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Turistas reactivan comercio en cocinerías del mercado municipal

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Victoria Guerrero Cárdenas

Turistas de diversas partes del globo llegan por estos meses a la zona para conocer sus hermosos parajes y, por supuesto, degustar de la exquisita gastronomía típica. Uno de los puntos de parada de estos viajeros es el característico Mercado Municipal de Osorno, el cual pese a que no muestra su mejor cara, ya que se encuentra funcionando en dependencias provisorias, recibiendo a cientos de turistas de diversas parte del mundo, quienes reactivan la actividad en las cocinerías del establecimiento.

Miguel Cano, locatario del restaurante Entre Amigos, comenta que desde diciembre se ha comenzado a percibir un incremento importante de turistas de diversas nacionalidades, quienes llegan en busca de productos del mar: mariscos y pescados.

Si bien llegan visitantes de diversas parte del mundo, los que vienen en mayor cantidad son turistas trasandinos, quienes no sólo arriban para pasar sus vacaciones sino que también, muchos de ellos, vienen a la zona sólo por el día.

Así lo relata el comerciante gastronómico del restaurante Entre Amigos, quien señala que producto de la cercanía "muchos de nuestros clientes argentinos vienen sólo por el día y otros de paso porque van hacia la costa o lago".

Una situación similar revela Sylvia Breca, del Restaurante Sylvia, quien señala que llegan bastantes visitantes de Bariloche, quienes consumen principalmente congrio, salmón o pailas marinas.

Otros de los turistas que también se han visto en este característico lugar son aquellos provenientes de Alemania, Brasil, Francia e incluso Corea, quienes consumen platos que contienen una mayor variedad de productos del mar, como por ejemplo, el Jardín del Mar, que contiene por lo menos seis variedades de mariscos.

"El otro día tuvimos un francés que se quedó sólo para comer el Jardín de Mar. Se fue maravillado con la exquisita gastronomía que tenemos en el sur", comentó Miguel Cano.

Además de los productos del mar, los locatarios también ofrecen un trago típico de Chile, el terremoto.

Es así como Sylvia Breca amplió su carta y durante esta época del año vende terremoto, un trago fabricado a base de vino pipeño y un refrescante helado de piña.

"Es bastante consumido por los visitantes, porque además cuesta muy barato, sólo $1.500. Incluso tenemos platos con productos de la estación como el pastel de choclo", comentó la comerciante.

En tanto el restaurante el Rinconcito, si bien también recibe turistas, aseguran que el peak de este tipo de visitantes se registra en febrero.

"Hasta ahora hemos notado que ha estado lento el flujo de extranjeros, pero como es habitual, en febrero esperemos que se incremente aún más la llegada de estos clientes", comentó Carmen Arismendi, administradora del restaurante el Rinconcito.

Una situación similar dio a conocer Sylvia Breca, quien sostiene que si bien ya está reactivada la actividad comercial del Mercado, en febrero llega a su peak, ya que a los clientes habituales provenientes de diferentes sectores rurales de la provincia se une un mayor número de extranjeros.

Pese a que las cocinerías aún funcionan en instalaciones provisorias a un costado de la nuevas obras del Mercado Municipal, los locatarios señalan que las ventas han estado buenas, ya que como está en una zona de fácil acceso, permite que los clientes pasen de manera rápida sin desviarse mucho de sus quehaceres.

Sin embargo, uno de los problemas que han tenido durante estos días hace alusión a los repentinos cortes de luz, justo en las horas donde hay mayor afluencia de público.

De hecho, mientras El Austral realizaba un recorrido por las cocinerías se produjo un nuevo apagón, que dejó a los comensales en la penumbra obligando a los locatarios a encender sus focos de emergencia.

"Este es un problema que tenemos desde diciembre. Hemos avisado a la Municipalidad, pero siguen los cortes de luz", comentó Sylvia Breca, quien agrega que con este tipo de problemas se pone en peligro no sólo los aparatos eléctricos -como refrigeradores y microondas- sino que también los alimentos.

Una situación similar denunció Carmen Arismendi, quien señala que a raíz de esta situación pierden mucha clientela, ya que por la falta de luz y la mala percepción que se hacen del lugar, los clientes prefieren retirarse.

"A veces se forman grupos de gente y con la oscuridad, los turistas prefieren irse, porque les da temor", manifestó.

Además, producto de esta falta de electricidad, no pueden hacer funcionar los ventiladores, lo que también provoca que los clientes desistan quedarse en estas cocinerías.

"Cerca de las 13.30 esto es un horno y uno no puede hacer funcionar los ventiladores", comentó Arismendi.

La administradora municipal, Karla Benavides, sostuvo que están al tanto de la situación y con la directiva de los locatarios se llegó a un acuerdo para evitar estos cortes que se producen por la sobredemanda de energía eléctrica.

La solución contempla dos alternativas. Primero, se le envió un oficio a cada uno de los locatarios donde se les especifica el número total de equipos y gasto máximo de energía. La segunda opción es instalar un nuevo tablero eléctrico que resista la cantidad de artefactos que los locatarios estimen conveniente, con la particularidad que cada uno de ellos tenga que pagar su cuenta de luz, ya que actualmente el municipio es quien se hace cargo.

Según la información proporcionada por el Departamento de Obras del municipio osornino, el estado de avance de la nueva infraestructura que tendrá el edificio definitivo del Mercado Municipal, lleva un 55% de progreso y tienen una fecha estimada de término a mitad de año. El mejoramiento del Mercado Municipal de Osorno considera un nuevo recinto más amplio y seguro, con cocinerías, locales comerciales y bodegas, todo ello con un moderno diseño, que permitirá el normal desarrollo de las labores de sus dueños que, por años, han debido lidiar con condiciones bastante precarias para la venta de sus productos.