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Presentan querella contra detectives por detención ilegal

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Sergio Silva Vásquez

Una querella criminal contra quienes resulten responsables de los delitos de apremio ilegítimo y detención ilegal cometido en contra de cuatro menores de edad, fue presentada en el Juzgado de Garantía por los padres de los jóvenes detenidos por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) de Osorno el jueves 31 de octubre de 2012.

Pasadas las 9 de la mañana de ayer, Carlos Hein Saldivia, Walter Bravo Obreque, Mónica Vera Mora y Pamela Aguilar Márquez, llegaron hasta el tribunal de calle Los Carrera junto al abogado patrocinante, Enrique Sepúlveda, para estampar dicha instancia judicial.

Según explicó el abogado, la querella busca establecer el actuar de los integrantes de una patrulla de la PDI, en los hechos ocurridos durante la celebración de la noche de "Halloween" del año 2013.

"Creemos que se configuran delitos de apremio ilegítimo y detención ilegal, y la querella está destinada a quienes resulten responsables como autores, cómplices o encubridores de los delitos ya señalados", sostuvo el abogado que representa a las familias.

Enrique Sepúlveda añadió que este trámite judicial busca aclarar los hechos que vivieron los liceanos y sancionar el proceder de los detectives.

"Son organismo del Estado que están destinados a la protección de las personas y no pueden actuar de manera violenta con ciudadanos, sobre todo menores de edad. Y lo que ocurrió en este caso es grave y pedimos que se investigue", expresó el querellante.

El hecho que desencadenó la acción judicial ocurrió la noche del 31 de octubre de 2013. En aquella oportunidad, en el marco de los festejos de Halloween, un grupo de jóvenes fue detenido por funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) en el sector de la Villa Bellavista cerca de las 23.30 horas, debido a que los habrían vinculado con un robo.

Según los padres, los detectives habrían actuado de manera violenta, aplicando un maltratro físico con golpes y sicológico al amenazarlos que si informaban de lo ocurrido, se meterían en problemas.

En noviembre, cuando se dio a conocer el caso, uno de los padres, Carlos Hein, relató que "los policías se bajaron del vehículo y uno le preguntó a los jóvenes dónde dejaron las especies. Los muchachos se asustaron y no supieron qué hacer o decir".

A tres meses de lo ocurrido, los padres esperan que la justicia se encargue de aclarar lo ocurrido.

Así lo pidió Walter Bravo, cuyo hijo de 16 años fue uno de los detenidos.

"Ellos fueron tomados detenidos y trasladados al cuartel. No se notificó al fiscal del porqué estaban en la unidad, ni menos a los padres, para luego dejarlos en libertad durante la madrugada del 1 de noviembre. Mi hijo sufrió golpes y fue amenazado por los policías de no informar lo ocurrido", sostuvo el progenitor, quien dijo que se les trató de sindicar un robo en un inmueble en el sector oriente de la ciudad.

El recién asumido prefecto de la PDI en Osorno, Cristian García, señaló que existe una investigación interna que se arrastra de 2013.

"Hay un equipo que se conformó y es integrado por oficiales de diversas brigadas que están trabajando en el sumario. Se han hecho diversas entrevistas y recopilación de antecedentes dentro de los plazos internos", explicó.

El jefe policial llamó a los padres a estar tranquilos, porque están desarrollando todas las diligencias tendientes para transparentar la investigación, y, si hay responsables, se adoptarán las medidas administrativas.

"Si hubo apremio ilegitimo es un hecho grave y será sancionado como lo establece la institución, lo mismo si se cometió un error en el procedimiento, se tomarán las medidas acordes a las responsabilidades", señaló el prefecto.