Hardy Paredes y su foto con Mike Tyson: "él me la pidió para su agencia"
"Fue de puro patudo no más. Es que me arriesgué hermano, si no, las cosas no salen".
Con naturalidad, el boxeador osornino Hardy "Huracán" Paredes recuerda las decenas de correos electrónicos que envió entre 2011 y 2012, cuando teniendo el aval de haber ganado el título Latino de la WBO comenzó a buscar la internacionalización de su carrera.
Hasta que el promotor Rafael De León respondió el llamado y apostó por el osornino, quien desde el 2012 ha estado viajando a pelear en diferentes ciudades de Estados Unidos, codeándose con lo más granado del pugilismo mundial e intercambiando opiniones con campeones planetarios con millonarios contratos y todo el glamour de Las Vegas o Los Angeles.
Aunque la marca no ha sido lo fructífera que quisiera, con tres peleas perdidas y una ganada, la experiencia y opciones de crecimiento han sido amplias para el púgil de 30 años, que tras caer ante Robert Easter en diciembre regresó a Osorno, donde alista una pelea en el Gimnasio Español para fines de abril.
Posteriormente, tras buscar la realización de un combate internacional en la ciudad, continuará su carrera el segundo semestre en Estados Unidos. "Tengo contrato hasta el 2016 con mi promotora, la cual me exige 2 ó 3 peleas por año".
En su periplo por el país del norte, "Huracán" lo ha visto todo. Junto a los demás boxeadores del "rancho" de De León siguió desde la tercera fila la pelea donde Marcos "Chino" Maidana le arrebató el título mundial Welter a Adrien Broner.
"Ahí estuvimos analizando la pelea con Danny García (campeón superligero del WBC y la WBA), es bien simpático. También conozco al cubano Joel Sotomayor, yo estuve concentrado entrenando con él. Fue algo espectacular", reconoce.
Con Miguel Cotto incluso tiene una relación más cercana, porque fue su sparring. También lo ha sido con el cubano Guillermo Rigondeaux, campeón mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en la categoría Supergallo, con quien tiene una historia para contar. "Me invitó a andar en su Ferrari de 400 mil dólares. Hermano, andábamos a 220 kilómetros y no nos dábamos ni cuenta", relata emocionado.
Pero su último "encuentro" fue nada menos que con Mike Tyson, en diciembre. Tras su último combate y a un día de volver a Chile, el grupo de De león acudió a un entrenamiento con los púgiles del campeón.
Aunque "Huracán" estaba con molestias físicas y sólo fue a observar, el propio Tyson le pidió que se subiera al ring. "Lo veo que le pregunta a mi promotor por mí y me llama por "Chile, Pinochet", como todos me dicen así allá y me pregunta si puedo pelear. Y no se le dice que no a Tyson".
Se subió y golpeó tanto al rival que terminó abandonando. "Quedé como rey. Cuando bajé del ring, él me dice que nos saquemos una foto para su agencia. Y después, obviamente, yo le pedí otra, pero para el Facebook", contó Paredes.