Un partido que quedará en la rica historia de la liga de los Viejos Crack de Ovejería protagonizaron el fin de semana los elencos de Municipal y Hazaña Indígena, que definieron en un partido único el título del Torneo Oficial 2013.

Ambos elencos llegaron a esta instancia tras empatar a 93 puntos en la tabla de posiciones, al vencer en sus últimos compromisos de la fase regular. A raíz de ello se jugó un pleito de vida o muerte, bajo las sobras generosas de los álamos que están erguidos en la ribera del Río Rahue, a un costado de la cancha alberto Duhalde.

Desde un comienzo los dos equipos no se dieron tregua, aunque Municipal tenía un poco más el control del balón.

En el minuto 17 de la primera fracción, se cobró un tiro de esquina desde la izquierda del ataque de Municipal, donde el balón fue cabeceado desde el primer palo, en las cercanías del área chica, por el "todo terreno" Víctor Muñoz, quien finalmente cruzó la pelota al segundo palo.

Fue un golazo digno de una final, que le dio más condimento a un pleito que a esa altura no se guardaba nada.

"El que hacía el gol, creo, ganaba la final. Los dos equipos estaban muy parejos y se peleó la pelota con mucha fuerza, pero de manera leal", comentó César Santana, presidente del Club Municipal.

Tras la apertura de la cuenta, Hazaña Indígena buscó una y otra vez la igualdad en el arco sur de la cancha "Pudahuel", hasta donde llegaron una gran cantidad de hinchas no sólo de ambos equipos, sino que de la liga en general.

Un aspecto a destacar, fue el comportamiento de los jugadores, que pese al roce habitual, no hubo acciones violentas o antideportivas.

Si luego del gol Hazaña Indígena se volcó con todo en busca del empate, a contar de la segunda fracción el ímpetu creció.

El subcampeón intentó por todos lados convertir el gol de la igualdad, pero Municipal no estaba para sorpresas.

Su defensa esperó a pie firme y cuando se vio sobrepasada, apareció la enorme figura de Buddy Martínez, quien en los minutos postreros del partido tuvo dos tapadas de campeonato.

"Hay que reconocer que hizo unas tapadas sensacionales. Las sacó del ángulo. Fueron tapadas que nos ayudaron a levantar la copa", expresó orgulloso Santana.

Luego de aquello, el árbitro del cotejo levantó los brazos al cielo y puso término a la gran final, que dejó a Municipal como el monarca de los Viejos Crack de Ovejería, cerrando con ello una temporada 2013 luchada hasta el final, como hace muchos años no se daba en la cancha Alberto Duhalde.

El campañón de Municipal tuvo varios protagonistas, como el goleador del equipo y capitán, Miguel Oyarzún, quien convirtió 46 goles.

"Sin duda es todo un mérito y es justo reconocer toda la labor que hizo durante esta larga temporada. No es fácil anotar esa cantidad de tantos", destacó el presidente de los campeones.

Otro punto importante fue la dupla técnica conformada por los hermanos Jaime y Víctor Cárcamo, que le dieron seriedad y claridad en la conducción.

Ambos están ligados al fútbol amateur por años en la ciudad. Jaime Cárcamo fue seleccionado de Rahue, jugando en varios equipos, entre ellos Bancario. Lo mismo pasa con Víctor, quien se ha identificado con Sergio Livingstone.

La familia de Municipal celebrará el título y la temporada con un paseo al camping de Loma de La Piedra.

César Santana

Presidente de Municipal