Dios, Matthei y Jesús
"La lógica contractual, liberal y economicista convierte la educación superior en un negocio"
Tres temas rápidos. El primero tiene relación con la oferta impúdica y posible estafa de CFTs, universidades e institutos que crean carreras sólo para lucrarse con los beneficios del Estado, que se entregan por alumnos vulnerables. La lógica contractual, liberal y economicista convierte la educación superior en un negocio, en una especie de mercado de las pulgas donde si compras algo fallido, que no sirve, es tu problema, porque fue un "acuerdo privado". Más de alguno que lee estas líneas tendrá su propia experiencia, habiendo gastado años en una estafa rimbombante.
El segundo tema tiene que ver con el llamamiento de la candidata Matthei a los reflejos más básicos del mundo evangélico.
La señora Matthei comete una terrible equivocación al involucrar en forma descarada la religión en la segunda vuelta. El mundo evangélico siempre ha sido tentado por distintos políticos y tiene bastante discernimiento en general, para darse cuenta de las intenciones.
Si bien es histórica la famosa frase "París bien vale una misa", en este caso puede surtir el efecto contrario.
El intento de convertir en santa cruzada la elección de diciembre, y por tanto de talibanizar la política y convertirla en un escenario pasional, es no sólo estéril y peligroso, sino que atenta contra lo que un buen político debe hacer: educar, liberar las mentes de la ignorancia, hacer de la política un arte de excelencia; en suma, tener responsabilidad para con su país y el pueblo.
Mis saludos al senador Moreira, al cual muy pronto le pediré acciones consecuentes con un evangélico declarado.
El tercer tema es que se acerca Navidad. La del Viejito Pascuero, de lucecitas, regalos abiertos al día siguiente.
La que viene es la que yo recuerdo, el natalicio del revolucionario más grande que ha pisado este mundo, con enseñanzas tan anárquicas, impías y destructoras para su época, que unieron judíos y romanos (que se odiaban a muerte) en un sólo grito salvaje, pidiendo la muerte de Cristo.
Claro aquí nos han vendido la imagen del Jesús dulzarrón y han hecho olvidar al hombre que sufría por causa de la justicia, que acogía a los pobres, los marginados, abraza a niños y leprosos contra su pecho, el primero que dijo que la mujer podía pensar y dedicarse a cosas distintas al deber doméstico.
Bueno, usted elija su Navidad, porque yo tengo la mía y no se encuentra en el retail. Así como el amor no se compra…