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Niño de cinco años cae al río Rahue mientras jugaba en la orilla

accidente. El pequeño Ángelo Gatica se encontraba la tarde del lunes junto a su madre en la ribera del cauce, desde donde se le perdió el rastro. El personal del Gope realiza un rastreo fluvial, tanto con buceo en profundidad y superficie.
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A las 5.30 de la tarde del lunes, Patricia Quezada decidió salir junto a sus hijos más pequeños, Esteban de 3 años y Ángelo Gatica de 5. Los tres abandonaron la modesta vivienda ubicada en Rahue Bajo, para disfrutar de un entretenido paseo a orillas del río Rahue en medio de una calurosa tarde, donde la temperatura alcanzó los 27 grados Celsius.

Éstos llegaron hasta la parte baja del puente Chaurakawin -que une Rahue y Francke- para que los pequeños pasaran un momento de entretención. Ahí la madre se encontró con unos vecinos y amigos, que a esa hora también paseaban por la ribera del Rahue.

jugaba con una pita

Ángelo, quien vestía una polera roja de Spiderman, un short azul y sandalias verdes, se divertía jugando con una pita de color roja, a la que le había atado un trozo de género en la punta, simulando una caña de pescar.

Minutos más tardes, Patricia le cambió los pañales al más pequeños de sus hijos, por lo que le solicitó a Angelo que se alejara de la orilla, mientras ella terminaba su tarea.

Sin embargo el niño de cinco años de edad no hizo caso y se quedó jugando, pero esta vez cerca de una de las zonas más profundas del cauce.

"Le dije "hijo, vamos". Lo miré y luego me di vuelta para subirle el pantalón a Esteban. Cuando volví a mirar, Ángelo ya no estaba", recuerda Patricia Quezada.

Su primera impresión fue que el pequeño se había ido de la orilla, para subir la cuesta desde donde se accede al lugar.

Rápidamente la madre junto a sus amigos y vecinos comenzaron a buscarlo en los alrededores del cauce, pero no habían pistas de Ángelo, que a sus cinco años cursaba kínder en el Colegio Baldomero Lillo.

Sin tiempo que esperar, Virginia González, amiga de Patricia y testigo del hecho, decidió lanzarse al correntoso cauce para buscar rastros del pequeño, sin embargo, lo único que encontró fue el trozo de pita con el que estaba jugando el niño antes de desaparecer.

Primera víctima

Al comprobarse su desaparición en las aguas del río, el pequeño de cinco años se convirtió en la primera víctima de la época estival y la cuarta persona ahogada en lo que va de este año en las aguas del Rahue.

A raíz de ello, la jefa de la Oficina Provincial de la Autoridad Sanitaria, Yohani Wistuba, reiteró que ninguno de los dos cauces que cruzan la ciudad son aptos para el baño.

Incluso, especificó que dada la mala calidad salubre del agua, las personas que nadan en el cauce corren el riesgo de padecer enfermedades estomacales, ya que muchas veces beben agua del afluente.

Además, es necesario considerar que el lugar donde ocurrió el accidente es inseguro, de difícil acceso, por lo que no sólo se pone en riesgo la vida de los adultos, sino que también la de los niños que son llevados por su padres.

Los familiares de la víctima, una vez que se convencieron que el pequeño había caído al agua -cuya profundidad alcanza los tres metros en dicha zona-, formaron grupos de búsqueda.

Mientras una veintena de personas buscaba tanto en la orilla como en la profundidad del río, Patricia sufrió el primero de tres desmayos que tuvo durante las primeras horas de angustia.

En forma paralela, los familiares de Patricia dieron cuenta del hecho a personal de Carabineros, quienes tomaron conocimiento a las 19.40 horas por presunta desgracia e iniciaron las acciones de búsqueda.

Los vecinos del sector siguieron el intenso rastreo, el cual se extendió hasta pasadas las 21 horas, sin resultados favorables.

"Buscamos en la orilla, nadamos hasta en las partes más profundas del río para buscar rastros de Ángelo, pero no encontramos nada", comentó Virginia González.

"No sentimos nada, el niño no gritó, las piedras no sonaron mientras él se resbalaba hacia el agua. Y eso que estábamos a un par de metros de donde él estaba jugando con su pita", agregó González.

Rastreo fluvial

A la 8.30 de la mañana de ayer llegó hasta la ribera del Rahue una unidad del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) desde la capital regional, para iniciar la búsqueda del pequeño.

