Dueñas de pensión cuentan por qué su negocio está en retirada en la ciudad
Leonardo Yevenes
Apenas iniciado marzo, Mónica Meriño comienza a realizar los preparativos con el fin de recibir de la mejor manera a los que serán sus nuevos huéspedes para todo el 2013: tres estudiantes que ingresarán a la vida universitaria.
La razón radica en que Mónica (o "la tía" como siempre la han llamado cariñosamente sus estudiantes) es dueña de una de las pensiones con un marcado tinte familiar que subsisten en la ciudad. Alojamientos que en la actualidad parecen estar sencillamente en "vías de extinción" debido al cambio en las costumbres de las nuevas generaciones.
Un recorrido por las opciones disponibles en internet y también a pie -como lo hacen habitualmente muchos estudiantes- permitió comprobar en terreno que hoy en día la oferta de este tipo de viviendas también se ha hecho mucho más escasa.
"A medida que pasan los años cada vez es más complicado que los estudiantes opten por vivir en un lugar que les recuerde o que se parezca a sus hogares. Los chicos de hoy generalmente optan por vivir una experiencia que los acerque a lo que es una vida más independiente y donde puedan tomar otro tipo de decisiones", señala la "tía" Mónica.
A pesar de ello, admite que para este año ya tiene cubierto los tres cupos que ella puede ofrecer en su casa y se trata de alumnos que ingresarán este año al mundo de la educación superior.
Un dato que corrobora una teoría que ella sostiene: "ahora los estudiantes a partir del tercer o cuarto año aproximadamente comienzan a dejar las pensiones y prefieren irse a vivir solos, con algunos de sus compañeros de estudios o con la polola o el pololo".
Una mirada en la que coincide María Miranda, quien tiene una pensión que por el momento no cuenta con estudiantes, sino sólo trabajadores.
"No es como antes, que tú veías a 10 ó 15 papás desesperados buscando pensión. Esos tiempos ya pasaron, ahora quienes se acercan a preguntar por pensión, son mayormente personas que trabajan y que están marcados por una vida con horarios más rígidos. Por lo mismo, a medida que ha pasado el tiempo he tenido que ir viendo cómo los estudiantes dejan paso a personas que trabajan. En estos tiempos los chicos prefieren estar solos, sin que nadie los moleste".
De las relativamente menores opciones que pueden encontrarse en Osorno, las pensiones que perduran en desmedro de los ofertones que pueden encontrarse en materia de piezas independientes, cabañas, casas o departamentos, se destacan por la calidez de hogar que no puede encontrarse en alguna de las otras alternativas citadas
Calidez que implica -tal como lo reconoce Mónica Meriño- "comprenderlos cuando los chicos se sienten mal o les va pésimo en los estudios, escucharlos cuando sufren sus penas de amor o cuando llegan llenos con problemas desde sus casas". Por lo mismo confiesa, "es muy difícil pasados los años verlos irse, ya que uno va creando lazos con ellos".
Claro que la mayoría de aquellos estudiantes que vivieron en estos hogares, vuelve y genera lazos afectivos profundos. En el caso de María Miranda, señala que aquellos estudiantes que residieron con ella en el pasado, mantienen un permanente contacto y además se visitan mutuamente.
"Ellos ya son profesionales, pero cada vez que tienen posibilidades, vienen a visitarme. Lo mismo yo, que cuando viajo más al sur, me alojo en la casa de alguno de ellos y nos tratamos como familia".
Junto con caracterizarse por ofrecer un ambiente hogareño, quienes ofrecen este servicio destacan también que la tranquilidad de sus viviendas es uno de los bienes más preciados a la hora de estudiar.
A ello se suma la cercanía física que debe existir entre el lugar a donde residen y en el que van a estudiar. Un factor clave que puede finalmente decidir la preferencia entre una pensión y otra.
Haciendo un recorrido por la web y por otros diversos medios, el interesado en encontrar alojamiento puede hacerse una idea de los valores que se manejan el mundo de las pensiones.
Los precios comienzan en los $90.000 pesos y pueden llegar a los $200.000.
Por ello es verdaderamente importante tener claro el servicio que se espera obtener al momento de comenzar a cotizar, además de realizar un análisis a fondo, para asegurarse que obtendrá lo que finalmente busca, ya que los precios variarán según el nivel de exigencia del interesado.
Entre los requerimientos claves se encuentran elegir una ubicación adecuada según las necesidades del interesado, el número de comidas al que desee acceder (con un máximo de tres al día), las comodidades que pueda presentar la habitación o la entrega de otros servicios adicionales, como el lavado y planchado de lavado ropa.
Si suma o excluye preferencias, eso le entregará el resultado de la ecuación.
Internet es una herramienta clave hoy y bien lo saben los estudiantes, quienes antes de tomar una decisión desean saber si el lugar donde van a vivir durante el año cuenta con las herramientas adecuadas para el estudio, a lo que se suma la televisión por cable, la comida del día y otras comodidades que puedan encontrar al igual que si estuvieran en casa.
"Los chicos de primer año llegan muy inocentes y son sus padres quienes los acompañan a ver cómo es el lugar en el que se van a quedar. Ellos finalmente son los que eligen y toman la decisión final, sobre todo la madre, que juega un rol fundamental a la hora de decir sí o no", concluye la "tía María", volviendo a sus quehaceres diarios que seguramente se multiplicarán con la llegada de un nuevo año de estudio en los centros de educación superior de la comuna.
Los alumnos de educación superior que ingresan por primera vez a la vida universitaria, inician sus clases a partir de la segunda semana de este mes.
La mayor parte de los estudiantes universitarios que llegan a iniciar su formación profesional a la ciudad de Osorno, provienen del sur del país: desde Punta Arenas a Chiloé, pasando por Coyhaique y Aysén.
"No es como antes, que tú veías a 10 ó 15 papás desesperados buscando pensión. Esos tiempos ya pasaron, ahora quienes se acercan a preguntar por pensión, son mayormente trabajadores"
María Miranda
Dueña de pensión