La historia del no vidente que pone música y hasta da consejos de cocina en Ramírez
Mientras cientos de personas caminan por calle Ramírez, sentado arriba de un parlante se encuentra el osornino Francisco Barría Ampuero, más conocido como "Panchito", quien prácticamente todos los días se instala en las afueras de una tienda comercial junto con su equipo de música, su MP3 y un micrófono para dar vida a "Radio Limón".
El osornino -no vidente de nacimiento- tiene 51 años y diariamente se las ingenia para entretener a los transeúntes con música tropical, entregando saludos, celebrando los onomásticos e incluso dando cuenta de su pasión por la gastronomía ofreciendo recetas de cocina.
Su condición la asume con humor, explicando entre risas que "yo nací mal hecho". Luego agrega que "veo luces por ejemplo, pero no distingo las cosas, por eso me muevo sólo por el tacto y mi sentido de orientación".
"Panchito" llegó hasta primero básico y fue criado en Argentina por unos hermanos desde los ocho años aproximadamente.
Y precisamente en el vecino país conoció a una persona que también trabajaba con su radio urbana, colocando música y animando. Tras escucharlo, despertó en él las ganas de desarrollar una iniciativa similar.
Por ello se juramentó que al volver al país, también trabajaría con una radio en la calle. Y así lo hizo.
"Hace unos 20 años, cuando tenía 31, me atreví y comencé a trabajar en esto, así es que llevo bastante tiempo. En general la gente se porta bien conmigo", comenta el locutor, que trabaja en extenuantes jornadas. Parte a las 11 horas hasta las 19, aproximadamente. Incluso se compró un reloj inteligente, que al apretarle un botón, una voz entrega la hora.
"Yo le decía a mi hermano hace años que en algún momento iban a salir relojes que hablen y así fue. Cada cierto rato lo aprieto y lo pongo al micrófono para que la gente pueda escuchar la hora", agregó.
En algunas ocasiones se traslada a la capital regional para probar suerte en las calles con su "Radio Limón".
"Las propinas en general son buenas en Osorno, pero a veces se pone malo y decido partir a Puerto Montt donde la gente también me conoce", comentó.
Asume que su vida ha sido difícil, por ello la radio le sirve como terapia. Y es que además de lidiar con sus problemas visuales, debe cuidar de su señora e hija (23 años), las que padecen un cierto retraso mental.
"Yo tengo que llegar a mi casa a hacerme cargo de todo, sobre todo cuidar a mi hija para que no se escape, pero a pesar de todo lo complicado de la vida, estoy parado y con ganas de seguir trabajando", comenta el locutor.
"Panchito" asegura que todos los días recibe el cariño de la gente. Es más, algunos le piden que a través de su micrófono le envíe saludos a algún amigo o ser querido.
Incluso algunos lo instan para que busque la oportunidad de trabajar en alguna radio, lo que en su caso sería hacer realidad un sueño que tiene de niño.
"Pero yo les digo que todo lo que aprendí fue gracias a mi familia y escuchando a esa persona en Argentina. Para mí sería un sueño trabajar en radio, creo que lo haría bien, pero no he buscado esa posibilidad y nadie tampoco me la ha ofrecido", comentó el locutor de la "Radio Limón".
Tras despedirse, "Panchito" pone una cumbia bastante alegre, saluda a los transeúntes, hace sonar su tarro con monedas y continúa con su programa en la "Radio Limón".
"Para mí sería un sueño trabajar en radio, creo que lo haría bien, pero no he buscado esa posibilidad".
"Panchito" Barría
Locutor "Radio Limón"