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Vecinos reúnen firmas para evitar que fábrica de chicha se instale en población Nuevo México

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Verónica Salgado

Más de setenta firmas han reunido los dirigentes de la población Nuevo México, en el sector oriente de Osorno, para evitar que la fábrica de chicha Barría se instale en el pasaje Quilpué, ubicado en el área. Según expresaron, es un barrio residencial donde funcionan escuelas, jardines infantiles e incluso un hogar de menores, los cuales, según argumentan, se verán perjudicados con una supuesta venta del brebaje alcohólico en el lugar.

La inquietud de los vecinos comenzó a principios de año cuando observaron cómo la casa era acondicionada como fábrica de chica y comenzaban a llegar las pipas y maquinarias propias para la elaboración del producto.

Freddy Ricardi, presidente de la Junta de Vecinos de Población Nuevo México, señaló que para ellos es un problema tener una fábrica y recinto de venta de alcoholes en su sector.

Agregó que la fábrica se encuentra a menos de 100 metros de 4 establecimientos educacionales: Escuela Diferencial Ana Aichele; Hogar de Niñas el Alba; los jardines infantiles Pequeños Girasoles y Frutillita.

"Sentimos doblemente vulnerados nuestros derechos. Nos dicen que no debemos fomentar el consumo de alcohol y terminamos con una fábrica de chicha como vecino. Además, nadie nos preguntó, les entregaron permiso municipal y no piensan en nosotros", dijo Ricardi.

Añadió que les resulta curioso que en una zona netamente residencial y no industrial, como lo establece el plano regulador, sea autorizada la instalación de una fábrica de bebida alcohólica.

La situación les llevó a reunirse con el alcalde Jaime Bertín para solicitar su intervención en el tema y evitar que el proceso continuara su curso. Paralelamente, averiguaron que la patente que obtuvo el empresario Vicente Barría, dueño de la fábrica, corresponde a Microempresa Familiar.

Bertín señaló que comparte la preocupación de los vecinos, pero que el municipio no tiene ninguna posibilidad de negar la patente, ya que corresponde a un emprendimiento familiar.

"Comparto su inquietud de que una fábrica de este tipo no debiera estar en un barrio residencial. Pero estas patentes no las podemos negar, la ley lo dispone así", dijo Bertín.

El tema fue abordado durante las sesiones de Concejo Municipal del martes y ayer, donde Bertín confirmó que no es posible detener o negar la patente, porque es un negocio familiar y a menor escala.

El concejal DC Osvaldo Hernández señaló que si bien el empresario está cumpliendo con los requerimientos que la exige la ley, debiera también considerar instalarse en un sector donde no cause problemas a su entorno.

"El bien mayor de la comunidad debiera ser privilegiado por sobre un negocio familiar. Los vecinos tienen derecho a expresar su molestia y preocupación", dijo Hernández.

Vicente Barría, dueño de la fábrica de chicha de manzana, señaló que los vecinos no se han acercado a conversar con él; y que reacción responde al desconocimiento del tema.

"Nosotros sólo fabricaremos a menor escala para no perder un negocio que está asociado a la tradición de Osorno. No venderemos acá, para eso buscamos otro recinto más central", dijo Barría.

Agregó que ha dedicado su vida a la fabricación de chicha, incluso durante muchos años su fábrica funcionó en la avenida Manuel Rodríguez y nunca tuvo problemas de desórdenes o disturbios.

Explicó que la chicha es un producto estacionario, donde su fabricación se realiza durante dos meses, cuando las manzanas están maduras. Además, señaló que son una importante fuente de ingreso para los productores locales, quienes son su proveedores del fruto.

"Estoy abierto a conversar con los vecinos y explicarles el proceso. Y su les preocupan los residuos que puedan quedar tras la faena, yo los retiro a diario", comentó Barría.

"Sólo fabricaremos a menor escala para no perder un negocio que está asociado a la tradición de Osorno. No venderemos acá, para eso buscamos un recinto más central".

Vicente Barría

Dueño fabrica de chicha