Justicia decide reabrir el caso de Rodrigo Anfruns
La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, conformada por los magistrados Carlos Cerda Fernández, Gloria Solís Romero y Teresa Carolina Figueroa Chandía, decidió ayer reabrir el caso por la muerte de Rodrigo Anfruns Papi. Esto con el fin de esclarecer la causa de muerte del niño que fue asesinado en 1979, cuando tenía seis años de edad. La Corte justificó su decisión porque "consideran pertinentes las peticiones efectuadas por el querellante".
La solicitud fue hecha por al abogado querellante, Roberto Celedón, pues no quedaron conformes con los resultados de los últimos peritajes que habían sido ordenados por el juez a cargo de la causa, el ministro Manuel Valderrama. Esta decisión revoca la resolución del 19 de diciembre de 2013, cuando se había rechazado acceder a los requerimientos de la parte querellante.
El cuerpo de Rodrigo Anfruns había sido exhumado desde la bóveda familiar ubicada en el Cementerio General a petición del Consejo de Defensa del Estado, el 4 de noviembre de 2011, luego de que un informe de la Universidad de Chile concluyera que el niño había sido víctima de torturas. Durante los peritajes realizados en ese momento, se estableció que Rodrigo Anfruns había agonizado por cinco de los once días que permaneció desaparecido desde su secuestro. Con esa nueva tesis, basada en las conclusiones de la toxicóloga Laura Börgel, se descartó que el niño hubiera sufrido torturas, lo que fue avalado por el ministro Valderrama.
Rodrigo Anfruns desapareció el 3 de junio de 1979 y fue encontrado muerto 11 días después en un sitio eriazo ubicado a pocos metros del lugar de donde había desaparecido. El entonces adolescente de 16 años Patricio Pincheira Villalobos confesó la autoría del asesinato y dijo que había terminado con la vida del menor asfixiándolo. El caso fue reabierto en 2004 a raíz de un testimonio en el que aseguraron haber visto que arrojaban el cuerpo del niño en el sitio desde un auto.