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Venezuela acusa ante la ONU una "guerra sicológica"

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El Gobierno venezolano denunció ayer ante la ONU el "golpe fascista" que atribuye a una campaña de medios nacionales e internacionales y a una oposición que ayer pidió ser oída en ese foro y también en la OEA, en el marco de una "lucha" que "apenas comienza", según el líder opositor Leopoldo López.

"Vienen nuevas etapas de esta lucha. Esto apenas comienza (...) y todos los días se anunciarán acciones contundentes que irán de menos a más", dijo López, acusado por el Presidente Nicolás Maduro de instigar la violencia en una marcha el 12 de febrero, por lo que está preso en un penal militar próximo a Caracas.

Por su parte, el líder opositor Henrique Capriles reveló ayer que pidió a la ONU ser escuchado para informar de "la verdad" de lo que pasa en Venezuela "y no el cuento" que el Gobierno relata "lleno de mentiras", escribió en Twitter.

Capriles reaccionó así al discurso de ayer en Ginebra del canciller venezolano, Elías Jaua, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde denunció que su país está siendo víctima de una "guerra sicológica" por parte de medios nacionales y extranjeros con el fin de derrocar a Maduro. Jaua señaló que en el último mes Venezuela ha sido sometida "a un asedio continuo" que ha buscado "situar al país como un Estado violador de los derechos humanos".

Venezuela está sumida en un clima de protestas desde el 12 de febrero, cuando una manifestación de estudiantes acabó en incidentes violentos y en la muerte de tres jóvenes.

La diputada María Corina Machado lideró ayer una marcha hacia la oficina en Caracas de la (OEA para exigirle al organismo continental "una reacción firme" contra el Gobierno de Maduro. "Si la OEA le da la espalda a Venezuela en estas horas no solamente estará traicionando a Venezuela, estarán enterrando a la OEA", remarcó Machado. Mientras tanto, el Gobierno venezolano minimizó el impacto de la violencia en conexiones televisivas en distintos lugares de descanso.

Crimea: la UE amenaza con aplicar sanciones a Rusia

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Agencias

La crisis en Ucrania se agudiza cada vez más. Durante la jornada de ayer, los líderes de la Unión Europea (UE) convocaron a una cumbre especial para el jueves, donde se espera que congelen la liberalización de visas y las negociaciones de cooperación económica con Rusia si Moscú no toma medidas para frenar la crisis en la península ucraniana de Crimea.

Los cancilleres de la UE informaron que ellos también han interrumpido los preparativos para la cumbre del Grupo de los Ocho a realizarse en junio en la localidad rusa de Sochi.

La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, dijo que la UE daría a Rusia hasta el jueves como plazo para que muestre señales de buena voluntad, incluida una disposición al diálogo y el retiro de las tropas rusas a sus cuarteles en Crimea.

"La meta es ver que la situación mejore. De no hacerlo, entonces el camino está trazado", dijo Ashton después de la reunión de los ministros de exteriores. Agregó que se reunirá con el canciller ruso Serguei Lavrov el martes en Madrid.

Los embajadores de las 28 naciones que integran la OTAN sostendrán una segunda reunión de emergencia el martes sobre Ucrania luego que Polonia se acogió a un artículo que requiere consultas cuando un país ve "amenazadas su integridad territorial, su independencia política o su seguridad", informó la alianza en un comunicado.

En una reunión de la UE, muchos ministros de exteriores insistieron en que la atención inmediata debería estar en la diplomacia y en la promoción del diálogo directo entre Rusia y el nuevo gobierno de Ucrania.

La UE es el mayor socio comercial de Rusia, y ésta es el tercer socio más grande del bloque europeo, más que nada debido a las exportaciones de materia prima como petróleo y gas.

Las sanciones económicas afectarían a ambas partes, dijo el ministro holandés del exterior Frans Timmermans. "Tales consecuencias serían malas para todos, pero para Rusia serían mucho peores que para la UE. Podemos buscar otros mercados en caso que sea necesario", subrayó.

Ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el embajador ruso Vitali Churkin afirmó que la controvertida intervención militar en la península ucraniana de Crimea fue a pedido del presidente ucraniano derrocado, Viktor Yanukovich.

El embajador aseguró que el ex mandatario le solicitó al presidente ruso Vladimir Putin y a las fuerzas de seguridad rusas que "restablecieran el derecho y el orden" en su país después de su derrocamiento.

Churkin reportó, además, que Yanukovich considera que Ucrania se encuentra al borde de una guerra civil e inmersa en un grado de violencia claramente alentado por países occidentales.

En relación con los acontecimientos en la península ucraniana de Crimea, donde la tensión ha ido en aumento tras el desplazamiento de fuerzas rusas, Churkin destacó que "todo lo que sucede, sucede en total concordancia con el derecho ruso".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se refirió al conflicto e instó a hallar una solución diplomática al conflicto ucraniano. "Debiéramos estar en condiciones de recurrir a observadores internacionales", apuntó, además de comentar que Estados Unidos elabora un paquete de ayudas para la ex república soviética.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, anunció que Rusia llevará adelante el proyecto de construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch, que separa la península de Crimea del territorio de Rusia, firmado con el anterior Gobierno ucraniano. El anuncio de Medvédev coincide con la gran tensión en esa región autónoma ucraniana, donde las tropas rusas están hostigando a las fuerzas ucranianas para tomar el control.

La Unión Europea es el mayor socio comercial de Rusia, debido a las exportaciones de materias primas como petróleo y gas.

El gobierno ruso sigue respaldando a Yanukovich pese a su destitución por el Parlamento, ocurrido en febrero pasado.

Víktor Yanukovich declaró que seguirá luchando por Ucrania y responsabilizó a Occidente por su destitución como mandatario.

Barack Obama afirmó que "Rusia no puede hacer uso impune de sus soldados y violar principios fundamentales".