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Peruanos en Osorno aseguran que la decisión no altera la convivencia entre pueblos hermanos

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Andrea Lagos Iñiguez

Luego del histórico fallo, los residentes peruanos en Chile tienen su propia opinión que, más allá de una disputa por soberanía, se relaciona con intereses políticos y económicos que en primera instancia no les cambiará la vida, especialmente para aquellos que hicieron de Osorno su hogar.

A pesar de la lejanía de los sucesos, dos peruanos de los 52 residentes del país vecino que viven en la provincia de Osorno (24 mujeres y 28 hombres) tienen su percepción formada a partir del fallo que dictaminó que Chile pierde casi 25.000 kilómetros cuadrados de mar, pero que sin embargo, no representa mayor daño a los pescadores artesanales chilenos de la zona.

La primera cree que éste es un festín político del gobierno peruano, donde esta situación no es más que un voladero de luces para sus compatriotas; y el otro no obtiene conformidad con el resultado, ya que conoce la situación de los pescadores peruanos que necesitan de los recursos marítimos tanto como los chilenos, en la zona de Arica, según lo que ha manifestado.

Rosario Rojas, empresaria y dueña del restaurante de comida peruana Mama Lola, lleva 25 años en Chile, de los cuales tres ha estado al frente de su negocio en Osorno.

La mujer que tiene a su cargo varios trabajadores chilenos, siente que no puede ir en contra de los intereses de un país que le abrió las puertas para desarrollarse en lo profesional, cuestión que no pasó en su nación de origen.

"Este país me ha generado muchísimas y buenas experiencias, una forma de vida y una oportunidad. No estoy de acuerdo con todo este tema que es sólo política y que a las finales no le hace bien ni a uno ni al otro, sobre todo cuando desde mi país tuvimos que emigrar muchos a Chile, que fue generoso con nosotros", sostiene, sin darle mucho crédito al último fallo del Tribunal de La Haya sobre los límites marítimos de Chile y Perú, dictaminado ayer en Holanda.

Walter Alca, ex boxeador y actual entrenador, piensa distinto, sin estar en contra de Chile, pero solidarizando con la situación de los trabajadores del mar de su país.

Alca posee una zapatería en Entre Lagos y reside en Chile hace más de tres décadas.

Pese a que hay unos 2.500 kilómetros en línea recta que separan a Arica y Osorno, el ex deportista conoce de la situación de los pescadores de la zona norte.

"No estoy conforme con el resultado debido a que en Arica hay muchos pescadores, de ambos territorios, y siempre han existido rivalidades, las cuales sólo se acentúan con esta señal que se ha entregado. La necesidad es equivalente para ambos países", resume.

No obstante, reconoce que falta saber aún más detalles que conoceremos durante estos días, con la entrega final del informe redactado en el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya al Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera.

Alca cree que faltan definir varios temas y que pueden ser beneficiosos para ambas partes, pero que debe haber un real compromiso con los trabajadores y no con los intereses políticos de las naciones.

Para ambos entrevistados la vida sigue su curso normal, al igual que sus negocios en estas tierras.

Así lo estipula Alca. "Esto no cambia en nada mi situación acá, porque ya llevo muchos años y soy reconocido en Entre Lagos. Ahora, la situación es distinta cuando me ha tocado viajar. Me han molestado por el asunto, pero nada grave", refiriéndose a un encuentro que tuvo en Santiago cuando se dieron cuenta que era peruano.

Alca asegura, sin embargo, que el nacionalismo siempre aparece aunque no tenga mucho que ver con el resultado de La Haya y existe desde antes de este capítulo que atañe a nuestra política exterior.

Rosario Rojas sólo reafirma su apreciación y señala que sigue trabajando como siempre.

"Lamento mucho que tengamos que pasar por roces como éstos, estar en la mira y que nos relacionen con mezquindades. Esperemos que se tome todo esto como corresponde, con altura de mira y veamos las cosas como deben ser. Aquí más que hermandad, debe haber raciocinio de los pueblos. Es un festín inútil, donde no debemos provocar situaciones", puntualiza la empresaria que se consolida en Osorno.