idea es, en un futuro cercano, comenzar a vender afuera. A eso apuntamos y por eso hacemos un trabajo bien profesional". De hecho cuenta que tiene contactos con criadores y jinetes de elite, de donde también saca ideas para mejorar el trabajo en el haras ubicado en Pilauco.

Claro que también piensa en su propia familia. ¿Cómo así? El mayor de sus hijos, Alex, tiene sólo 10 años, pero es un amante de la equitación desde que saltara por primera vez en un concurso a los 9 y varios entrenadores ven en él un futuro brillante. "Tiene mucha pasión por los caballos y los mismos productos que estamos criando. En un futuro quizás no tan lejano, le podrían servir a él para competir y no tener que viajar a Europa a comprar un caballo que costaría demasiado dinero", cuentan los orgullosos padres. Su segundo hijo, Lucas (5), también disfruta montando.

Saben que la equitación, especialmente a un alto nivel, es un deporte caro y por lo mismo apuestan a un mayor desarrollo y apoyo a una disciplina que le entregó un oro al país en los recientes Juegos Odesur de Santiago, donde otro osornino, Ricardo Lüttecke, fue figura preponderante.

"Esperamos que salga lo mejor posible. Cuando uno va a concursar analizas detalles, criticas cosas. Todas esas experiencias y opiniones queremos usarlas en nuestro concurso, para que los participantes queden contentos", comenta García, a días del inicio del certamen, que partirá a las 9.30 horas del sábado con la prueba de Crucetas para alumnos de escuela, a una altura de 0,50 metros. Serán 8 pruebas por jornada, con el punto culmine que estará en la serie a una altura máxima de 1,45 metros en el doble recorrido.

"Dos cosas que son esenciales para un buen concurso son el armado de la pista y el bienestar de los caballos. Y nos hemos preocupado harto de eso. Como diseñadora va a estar Verena Werner; y estarán las instalaciones del OPC para los caballos. Sólo por el clima, ya que va a estar lloviendo el fin de semana, vamos finalmente a ocupar la pista de arena en vez de la de pasto. Pero no va a variar la intensidad ni la calidad del concurso", agregó Ziller.

Tanto Christian, como coordinador del concurso; como Carolina, presidenta del mismo, también van a saltar, por lo que la "camiseta" del ZG estará representada por sus dueños, además del pequeño Alex y una competidora de Iquique, a quien le trabajan los caballos. "Tenemos un equipo pequeño, pero de harta calidad", comentan sonriendo. "Y ojalá que harta gente vaya. En Osorno hay mucha tradición ecuestre y es importante seguir apoyándola".