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Cinco parejas inician inédito programa de fertilización asistida en el hospital

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Victoria Guerrero Cárdenas

Un total de cinco parejas de diversos puntos de la provincia de Osorno ya están experimentando los avances tecnológicos que ofrece el Hospital Base San José de Osorno en materia de fertilización intrauterina, convirtiéndose en el recinto más austral del país en prestar este servicio.

"Recién este mes comenzamos a trabajar en este proyecto, ya llevamos cinco pacientes con inseminación, de las cuales al menos hay una que está embarazada", precisó uno de los ginecobstetras a cargo del plan, Pedro Ferrand.

Se trata de un programa que comenzó a gestarse el año pasado con la inversión de más de 12 millones de pesos en equipamiento, además de los recursos humanos que también están insertos en este programa: dos ginecobstetra y un tecnólogo médico que recibió capacitación en centros del país más experimentados en esta materia.

"Estamos haciendo un gran aporte y por lo menos esperamos llegar a 40 parejas en un plazo de un año, lo que significa un gran avance para la provincia", comentó el director del Hospital Base San José de Osorno, Jorge Castilla.

Todos los tratamientos de infertilidad hasta hace un tiempo no eran cubiertos, sin embrago el año pasado a través de la unión entre el Ministerio de Salud y la organización Queremos ser Padres se logró conseguir tratamiento de fertilidad de baja complejidad en hospitales como el local, donde fundamentalmente se trata la inducción de ovulación e inseminación intrauterina.

"Eso no se estaba haciendo en Osorno ni en muchos hospital del país. Significa un paso previo a las técnicas complejas de fertilización asistida que son la fertilización in vitro o la inyección intrasitoplasmática de espermios que es mucho más compleja", comentó Ferrand.

Este avance permite que aquellas pacientes que tenían problemas de fertilidad y que ante debían ser derivadas a clínicas privadas u hospitales de Santiago actualmente reciban atención de baja complejidad en el hospital local.

"Hace unos años se comenzaron a hacer algunos proyectos de fertilización asistida en Santiago a través de Fonasa, y a nosotros nos daban cuatro cupos anuales para aquellas personas que requerían de fertilización asistida", relató el ginecobstetra, Pedro Ferrand.

Para implementar este sistema se tuvo que planificar un programa para la compra de medicamentos que la mujer debe consumir para provocar la inducción de óvulos y la preparación de un tecnólogo médico que se capacitó en el sistema de preparación espermática.

"Se capacitó en uno de los centros de fertilización que son muy conocidos en Chile y él viene con la técnica implementada, además se compró el equipamiento necesario", comentó el profesional.

Las parejas beneficiadas deben cumplir con requisitos, donde lo principal es que deben ser beneficiarios de Fonasa, ya que es el único que cubre los costos de este tipo de tratamientos. Además deben tener un claro diagnóstico de infertilidad y que haya tenido más de un año de intentos de embarazo sin éxito.

El ginecobstetra del Hospital Base además precisó que las personas que solicitan este servicio viene de todos lados de la provincia, las cuales son derivados al Policlínico de Ginecología de distintos centros de salud de las siete comunas.

Son parejas nuevas y otras que ya han tenido un embarazo pero que después de seis o siete años no han podido lograr otro. También hay pacientes que fueron sometidas a cirugías por embarazo tubario y que ya no tienen posibilidades de embarazo, o pacientes que tienen problemas de ovulación.

Si bien la tasa de embarazo de una pareja fértil es bajo y bordea el 20% de probabilidad en cada ciclo, las parejas que se someten a los tratamientos obviamente tienen menos de ese porcentaje. La tasa de fertilización que se le ofrece este tratamiento no pasa más del 15%. "En teoría estamos ofreciendo algo muy parecido a la tasa natural en parejas que no tienen esa posibilidad", remarcó Ferrand.

Las parejas que se someten a este tipo de tratamiento pasan por varias etapas de evaluaciones previas hasta llegar a la inseminación intrauterina. Con medicamentos se genera la inducción a la ovulación, el cual se suministra por poco tiempo, desde el día tres de menstruación hasta el día 10 ó 15 que hacen la inseminación, y en siete días más realizan los examen para ver si se produjo la fertilización.

De no ser positivo se intenta dos o tres veces más. De no lograr el embarazo se prosigue con el paso siguiente que es fertilización in vitro que se hace en Santiago o Viña.

En chile sólo un 25% de las parejas que son infértiles logran acceder a uno de los 1.500 tratamientos anuales.

Por cada intento de embarazo, un tratamiento de alta complejidad cuesta desde 3 millones 500 mil pesos hasta 6 millones en centros privados.

En el país alrededor de un 15% de las parejas en edad fértil (15 y 50 años) tiene problemas para tener hijos.