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PDI recibe 19 denuncias por clonación de tarjetas y transferencias ilícitas

delito. El número de casos de los últimos tres meses apunta a la obtención de datos vía web y clave secreta del usuario. Especialista llama a cuidar los datos al usar los cajeros automáticos.
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El bono navideño completo perdió en sólo dos días A.G., de 29 años, un diseñador gráfico que en la tarde del sábado 14 de este mes fue objeto del robo de su clave secreta, con la utilización de un clonador de tarjetas y una pequeña cámara.

Según relata, eran las 13.30 horas de ese día cuando se acercó al cajero automático del Banco del Desarrollo, ubicado en calle Cochrane, entre Ramírez y Mackenna.

Allí sacó desde su billetera su tarjeta de Cuenta Rut del BancoEstado para introducirla en la ranura de acceso que está en el marco derecho de la puerta. Sin embargo, algo andaba mal.

En reiteradas ocasiones colocó el plástico con la huincha magnética, pero nada pasaba. La puerta no se abría.

Al poco rato, y sin levantar sospecha, llegó un hombre -según los describe- de unos 35 a 40 años, quien gentilmente le ofreció ayuda.

"Me pidió la tarjeta y la introdujo delicadamente. Al tiro se abrió la puerta", relata A.G.

Sin saberlo, el profesional estaba frente a un ladrón dedicado a la clonación de tarjetas, que había puesto en el acceso un "skinner", aparato que se coloca sobre el verdadero y que captura información del cliente.

Sin problemas, A.G. retiró dinero de su cuenta, sin saber que el tecleo de su clave estaba siendo grabado por una mini cámara ubicada en algún punto del cajero.

Sin FONDOS

Al día siguiente, otra vez el joven acudió a un cajero, esta vez el que está al interior de un supermercado ubicado en Julio Buschmann con Ercilla.

Para su sorpresa, la operación no se realizó porque se había excedido del límite diario: $200 mil.

"Me pareció raro, pero no la bloqueé, ya que esperé ir al banco al otro día", recuerda.

A las nueve de la mañana del lunes, un funcionario de BancoEstado le confirmó que en su Cuenta Rut no había dinero y que "él" había extraído los $680 mil.

Tras ello, vino la amargura de no contar con el dinero para estas fiestas y tener que comenzar el proceso de denuncia que hizo finalmente en la PDI.

"Ahí me di cuenta que me habían clonado la tarjeta y que poco podía hacer. Hicieron giros y compraron en casas comerciales", contó.

Denuncias

En los últimos tres meses la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) ha recibido 19 denuncias de clonación de tarjetas y transferencias ilícitas a través de internet por montos que no superan, en promedio, los 200 mil pesos.

Para la subcomisario y jefa de la Bridec en Osorno, Karen Pizarro, las personas deben tomar todas las medidas para prevenir este tipo de ilícitos.

"Si va a un cajero, ver que todo esté en orden y que no haya ningún elemento extraño o que le parezca raro", detalló.

Una de las principales recomendaciones que realizan los especialistas en seguridad es evitar realizar las operaciones en el cajero automático con personas desconocidas cerca.

En el mismo sentido, es vital seguir sólo los consejos indicados en el recinto del cajero automático y no acepte consejos de otras personas.

Adicionalmente, se sugiere preferir cajeros ubicados en recintos cerrados y que cuenten con cámaras de seguridad y cierres electrónicos.

Respecto del robo de datos a través de internet, Pizarro explicó que se trata del "phishing" o el "pharming", que son engaños virtuales que simulan una página web, por ejemplo, de un banco. "Las personas deben digitar la web del banco o casa comercial desde el inicio y no ir desde una propaganda", advirtió.

Caso previo

El año pasado, la PDI local debuto a una banda que venía de la Región de O"Higgins con el propósito de clonar tarjetas, pero fueron detenidos en la carretera, cuando un can les detectó marihuana.

Las especies incautadas fueron un notebook, una microcámara filmadora y tarjetas de créditos, además de 500 mil pesos en efectivo obtenidos a causa del ilícito de clonación de tarjetas. Su detención en las afueras de la ciudad evitó que siguieran operando en la zona, algo que en los casos como el del diseñador gráfico, no ocurrió.