Luego de una rápida coordinación con los familiares del pequeño, los cuatro efectivos iniciaron la búsqueda en las cercanías del lugar donde se perdió su rastro.

Se implementó un sistema de rastreo fluvial, el cual consiste en una revisión de la ribera, además de buceo en profundidad y superficie.

El sargento Miguel Mansilla, quien estuvo a cargo de los integrantes del escuadrón policial, explicó que durante la primera jornada inicialmente se rastreó el lugar donde desapareció el pequeño y luego se continuó aproximadamente cinco kilómetros río abajo.

"Después de efectuar una hora y media de buceo en el lugar donde se podría encontrar el menor, nos percatamos que la corriente no permite que el cuerpo quede depositado en el lugar. El suelo es despejado, hay mucha piedra y la corriente es abundante y, lo más probable es que se haya producido un arrastre", explicó el sargento Mansilla.

La unidad especializada siguió la corriente, para descartar los puntos donde podría estar el cuerpo. Las maniobras finalizaron pasado el mediodía y continuarán hoy a contar de las 8.30 de la mañana.

Precisamente en esta jornada revisarán los lugares donde hay mayor profundidad, ya que si bien ayer se inspeccionaron aquellos puntos donde la profundidad alcanza los siete metros, se volverá para tener la certeza que el menor de contextura delgada no se encuentre en aquellas zonas.

Ayuda buzos

Por su parte Patricia, en medio del dolor y la preocupación por la desaparición de su hijo, salió a buscar ayuda, pues no cuenta con los recursos suficientes para contratar personal para las labores de rastreo.

Por ello solicitó apoyo de un grupo de buzos de Bahía Mansa, en la comuna de San Juan de La Costa, quienes se unieron a las labores ayer por la tarde para así agilizar el rastreo.

Además, la madre de la víctima recibió el ofrecimiento de buzos de la comuna de Maullín, quienes también llegaron durante la tarde de ayer para apoyar la labor.

El único inconveniente es que la mujer debe reunir 30 mil pesos para cancelar parte de los gastos que deben afrontar los buzos de Bahía Mansa.

"No tengo esa suma. Tendré que ver cómo me los consigo, porque no poseo dinero", comentó Patricia, quien se dedica a labores como asesora del hogar, lo que le permite mantener a su familia.

Propuestas concejales

En medio de esta compleja situación, los concejales Osvaldo Hernández (DC) y Víctor Hugo Bravo (UDI) plantearon la posibilidad de entregarles opciones de asistir a la piscina municipal a aquellas familias que no tienen los recursos económicos suficientes para cancelar las entradas. Con ello, afirmaron, se evita que bajen hasta la ribera del Rahue para refrescarse durante la temporada estival.

Hernández planteó la posibilidad de subsidiar el valor de la entrada a la piscina municipal construida en el Parque Chuyaca, ya que según él, el valor que tiene para ingresar a este recinto es muchas veces inalcanzable para aquellas familias más vulnerables.

Es por ello que solicitó que el municipio entregue entradas para la piscina, para que a través de las juntas de vecinos se ofrezca la opción de asistir a divertirse en un lugar seguro y así evitar que la gente tenga que ir al río Rahue para bañarse.

"Con esto evitamos que cada año mueran entre cuatro y cinco personas producto que usan este río para bañarse, porque que no tienen otra opción donde ir", dijo Osvaldo Hernández.

Víctor Hugo Bravo, por su parte, solicitó que para el presupuesto del próximo año se contemple la construcción de una piscina en el camping Arnoldo Keim (ubicado en el inicio del Camino Real al final de Rahue Alto), para entregar la posibilidad de que aquellas familias más vulnerables del sector de Rahue tengan la posibilidad de bañarse en un lugar seguro y a un bajo costo.

información

17.30 horas Patricia junto a sus dos hijos menores salió de su casa en dirección a la ribera del Rahue.

18.30 horas Patricia pierde el rastro del pequeño Ángelo de 5 años de edad.

8.30 de la mañana de ayer el personal del Gope inició las labores de búsqueda en el río Rahue. Durante la tarde se unieron buzos de Bahía Mansa y Maullín.

"Le dije "hijo, vamos". Lo miré y luego me di vuelta para subirle el pantalón a Esteban. Cuando volví a mirar, Ángelo ya no estaba".

Patricia Quezada

Madre de Ángelo

"Después de efectuar una hora y media de buceo en el lugar donde se podría encontrar el menor, nos percatamos que la corriente no permite que el cuerpo quede depositado en el lugar".

Miguel Mansilla

Sargento del Gope