Secciones

Maduro y Capriles se unen para crear un plan anticrimen

E-mail Compartir

El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, encabezó ayer un encuentro con los gobernadores de los 23 estados del país, así como con los alcaldes de los municipios con mayor criminalidad para discutir soluciones a la inseguridad, tras la conmoción por el asesinato de la ex reina de belleza Mónica Spear.

A su llegada a la reunión, en el Palacio de Miraflores, Maduro estrechó la mano de varios de los gobernadores, entre ellos, el líder opositor Henrique Capriles, a quien saludó de forma breve y distante. Esta es la primera vez en que Capriles, gobernador del estado de Miranda, participa en una reunión con el Presidente venezolano desde las elecciones de abril, que dieron como ganador a Maduro en un resultado que el opositor aún no reconoce y considera fraudulento.

El encuentro, en el que participaron tanto gobernadores oficialistas como opositores, fue convocado el martes por el propio Maduro como una jornada de trabajo para "seguir coordinando la actuación" de las fuerzas policiales y lograr "la mayor eficiencia en la prevención del delito".

"Sin lugar a dudas el evento de ayer (martes) nos tocó a todos, tenemos que caerle encima, nadie se puede cruzar de brazos. El asesinato violento, la masacre contra esta joven venezolana es una bofetada para todos", dijo el Mandatario, en referencia al crimen de Spear y de su marido a manos de delincuentes armados.

Maduro destacó que su Gobierno está "empeñado" en construir un nuevo modelo para atacar la inseguridad, "un modelo que enfrente a este complejo problema de la criminalidad, de la violencia, vinculado a la droga, a los antivalores de la riqueza fácil, del desprecio a la vida".

Maduro pidió que "todas las autoridades públicas", más allá de las diferencias, se unan para buscar "acciones comunes" y una "solución" a los "problemas clave de la sociedad". Este es el tercer encuentro convocado por Maduro en el lapso de un mes en el que participa la oposición (una de ellas de manera exclusiva), un hecho inusual en una Venezuela polarizada. La cita estaba prevista para la semana próxima, pero fue adelantada tras la conmoción que generó el asesinato de Spear.

Papa suprime los títulos honoríficos de la Iglesia

E-mail Compartir

Mabel González / Agencias

El Papa Francisco, que desea una iglesia más humilde y cercana a la gente, decidió suprimir los títulos honoríficos, entre ellos el de "monseñor", con el fin de terminar con el clasismo y el espíritu mundano dentro de la jerarquía eclesiástica.

La medida fue tomada hace varias semanas y fue divulgada ayer por varios medios de prensa italianos.

El secretario de Estado del Vaticano envió una carta a los nuncios o embajadores de la Santa Sede en todo el mundo para que informen a los obispos sobre la medida.

El único título que los obispos podrán conservar es el de "capellán de su Santidad", precisa la carta, que subraya que la medida no tiene carácter retroactivo, por lo que muchos eclesiásticos de la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia, seguirán manteniendo el título de monseñor.

En 1968, el Papa Pablo VI, en quien Francisco se inspira, redujo el abanico de títulos honoríficos dentro de la Iglesia, que alcanzaban a llegar a ser 14. La medida respeta el deseo del Papa jesuita de reformar la Iglesia de forma gradual.

En una nueva violación del protocolo pontificio, el Papa Francisco invitó ayer a un amigo argentino a dar una vuelta con él por la Plaza de San Pedro en su panorámico automóvil blanco. Fabián Báez, un sacerdote porteño, no tenía una entrada VIP para un lugar cercano al altar ni para un sitio donde el papa charlaría con algunos fieles en la audiencia general del miércoles. Pero apenas Francisco lo vio en la multitud de varios miles de personas, indicó a los gendarmes que ayudaran a Báez a saltar la barricada para acercarse.

El Papa invitó al sacerdote a subir al vehículo y acompañarlo en la vuelta por la Plaza de San Pedro, durante la cual saludó a la gente y besó a varios bebés. En declaraciones posteriores a los periodistas, Báez dijo sentirse impactado por la invitación de Francisco: "Me preguntaba, ¿qué estoy haciendo aquí? ¡Mamma mia!"

"El Papa rió y dijo: '¡Ven, siéntate, siéntate!' Y siguió saludando a la gente y besando bebés. Me sentí muy conmovido". Báez indicó que ambos se conocen desde los 90. Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires antes de ser nombrado Pontífice.

El 24 de enero próximo, Francisco recibirá en el Vaticano al Presidente francés, François Hollande, según informaron ayer fuentes de prensa religiosas. Se trata de la primera vez que el Pontífice argentino recibe al Mandatario socialista francés. Hasta ayer, el anuncio no era confirmado oficialmente por el Vaticano, que reconoció sin embargo que se está preparando la visita sin precisar la fecha. Francisco goza de una buena imagen en Francia, incluso mejor a la de Benedicto XVI.