Sergio Silva Vásquez

En un misterio se transformó para la familia de Javier Antonio Uribe Quiñones, de 41 años, su deceso en las aguas del río Rahue la tarde del domingo último, ya que aseguran que el trabajador no sabía nadar por lo cual aseguran que resulta extraño que se haya lanzado al cauce a rescatar a una amiga.

El hombre fue sacado agónico hasta la orilla del río a la altura del Parque Martínez en Rahue Bajo, donde luego falleció pese a los esfuerzos de bomberos que aplicaron maniobras de reanimación.

Su padre, Federico Uribe Noche, quien junto a sus familiares desarrollaron la tarde de ayer los trámites judiciales para retirar el cuerpo del trabajador desde el Servicio Médico Legal (SML) de Osorno, aún no comprende cómo Javier Uribe se metió al cauce.

"El viernes a la hora de almuerzo me dijo que no le gustaría morir quemado y menos aún ahogado. Él le tenía respeto al río porque no sabía nadar. Por ello, todo esto es un misterio. Como familia pensamos que hay algo extraño y pedimos que se investigue a fondo su muerte", expresó.

A juicio de la familia, la policía y la fiscalía deberían llamar a declarar a las personas que estaban con Javier Uribe supuestamente compartiendo a orillas del río, ya que ellos pueden aportar más detalles.

"Mi hermano era muy pudoroso y cuando llegamos al lugar donde estaba vimos que su cuerpo se encontraba desnudo. Las personas con las que estaba compartiendo me dijeron que se desprendió de toda su ropa para lanzarse al río, pero estamos seguros que no se iba a meter al agua y menos en esas condiciones", expresó Juan Uribe, hermano del hombre fallecido.

Ambos manifestaron que la persona fundamental en toda esta historia es la mujer de 39 años que fue rescatada río abajo cuando se ahogaba en el cauce y la cual momentos antes estaba junto a Javier Uribe y otros dos hombres en la orilla donde se originó la tragedia. Específicamente, los familiares solicitan que la mujer sea interrogada para que entregue su versión.

Otra situación extraña para la familia es la presencia de una persona que se identificó ante bomberos y Carabineros como un primo del fallecido, quien incluso entregó información errónea sobre el occiso. Se trataría de un buzo de Puerto Montt, quien llegó hasta la ribera y ayudó en el rescate de Javier Uribe.

"Cuando llegamos al río esta persona me saludó y me dijo primo. De inmediato le dije que no lo conocía. De haber sido familiar estaría en estos momentos con nosotros y hasta el momento no sabemos nada de esta persona", manifestó Juan Uribe.

Javier Uribe Quiñones tenía cuatro hijos y vivía con su padre en calle Manuel Oreña de Francke. Desde hace seis meses se desempeñaba en la empresa Tormesol.

Los restos del trabajador fueron retirados la tarde de ayer desde el Servicio Médico Legal y trasladados hasta el velatorio de la funeraria Cristo Protector de calle Cochrane.

Su funeral se efectuará el miércoles, a las 11 horas, en el Cementerio Municipal de Rahue Alto.