La cinta italiana "La grande Bellezza", del italiano Paolo Sorrentino, fue la gran ganadora de la 26 edición de los premios de la Academia del Cine Europeo, volcada en homenajear con el galardón de honor a Pedro Almodóvar, a modo de espaldarazo al cine español.
El filme de Sorrentino, un tributo a Federico Fellini apuntalado en el talento de su actor, Toni Servillo, acaparó el premio a la mejor película del año, al director y, finalmente, a la interpretación masculina.
El retrato de la Roma decadente, narrada a través de los ojos de un periodista de por sí en declive, ganó la batalla a la gran favorita, le belga "The brocken circle Breakdown", que ganó el premio a la mejor actriz, la joven Veerle Baetens. Otros lugares destacados fueron para el francés François Ozon, que obtuvo el premio al mejor guión por "Dans la maison", mientras que el cine joven alemán fue distinguido a través de "Oh Boy", de Jan Ole Gerster, mejor ópera prima.
Almodóvar había desembarcado en Berlín al frente de un abultado clan -entre otros, Javier Cámara y Rossy de Palma-, ya además de homenajeado del año tenía entre las nominadas "Los amantes pasajeros", candidata como mejor comedia. No le sonrió la suerte ahí, como tampoco le ocurrió a "Blancanieves", de Pablo Berger, que optaba a varios premios y tuvo que contentarse con el de vestuario.
Pero el nombre del director manchego fue el más mencionado de toda la noche, mientras las cámaras se detenían una y otra vez sobre su rostro, más incluso que sobre la otra homenajeada de la gala, la actriz francesa Catherine Deneuve, quien recibió un premio al conjunto de su carrera.
Almodóvar aprovechó el premio para lanzar uno de sus discursos en inglés, mezcla de un largo catálogo de agradecimientos a su madre, a su productor y hermano, Agustín, a su nómina de actores que van de Antonio Banderas a Carmen Maura y un largo etcétera, y también de denuncia a la situación en España.
"Todos tenéis algo en común", dijo, en alusión a la generación de su madre, de su hermano, a sus actores y al conjunto de ciudadanos españoles que, afirmó, "son víctimas de un gobierno muerto e insensible a sus problemas".
Almodóvar recibió el premio acompañado por el equipo de "Los amantes pasajeros", que le cantaron desde el escenario el "I"m so Excited".
El nombre de Almodóvar quedó inscrito en los premios europeos en el año fundacional de la Academia, 1989, con el premio al "Director promesa" que recibió "Mujeres al bordo de un ataque de nervios".
Desde entonces, el español arrasó en otras ediciones: en 1999 ganó el premio al mejor filme y otros dos, con "Todo sobre mi madre", en Berlín, mientras que en 2006, "Volver" ganó cinco galardones en la fiesta entonces celebrada en Varsovia.
La gélida Deneuve y el cálido Almodóvar no estuvieron solos en el capítulo de ilustres homenajeados. El veterano Ennio Morricone, de 85 años, recibió el galardón a la mejor composición por su música de "The best offer".
Fue una ceremonia sobria, pero larga, en el histórico Haus der Berliner Festspiele, un teatro del antiguo sector occidental, fuera del circuito de la modernidad berlinesa aglutinada en lo que fueron los barrios del este de la capital.
En Berlín fundaron la Academia, en 1989, Wim Wenders, Ingmar Bergman y otros cuarenta cineastas europeos, como respuesta a Hollywood, y así se celebra la gala cada dos años, de acuerdo a su tradición rotatoria que la ha llevado en sucesivas ediciones a París, Roma, Varsovia, Barcelona y Malta, entre otras ciudades.