"La diferencia entre países que se desarrollan y los que fallan está en instituciones fuertes y estables".
La ciudad de Nogales está dividida en dos por una alambrada. Al norte, Nogales (Arizona), en Estados Unidos. Al sur, Nogales (Sonora), México. Tienen la misma población, cultura y situación geográfica. ¿Por qué una es rica y la otra, pobre? Esta es la situación y la pregunta que se hacen D. Acemoglu y J. Robinson en su libro "Por qué fracasan los países", donde investigan los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza. Inusualmente el libro es recomendado por 16 prestigiosos economistas de las principales universidades norteamericanas, entre ellos 6 premios Nobel. G. Akerlof, premio Nobel de Economía, 2001, en la portada escribe. "Consideramos que La riqueza de las naciones, de Adam Smith, es un clásico imperecedero. Dentro de dos siglos, lo mismo pensarán de Por qué fracasan los países".
En Nogales Arizona, la renta media de los hogares es de US$ 30.000, la mayoría de los adolescentes van al instituto, la mayoría de los adultos tienen estudios secundarios, la población está relativamente sana y tienen una esperanza de vida elevada de acuerdo a los estándares mundiales. En Nogales Sonora, la renta media de los hogares es un tercio que la de sus vecinos, la mayor parte de los adultos no tienen educación secundaria completa y muchos adolescentes no van al instituto. Hay altos índices de mortalidad infantil, las condiciones de sanidad pública son deficientes y sus habitantes tienen una esperanza de vida menor que sus vecinos. ¿Cómo pueden ser tan distintas las dos mitades de lo que es, esencialmente la misma ciudad?, se preguntan los autores.
No hay diferencias en el clima, la situación geográfica ni los tipos de enfermedades presentes en la zona. Los orígenes de las personas de ambos lados de la frontera son los mismos. Los habitantes de ambos Nogales, comparten antepasados, disfrutan de la misma comida y música e incluso tienen la misma "cultura" de origen, aunque obviamente con un desarrollo muy diferente en el tiempo.
Por espacio no es posible desarrollar toda la investigación de este libro; desde ya recomiendo su lectura. Sin embargo, no puedo dejar de exponer la gran conclusión: la diferencia entre países que se desarrollan y los que fallan está en instituciones fuertes y estables y en incentivos correctamente puestos. Por más que se quieran hacer una batería de programas, leyes y políticas públicas, si las dos condiciones anteriores no existen los países están destinados al fracaso.
Economista, rector Santo Tomás Osorno