Entre las 50 primeras medidas que el futuro mandato de la Presidenta electa Michelle Bachelet considera para 2014, se cuenta encargar un estudio sobre el sistema de pensiones a un grupo de expertos. Esto se complementa con la restitución de la pensión solidaria básica para quienes la perdieron sin cambio de su condición económica y el envío de un proyecto de ley para crear una AFP estatal.

Todo esto, apunta a enfrentar un problema inquietante con las futuras pensiones, ya que si todo sigue su curso actual, durante las próximas décadas serán millones los que jubilarán con montos bajos y viviendo muchos más años.

Al respecto, cabe recordar que hace poco más de tres décadas, nuestro país puso fin al sistema de las cajas para inaugurar un modelo de capitalización individual en lo relacionado con las pensiones. Así ha sido desde 1981.

Hace unos días se conoció un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), el cual abordó aspectos ligados a este asunto, destacando un juicio crítico, o más bien, preocupante de la realidad actual. No es desconocido que en Chile las pensiones son bajas, o que las tasas de reemplazo siguen estando por debajo de los estándares de los países desarrollados. Lo relevante es que se trata de un tema a superar y a abordar más seriamente por cuanto, conforme envejece la población, el asunto se vuelve más delicado.

Según la Ocde, los trabajadores chilenos siguen extendiendo su vida laboral más allá de la edad legal para jubilarse, pasando de los 65 a los 70 años, en promedio considerando hombres y mujeres.

El informe de la Ocde destaca, además, que Chile es el país donde los mayores de 65 años reciben el menor aporte estatal como proporción de sus ingresos, llegando al 6% del total, cuestión que se relaciona con el tipo de sistema construido en Chile.

Definitivamente, el tema es delicado y por lo mismo debe abordarse desde ahora con medidas que apunten en la dirección correcta.

Ya pasó la elección presidencial y ahora nos vamos directo a la Navidad. Toda la propaganda y el afán de comprar que mueve a la gente hace olvidar el sentido de esta fiesta.

La Navidad recuerda el nacimiento de Cristo. Fue instituida en los primeros siglos del cristianismo en la Iglesia de Oriente. Se extendía entre el 25 de diciembre y el 6 de enero, porque la Navidad y la Epifanía se celebraban juntas. Y aunque no se conoce el día exacto, el relato evangélico lo sitúa en esta época. Hacia el siglo VI la Iglesia de Occidente fija la Navidad para el 25 de diciembre, coincidiendo con el cambio del otoño al invierno y una serie de fiestas que celebran el inicio del ciclo vital de la naturaleza en el hemisferio norte.

En Oriente se sigue celebrando el 6 de enero, fecha que mantienen las Iglesias Ortodoxas y las de rito oriental unidas a la Iglesia Católica. A pesar del ambiente consumista que predomina en nuestro país, todavía hay lugares donde la Navidad conserva la tradición venida de España, como el pesebre o nacimiento en las iglesias, los villancicos populares y la representación de autos sacramentales.

La piedad popular navideña está presente en las fiestas de San Pedro de Atacama, con hermandades de danzantes o las fiestas del Niño Dios de Toconao, que duran hasta el 6 de enero. En Las Palmas, a 25 kms. de Limache, se celebra al Niño Dios de Las Palmas, con bailes religiosos, donde después de misa se va en procesión a bendecir los trigales y maizales. En Laguna de Aculeo es muy concurrida la Misa del Gallo, con villancicos y décimas por el Nacimiento.

La localidad de Malloco, desde el siglo XVII celebra al Niño Dios de Malloco, y después de la Misa del Gallo se lleva en procesión la imagen de madera por las calles del pueblo, engalanadas con arcos de ramas y flores. En la isla Tabón, cerca de Calbuco, la comunidad celebra la noche del 24 la "fiesta de los pajaritos". Junto a un pesebre viviente, desde las 22 horas se reza el Rosario, los gozos cantados, las letanías, la Salve Chilota y la Misa de Navidad, donde se canta el villancico que da nombre a la fiesta. Son formas sencillas de celebrar este entrañable acontecimiento.

Rodrigo Rodríguez Pérez

Rodrigo Rodríguez Pérez Historiador