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Chile y Paraguay intentarán una inédita medalla para la región en los JJ.OO. de Sochi

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La esquiadora chilena Dominique Ohaco saldrá hoy a la pista mentalizada en intentar lograr lo que ningún latinoamericano pudo en nueve décadas de Juegos Olímpicos de invierno: ganar una medalla.

Los duros obstáculos del Parque Extremo Rosa Khutor definirán hoy la suerte de la especialista en esquí slopestyle, una modalidad olímpica que hace su estreno en Sochi 2014.

Luego de finalizar en séptimo lugar en la última Copa del Mundo, las esperanzas del esquí nacional están depositadas en la joven abanderada chilena (18 años), aunque ella intenta tomarse con calma la experiencia. "Primero me gustaría ir a la final", sostuvo en diálogo con la agencia DPA. "No estoy nerviosa todavía, pero en el momento seguramente lo estaré", admitió.

El destino quiso que sean dos las latinoamericanas con más aspiraciones en los Juegos Olímpicos, porque la paraguaya Julia Marino está en la misma prueba que Ohaco.

Ambas estuvieron en los últimos meses entre las 12 primeras del ranking y son serias candidatas a superar el noveno puesto logrado por la brasileña Isabel Clark en snowboard en Turín 2006, hasta ahora el mejor resultado de un deportista latinoamericano en unos Juegos de Invierno.

Marino, nacida en el Chaco y adoptada por una familia norteamericana cuando tenía seis meses, descartó la posibilidad de competir con Estados Unidos en Sochi 2014 y Paraguay estará por primera vez en unos Juegos de Invierno.

La futura estudiante de diseño reconoció no sentirse "del todo" cómoda con la expectativa generada en Chile, donde fue elegida como abanderada sin conocer aún lo que son unos Juegos Olímpicos.

"Nunca hemos estado cerca de una medalla, pero esta vez tenemos una oportunidad con Dominique, sus tiempos no están lejos de las mejores", señaló recientemente el representante del Comité Olímpico Chileno (COCH) en Sochi, Luis Alberto Santa Cruz.

Antes de Sochi, Ohaco se sometió a un duro entrenamiento en Estados Unidos, que ni siquiera interrumpió para pasar las fiestas de fin de año con su familia.

Las rivales también han progresado, asegura Ohaco, y además las condiciones de la pista Rosa Khutor son más complejas que en otras pruebas. "Tiene saltos bien grandes y rieles más grandes que lo usual. Hay días en los que incluso tiene hielo", explicó Ohaco, que admitió haberse caído "varias veces" durante los entrenamientos.

Las indomables montañas de Krasnaya Polyana, al igual que le ocurrió a otros latinoamericanos, podrían frenar sus ilusiones, pero Ohaco ya se muestra feliz por el simple hecho de estar en unos Juegos Olímpicos.

"Es una experiencia inolvidable, estoy disfrutando mucho. Sobre todo llevar la bandera fue muy emocionante", comentó la atleta nacida en Santiago, que aprovechó los días previos a su competencia para ver el descenso alpino y pruebas de snowboard.

Un total de 22 deportistas están inscritas en la primera ronda de hoy en el slopestyle y las 12 mejores pasarán a la final, que se disputará hoy mismo (13 horas locales, 9.00 GMT) sobre una pista de 500 metros con obstáculos trampolines, barras y rampas donde las atletas intentará efectuar las figuras más acrobáticas.

La esquiadora alemana Maria Hoefl-Riesch se convirtió ayer en la gran protagonista de la jornada en los Juegos de Sochi, tras sumar su tercer oro olímpico y revalidar el título conquistado hace cuatro años en la supercombinada en Vancouver. El holandés Michel Mulder entró a la historia con su triunfo en la prueba de 500 metros de patinaje de velocidad, que permitió a Holanda convertirse en el país con más medallas de oro en la historia de los Juegos Olímpicos en esta especialidad, con un total de 30, uno más que Estados Unidos.