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Malasia pide más ayuda para buscar el avión desaparecido

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Las autoridades malasias solicitaron ayer más ayuda internacional para continuar con la búsqueda en el Océano Índico del avión desaparecido el 8 de marzo y confirmar si los restos hallados por un satélite pertenecen a la aeronave.

Barcos y aviones de China, Japón y el Reino Unido se sumarían ayer a los efectivos de Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos que rastrean el Océano Índico en busca de los posibles restos del avión de Malaysia Airlines en el que viajaban 239 personas.

"Malasia continúa con su trabajo diplomático, técnico y retos logísticos que involucran la búsqueda del (vuelo) MH370", dijo Hishammuddin Hussein, ministro malasio de Defensa y titular interino de Transporte, en un comunicado. Un grupo de familiares de los pasajeros chinos desaparecidos a bordo del Boeing 777 de Malaysia Airlines manifestaron ayer su indignación a las autoridades malasias en un tenso primer encuentro en Beijing. Los familiares acusan a los servicios de búsqueda de Malasia de "perder el tiempo".

Los funcionarios y militares enviados desde Kuala Lumpur fueron abucheados cuando tomaron la palabra.

El Gobierno de Australia dijo que los dos objetos captados por un satélite -y que se presume pertenecerían a la aeronave- podrían haberse hundido.

"Es casi el punto más inaccesible que puedan imaginarse sobre la faz de la Tierra, pero si hay alguna cosa allí, la encontraremos", declaró el primer ministro australiano, Tony Abbott, de visita en Papúa Nueva Guinea.

Los investigadores sospechan que el vuelo MH370 fue desviado en forma deliberada en miles de kilómetros desde su trayectoria programada.

Las pesquisas se concentran en la posibilidad de un secuestro o un sabotaje, pero no se han descartado problemas técnicos.

El comandante de operaciones aéreas de la Fuerza Aérea Real malasia, Ackbal bin Haji Abdul Samad, dijo que es "improbable" que el avión haya sido abatido por cazas militares. Radares militares fueron los que capturaron señales de la nave y lo consideraron "amigo".

Rusia zanja anexión de Crimea sin oir la presión extranjera

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Mauricio Mondaca

El Presidente ruso, Vladímir Putin, dio por zanjada ayer la incorporación de Crimea a Rusia, haciendo caso omiso a la condena internacional y a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea.

El Mandatario encabezó una ceremonia junto a la cúpula política rusa en el Kremlin para promulgar la unión de Crimea y el puerto de Sebastopol con Rusia, país del que ya formaron parte hasta 1954.

"Quiero felicitar a todos los ciudadanos del país con este, sin exagerar, memorable acontecimiento", dijo Putin tras firmar el decreto presidencial en un acto retransmitido en directo por la televisión rusa.

El Jefe de Estado concluyó así el trámite legal para sumar un nuevo territorio al país, iniciado el lunes con la solicitud de Crimea de adherirse a la Federación Rusa después de celebrar el domingo un referéndum sobre el asunto.

En menos de cinco días, la administración rusa reconoció la independencia de esta península de Ucrania, firmó un tratado de adhesión con las autoridades crimeas y ratificó este documento en las dos cámaras del Parlamento ruso.

Las sanciones de Occidente a Rusia no han frenado al Presidente ruso ni a su entorno en su determinación de recuperar un territorio habitado mayoritariamente por rusos étnicos.

Según la agencia EFE, Putin se tomó ayer "con ironía" la prohibición de viajar a EE.UU. y la congelación de activos en ese país aplicada por Washington a cuatro empresarios rusos muy próximos a él.

"Tienen apellidos un poco raros (estos empresarios): Kovalchuk, Rotenberg, Timchenko. Debería mantenerme alejado de ellos, me comprometen", comentó con sorna en alusión al origen ucraniano y judío de los empresarios sancionados por Washington.

En un tono más serio, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, lamentó las medidas de represalia adoptadas en Occidente y advirtió que Rusia no tardará en responder a estas de forma recíproca.

Ucrania y la ONU hicieron ayer un último y desesperado intento de evitar la anexión rusa de Crimea al apelar al diálogo entre ambos bandos.

"Ucrania nunca se resignará a aceptar la ocupación de su territorio y hará todo lo posible para su liberación", aseguró el Presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchinov, en conferencia de prensa junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Turchinov subrayó que Kiev está dispuesto a solucionar el conflicto en Crimea sólo a través de medios pacíficos y con la mediación de la ONU, por lo que propuso la creación de una zona desmilitarizada.

La crisis entre Kiev y Moscú forzó ayer a la Unión Europea a replantearse la urgencia de una política energética europea que reduzca su dependencia de Rusia. Los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE decidieron pedir a la Comisión Europea (CE) que elabore para junio un plan para reducir la dependencia energética del bloque comunitario de las importaciones rusas de energía, principalmente de gas. "Las discusiones sobre Ucrania también reflejaron la importancia de tener una auténtica y sólida política de la energía europea", afirmó el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.

La incorporación de Crimea a Rusia le habría costado a Ucrania "cientos de miles de millones de dólares", declaró ayer en Kiev el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk. Citado por la agencia Interfax, la autoridad acusó a Rusia de haber "nacionalizado decenas de instalaciones pertenecientes al Estado ucraniano. No se trata de miles de millones, sino de cientos de miles de millones de dólares".