Triplican patrullajes tras petición de comerciantes por crimen en calle Pérez
Leonardo Yevenes Ch.
La muerte de Carlos Rivera Rail de 22 años de edad, ocurrida la noche del sábado 8 de marzo en calle Pérez - a un par de cuadras del llamado "eje bohemio"- fue el llamado de atención para que una decena de representantes y administradores de locales nocturnos ubicados en calle Portales y Ramírez solicitaran una reunión con las autoridades policiales, con el objetivo de comenzar a generar planes que vayan en apoyo de un sector que en el último tiempo se ha mostrado inseguro.
Aunque el hecho delictual no se llevó a cabo en el área de bares y pubs, la voz de alerta ya se hizo escuchar y la policía comenzó a desarrollar una serie de medidas, según confirmó el prefecto de Carabineros de Osorno, coronel Leonardo Castillo Maccio.
Una de las más importantes comenzó este mismo fin de semana y consiste en el alza en el número del contingente de carabineros -uniformados y de civil- en el área, la cual se estima en un aumento del 300%, lo que implica también que se hayan triplicado los patrullajes en el llamado "eje bohemio".
La iniciativa entregó inmediatamente resultados positivos: "primero, porque se logró concretar un trabajo fusionado con los mismos locatarios y se aumentó de manera clara el contingente que estaba destinado al sector hasta la semana pasada. Segundo, porque logramos clausurar un clandestino que actuaba como after en calle Ramírez, a la altura del 245. Ahí se incautaron poco más de 100 botellas y se le cursaron tres infracciones", señaló el comisario Álvaro Navarro de la Primera Comisaría.
De acuerdo al prefecto Castillo "los propietarios de los locales que se ubican en esa área, tienen el propósito de borrar el estigma que ostentan, de ser un barrio bohemio y a la vez peligroso".
De esta manera las decisiones que se tomaron en la reunión, vendrán a entregarle una nueva "oportunidad" a un sector que se ha visto involucrado en el último tiempo en una serie de hechos derivados de la ingesta de alcohol y en ciertas oportunidades de la violencia.
De ahí que la intervención policial se ampliara desde este fin de semana. Además del personal uniformado, se solicitaron efectivos de civil, que sirvieron de enlaces de inteligencia y que resultaron clave a la hora de entregar información para coordinar los operativos.
Igualmente se está desarrollando una mayor labor de fiscalización en el tema de ingesta alcohólica y en la presencia de menores de edad en los locales del área.
En paralelo se realizaron labores de seguimiento en el sector céntrico y se habilitó el servicio de dos cámaras de seguridad, ya que hasta hace poco no existía personal destinado a manejarlas.
Eso sí, resulta fundamental el apoyo de los propietarios en las labores de vigilancia de Carabineros, quienes se comprometieron a seguir una serie de procedimientos que complementen la tarea que realizará la institución policial.
Para ello se les entregó un número con el que podrán tener un contacto directo con los carabineros y con el cual podrán denunciar hechos irregulares.
"Gracias a la conversación que tuvimos, desde ahora podremos notificar hechos ilícitos que sucedan dentro de nuestros locales, que antes nos costaba denunciar. Ello, porque las multas pasaban directamente a los locales involucrados y no a quien cometía el hecho", señaló Pedro Pacheco, dueño del local La Vitrola.
Además, los mismos locatarios estarían buscando un mayor número de alianzas para así tratar de manera integral y a largo plazo el problema. Por ello también sostuvieron una reunión con el alcalde de la comuna, Jaime Bertín, con el fin de llegar a un acuerdo en el que se pueda perfeccionar todo lo referente al sistema de iluminación en el sector; igualmente se encuentran buscando una serie de mejoras, que logren convertir a calle Portales en un espacio más amigable para sus visitantes y el turismo.
Uno de los problemas que causa más dolores de cabeza a los clientes y dueños de locales son las peleas que se producen periódicamente en el sector del Eje Bohemio.
"La mayoría de las veces las protagonizan jóvenes que ni siquiera han entrado al local. El problema es que cuando llega carabineros, piensan que estas personas han salido desde el que está más cercano", explicó Emilia Sabat, dueña de El Cairo, recinto que fue consumido por un incendio en enero y donde un mes antes las cámaras del local registraron a un sujeto intentando prenderle fuego.
"Realmente necesitamos mayor presencia policial en el lugar, ya que el sólo hecho de ver personal uniformado en alguna esquina, hace las personas se comporten de buena manera. Hasta los que están curados se quedan derechitos", señaló.
La empresaria agregó que en estos momentos siente inseguridad por otro de los locales que posee en la misma área, ya que "en estas últimas semanas han entrado a robarle a dos de mis vecinos y espero que no sea yo la siguiente".
Por ello valora el acuerdo al que han llegado con carabineros y espera que éste entregue resultados positivos.
"Dentro de un mes realizaremos en conjunto la primera evaluación", concluyó.
El hecho que prendió las alarmas entre los empresarios del rubro nocturno ocurrió la madrugada del sábado 8 de este mes, cuando Carlos Rivera Rail (22 años) fue asesinado a manos de una pandilla conocida por el nombre de Los Maniacos, en un "ajuste de cuentas" en calle Pérez.
Al día siguiente fueron capturados dos hermanos por su vinculación con el homicidio. En la formalización, se determinó que uno habría actuado como autor material.
La noche del 8 de marzo fue asesinado Carlos Rivera de 22 años, por una pandilla que le asestó diez estocadas.
Combo Bélico Es el nombre de la pandilla que integraba el joven asesinado.