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Israel rechaza el acuerdo con Irán y envía una misión a EE.UU.

Reacciones. Benjamin Netanyahu se mantiene escéptico sobre el consenso alcanzado en Ginebra, pese a que la comunidad internacional lo celebra.
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Israel se quedó ayer casi solo en su rechazo frontal al acuerdo alcanzado entre Irán y las potencias del Grupo 5+1 sobre el programa nuclear iraní, que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó de "malo" y la mayoría de países ven como un importante "primer paso".

Con el firme respaldo de Canadá, que mostró su escepticismo, Netanyahu recalcó ayer que "sería feliz si pudiera unirme a esas voces por el mundo que están alabando el acuerdo de Ginebra (...), pero es aún un mal acuerdo".

Netanyahu anunció que enviará a un asesor de seguridad a EE.UU. con el fin de intentar influir en el acuerdo nuclear.

El ministro de Asuntos Exteriores canadiense, John Baird, cuyo país retiró su representación diplomática de Irán y que se ha definido como el "mejor aliado" de Israel, anunció que mantendrá íntegramente sus sanciones, pues desconfía de la buena voluntad de Teherán.

Aunque se mostró comprensivo con las reticencias israelíes, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, insistió en que el acuerdo provisional para detener el programa nuclear de Irán hace que Israel "esté más seguro", pese a las afirmaciones de Netanyahu, que también lo consideró "un error histórico".

Francia, que mantuvo las posturas más duras dentro de Grupo 5+1 en la negociación, dijo que el acuerdo temporal para que Irán paralice durante seis meses su programa nuclear también es positivo para Israel y para "la seguridad en el conjunto" de Oriente Medio.

El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, admitió que el acuerdo deja "preocupaciones legítimas" en Israel, aunque su primer ministro, David Cameron, valoró que el acuerdo deje a Irán "más lejos de obtener armas nucleares".

"El buen avance sobre Irán está lejos del final, pero es una muestra de que la presión funciona", afirmó Cameron, aunque consideró el pacto como "un primer paso importante".

En un tono similar, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló al acuerdo como "un importante primer paso" y confió en que en los próximos meses se avance hacia una solución total.

En todo caso, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, mostró la comprensión del Gobierno alemán ante la preocupación de Israel por el acuerdo e insistió en dar nuevos pasos con prontitud.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró satisfecho por el acuerdo y pidió que los interesados hagan "todo lo posible" para extenderlo y convertirlo en "el inicio de un acuerdo histórico" para Oriente Medio.

Entre los países del entorno de Irán, Arabia Saudí (pese a sus iniciales reticencias) y el resto de países árabes y musulmanes dieron una moderada bienvenida al acuerdo.

En EE.UU., legisladores de ambos bandos se han mostrado escépticos con el acuerdo, por lo que están considerando aumentar las sanciones contra Irán en caso de que el consenso se desmorone. El acuerdo firmado en Ginebra prevé que Irán cese el enriquecimiento de uranio a más de 5% durante seis meses, y la suspensión del reactor de Arak, que debía entrar en servicio en 2014 y podría producir el plutonio necesario para la fabricación de una bomba atómica.

Honduras: la oposición acusa fraude en las elecciones

Presidenciales. Pese a no haber aún un cómputo oficial, el candidato oficialista ya se proclamó ganador.
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Resultados parciales dados a conocer ayer por la tarde arrojaban un virtual triunfo del candidato oficialista Juan Orlando Hernández en las elecciones Presidenciales de Honduras. Sin embargo, la oposición, encabezada por el ex Mandatario Manuel Zelaya, denunció fraude electoral.

Zelaya, derrocado por los militares en 2009, dijo que el Partido Libre no reconocía un conteo oficial que daba a Hernández un 34,19% de los votos, frente a un 28,83% de su esposa y candidata Xiomara Castro, cuando se habían computado un 58% de las actas.

El partido asegura que hay 450 mil votos con inconsistencias que están siendo verificados y que le darían la victoria a Castro. El Tribunal Supremo Electoral reconoció que estaban revisando esos sufragios y urgió a los centros de votación a acelerar el envío de actas.

"No aceptamos esos resultados falsos, no estamos dispuestos a aceptarlos (...) Mientras no se demuestre lo contrario, tenemos el triunfo en las manos", dijo Zelaya en una conferencia de prensa con cientos de sus seguidores donde extrañamente no estaba presente la candidata presidencial.

Unos 500 seguidores de Castro y Zelaya, jefe del partido Libre, marcharon al hotel donde el tribunal instaló el centro de cómputos. Policías antimotines con escudos y cascos siguieron a los manifestantes. La seguridad fue reforzada en la casa presidencial, que está cerca del hotel.

Aunque hasta ayer por la tarde el tribunal todavía no lo declaraba ganador, Hernández dijo que ya recibió felicitaciones de los presidentes de Colombia, Guatemala y Panamá. El presidente nicaragüense, el izquierdista Daniel Ortega, también lo llamó para felicitarlo. "El triunfo no se negocia con nadie, el resultado es el que el pueblo hondureño decidió en las urnas", respondió Hernández a sus adversarios en una conferencia de prensa en Tegucigalpa.