El cordón montañoso de El Caulle está más vivo que nunca después de la última y violenta erupción ocurrida en 2011 y guarda, como toda montaña, varios secretos. Uno de ellos es cuándo y dónde hará erupción nuevamente.

Prueba de que la vida está presente en la montaña es la presencia de un ejemplar de avutarda del género Chloephaga poliocephala, también llamada vulgarmente "caiquén común de cabeza gris" o "gansillo", especie herbívora que aprovecha los abundantes pastos y coironales que se han renovado después de recibir el golpe de ceniza.

Otro secreto de la montaña es que la fuerte erupción dio origen a un caudaloso río de aguas termales que fluyen desde las entrañas del macizo a una temperatura de 35° Celsius y con un caudal aproximado de 300 litros por segundo. Un baño que aprovechan los turistas y visitantes que se atreven a llegar a las altas cumbres, para relajarse después de un agotador recorrido por aquellos hermosos parajes.