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Veraneantes recurren a un estero tras quedar sin agua en Maicolpué

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Victoria Guerrero Cárdenas

Sergio Águila y Daniela Sáez, una joven pareja de osorninos, viajaron hasta el balneario de Maicolpué con la clara intención de pasar un fin de semana de descanso placentero; sin embargo, bastó que llegaran a la cabaña que arrendaron para conocer los primeros problemas.

"Cuando llegamos a la cabaña -la tarde del sábado- ya no encontramos agua", comentó Águila. La pareja, como muchos otros veraneantes, debió afrontar esta compleja situación, la que con el correr de las horas se convirtió en un problema generalizado en los sectores de Maicolpué y Río Sur durante el fin de semana.

A medida que fueron pasando las horas, estos jóvenes tuvieron que ingeniárselas para conseguir este vital elemento, ya que el agua comenzó a escasear en los servicios higiénicos y en la cocina.

Fue ahí cuando decidieron recurrir al estero que se encontraba a un par de metros de la cabaña. Con un bidón de cinco litros, Sergio tuvo que extraer agua de este pequeño afluente para utilizarla en el lavado de loza y el baño, debido a que por las llaves de uso domiciliario apenas corría un hilo del líquido.

Más tarde debieron recurrir a uno de los almacenes del sector para comprar agua mineral sin gas para hervirla y así evitar contraer alguna enfermedad ante la falta de agua potable para consumir.

Del fin de semana agradable, finalmente disfrutaron poco y nada, ya que tuvieron que pasar los dos días sin el vital elemento.

Precisamente, este inconveniente ya se ha hecho una tradición en el reconocido balneario costero, pues constantemente sufre este tipo de escasez producto de cortes repentinos, los que se vuelven aún más frecuentes los fines de semana en los que aumenta la población flotante.

La familia de Tamara Muñoz fue otra de las que sufrió los embates por la falta de agua, justo en medio de un paseo familiar que efectuaron al sector de Río Sur.

"Llegamos el viernes en la tarde. Hasta ahí iba todo bien, pero el problema comenzó a generarse el sábado en la tarde. Comenzamos a notar que en las llaves que hay en el camping no salía agua. Pensamos que era algo pasajero, pero esto se mantuvo hasta el domingo", comentó esta osornina.

Diego Muñoz, integrante de este grupo familiar, tuvo que salir la tarde del sábado del camping para conseguir un poco de agua, porque necesitaban prepararle la leche a uno de los pequeños que andaba en el paseo.

"Tuve que salir a comprar agua, hasta que en una casa me vendieron un litro a $300", comentó este joven, quien aclaró que sólo se trataba del líquido de una vertiente, ya que a esa hora ningún hogar tenía agua.

Herta Miranda fue otra de las personas afectadas con esta situación, aunque llegó al balneario de Río Sur la mañana del domingo.

"En la mañana necesitábamos agua para tomar desayuno, pero no había ni una gota, tuvimos que recurrir a unos vecinos de unas carpas cercanas para que nos convidaran agua", relató la mujer.

Así como este problema afectó a las más de 150 familias que se encuentran conectadas al sistema de agua Potable Rural de Maicolpué, los empresarios gastronómicos también se vieron perjudicados por el problema de suministro.

La dueña del Restaurante Newen Domo, Lilian Araya, comentó que tuvo que conseguir agua en Bahía Mansa para que así funcione su restaurante de comida típica en el sector de Maicolpué.

"Afortunadamente, cuando se produjo el corte del sábado, estábamos a punto de cerrar así que no fue tanto el impacto. Pero para el funcionamiento del día siguiente (domingo), tuvimos que conseguir agua porque no podíamos dejar de funcionar, menos cuando llega más gente", comentó Lilian Araya.

Según algunos lugareños, la escasez hídrica se ha intensificado desde diciembre con la baja en la presión del agua, producto del mayor uso a raíz de la cantidad de turistas presentes en el litoral.

Estela Henríquez, quien posee un quiosco en Río Sur, agrega que el problema que tienen no es sólo con el agua, sino que también con el suministro de luz eléctrica.

"Llevamos tanto tiempo con este problema, que ya deberían estar buscando la solución. Con este tipo de inconvenientes los más perjudicados somos los comerciantes, los que vivimos acá y los turistas que se defraudan de nuestro balneario", detalló la locataria.

Es por estas constantes complicaciones que Estela Enríquez siempre está preparada con agua almacenada en distintos recipientes, con el propósito que cuando se suspenda el suministro de agua potable, pueda seguir funcionando con su negocio de alimentos.

En cambio, una que prefirió suspender el normal funcionamiento de su negocio, fue Nadia Rosas, dueña del Restaurante Kumeyal. La mujer retrasó la apertura de su local hasta pasado el mediodía del domingo, ya que optó por esperar a que retornara el suministro.

"Trabajar con los alimentos es muy complicado, por lo mismo preferimos abrir más tarde y así cuidamos la calidad del servicio y la salud de nuestros clientes", comentó la locataria de Maicolpué.

Los que también decidieron suspender parte de sus servicios, fueron los encargados de la comunidad mapuche huilliche "Maicolpi", quienes además del camping, tienen servicios higiénicos de baños y duchas en Río Sur.

Durante las horas que no contaron con agua potable tuvieron que salir a buscar este elemento y trasladarlo en baldes desde una vertiente distante del lugar, mientras que el servicio de duchas lo suspendieron a raíz de la baja presión.

Los únicos que no se vieron afectados con este problema fueron aquellas familias que cuentan con agua extraída desde vertientes.

Luis Adué, dueño del restaurante Rayén, si bien está conectado a la red de agua potable rural, también cuenta con un sistema que extrae el líquido desde una vertiente. La almacena en un estanque y luego lo utiliza aquellas veces que escasea el recurso hídrico. Esto le permite seguir atendiendo a sus clientes sin mayores inconvenientes.

Carmen Lefián es otra de las residentes de Maicolpué que cuenta con un sistema de suministro de agua particular, lo que le permitió socorrer a los veraneantes que necesitaban este recurso.

"Tenemos un estanque de unos 250 litros que nos abastece de agua de una vertiente y gracias a eso nunca nos falta el agua", comentó la mujer.

Fue así como hasta su casa llegaron varias personas, tanto vecinos que llegan durante la temporada estival como turistas.

"Venían con botellas y bidones a buscar agua, porque saben que nosotros siempre tenemos", dijo Carmen, quien añadió que esta situación derivó en que muchos turistas decidieran retornar a Osorno ante la falta del líquido. "Esto le hace muy mal al turismo de la zona", comentó la mujer.

A raíz de la serie de dificultades ocurridas el fin de semana, El Austral intentó contactarse con los encargados del Sistema de Agua Potable Rural de Maicolpué, pero no hubo respuesta. No obstante, existen datos que dan cuenta que el problema se generó debido al desperfecto en el tablero de generación eléctrica, el cual ya fue reparado.

Febrero de 2013 El municipio de San Juan de La Costa aportó un millón de pesos para solucionar falta de agua en Maicolpué.

El dinero entregado sirvió para comprar una motobomba, ya que la anterior se había fundido y la población llevaba tres días sin agua.

En noviembre de 2010 las deudas de los residentes conectados al agua potable superaba los $20 millones en cuentas de agua.

"Tuve que salir a comprar agua, hasta que en una casa me vendieron un litro a $300".

Diego Muñoz

Visitante

"Trabajar con los alimentos es muy complicado, por lo mismo preferimos abrir más tarde y así cuidamos la calidad del servicio y la salud de nuestros clientes".

Nadia Rosas

Restaurante Kumeyal