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Novela de Isabel Allende y drama afgano son las más leídas en verano

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Este verano las ventas de las novelas policiales y los dramas lideraron las preferencias de los osorninos al momento de elegir la lectura en vacaciones. Precisamente "El juego de Ripper", de la chilena Isabel Allende, además de "Y las montañas hablaron" del afgano Khaled Hosseini, estuvieron en el tope de las preferencias en las librerías locales.

Luis Fernández, administrador de la tienda Libros Likanrayén, ubicada en calle O'Higgins, se mostró satisfecho por los resultados obtenidos en los primeros meses de este año. Según contó, "nos superamos en cuanto a ventas. Llegamos a los 500 libros vendidos durante estos dos meses donde las novelas de ficción, dramas, policial y juvenil lideraron las preferencias".

Además de los textos de los superventas Allende y Hosseini, Fernández explicó que otro nicho importante es el público joven, el cual se vio seducido con la ficción en los "Juegos del Hambre" o "Juego de Tronos".

En el caso de la Librería Multilibros, con más de 20 años de funcionamiento, su dueña Mabel Oyarzún coincide en la percepción de Fernández. "Los lectores prefieren mucho las novelas en esta época y, extrañamente, les gusta sufrir con los dramas. De hecho en este momento tenemos agotado el libro de Hosseini".

Además, agrega algunos títulos como "Las olas del destino" de la autora Sara Lark; "Dime quién soy y dispara", de la escritora Julia Navarro , entre otros. "Son todas novelas románticas, de misterio o dramas. La gente se puso melancólica para leer", agregó la dueña de Multilibros.

Respecto al hábito de la lectura entre los osorninos, en ambos lugares creen que los libros no pasan de moda y que a pesar de las nuevas tecnologías, las personas siguen prefiriendo el papel.

"Creo que tienen que pasar unos 30 años más para que las generaciones se olviden del papel y lean en tablet o computadores. Los lectores no cambian el papel, el olor y el contacto con el libro, así que falta harto todavía", comentó Fernández.

Mabel Oyarzún es más categórica en su afirmación y dice que "no creo que se dejen de hacer libros, porque las personas que leen normalmente traen nuevas generaciones de lectores y ellos nunca van a cambiar el papel. Quizás podría cambiar la forma de comprar y tiendas exclusivas de lecturas se vayan acabando, pero en las ventas por internet, en la calle o supermercados siempre aparecerán libros".

Otro aspecto que quisieron destacar fue que al finalizar la temporada de verano, donde se concentra la lectura recreativa de los osorninos, llega marzo y los textos escolares, por lo tanto los tres primeros meses del año y diciembre son las fechas donde las ventas suben.

"Lo malo es que en junio y julio la gente no lee, es una imagen errada esa que siempre muestran donde aparece una persona tomando un café caliente y leyendo. En el invierno las personas se olvidan un poco de la lectura", explicó Mabel.