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La falta de agua afecta a setenta familias de San Juan de la Costa

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Pese a la intensidad con que llovió esta semana, el déficit hídrico por precipitaciones en la provincia de Osorno aún bordea el 13%, y es sólo una arista para explicar la falta de agua en algunas comunas de la provincia.

La crisis se siente con fuerza en territorios como San Juan de la Costa, donde el municipio debe ampliar cada temporada la ayuda a las comunidades y familias, para que tengan acceso al agua potable.

Un catastro que maneja la Oficina de Desarrollo Rural de San Juan de La Costa advierte que en la comuna hay 30 sectores a los cuales se debe asistir periódicamente con el vital elemento, en especial en la zona norte de la comuna, donde se concentran 18 de los puntos más críticos, los que en algunas periodos del año subsisten sólo gracias a este abastecimiento.

Para la temporada 2013-2014, el panorama no se observa especialmente alentador, ya que se teme que la crisis se profundice no sólo en San Juan de la Costa, sino en todo el borde costero de la provincia y en las localidades de Puyehue y Puerto Octay.

Zona de emergencia

José Queupán, jefe de gabinete del municipio de San Juan de la Costa, manifiesta que una de las posibilidades que hay para llegar con ayuda más efectiva y pronta es que se declare zona de emergencia a la comuna.

Sin embargo, obtener esta calidad requiere de una serie de trámites que avalen la crisis que se vive en el territorio. Si se declara la zona de emergencia, el municipio podría acceder a fondos de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) para la adquisición de estanques de agua de entre 500 y 1.000 litros, implemento que ya solicitan las comunidades.

Hilda Yefi, directora de la Oficina de Desarrollo Rural de San Juan de la Costa, indica que ya registran 70 solicitudes de este tipo. Se trata de familias que no alcanzaron cobertura el año pasado y otras que se han sumado al listado hasta antes de que se iniciara el paro de funcionarios municipales.

"El año pasado llegaron 40 estanques y como la demanda es alta, el número resultó ser insuficiente, por lo que se optó por privilegiar a personas con alguna discapacidad, adultos mayores y familias que tienen a personas postradas.

"Todos tenían informes sociales, pero no se pudo ayudar a la totalidad", apunta la funcionaria.

La distribución del agua se efectúa con un camión aljibe que el municipio solicita al cuerpo de bomberos de Bahía Mansa. Un sistema que el jefe de gabinete del municipio costero señala que debe modificarse pronto y por lo mismo están solicitando al Gobierno Regional recursos para adquirir un carro propio.

"Lo ideal es que nuestro municipio cuente con uno, ya que de haber una emergencia, un incendio, los bomberos no contarían con el carro para sus labores", dice.

Asimismo, con un camión aljibe la distribución de agua solamente se puede efectuar una vez por semana, lo que muchas veces es insuficiente para la demanda.

Bajo la administración del alcalde Bernardo Candia (DC), el municipio de San Juan de la Costa distribuyó agua durante el periodo diciembre 2012 a mayo de 2013.

Se trabajó arduamente por seis meses hasta que las lluvias aminoraron, en parte, la necesidad de agua. A escasas semanas de la llegada del verano, el problema vuelve a intensificarse en esta zona, donde las comunidades ven con preocupación el inicio del periodo estival.

sólo con balde

En el sector de Bellavista, en San Juan de la Costa, viven 26 familias que si bien cuentan con un sistema de riego, que debería distribuir el agua por mangueras y tuberías, aún no pueden hacer uso de él. Por ahora utilizan el agua de un pozo, la que deben extraer con baldes.

Elba Huilitraro tiene 46 años y vive con sus dos hijos mayores y su pareja. Cada jornada toma pesados baldes con agua para llevarlos a su hogar. Usa el estanque de una lavadora para almacenar el vital elemento.

"Conseguimos que se nos beneficie con un proyecto de riego. Se hizo la represa y todo, pero falta conectar el sistema con las casas. El estanque está instalado, pero el caballero que tenía que venir a dar el agua aún no aparece", dice la mujer.

En Bellavista tampoco cuentan con sistema eléctrico.

vertientes y napas

Entre las preocupaciones que advierten los habitantes de sectores costeros a la autoridades de la comuna, la principal apunta a que el nivel de las vertientes y napas está bajando de manera inquietante.

La concejal por San Juan de la Costa, Prosperina Queupan, señala que la situación es una problemática que se analizó al interior del Concejo Municipal. La conclusión es clara: el agua está desapareciendo.

"Los estudios son poco alentadores, ya que indican que en un corto tiempo no habrá agua en la costa. Hay en algunos sectores, porque el huilliche cuida sus vertientes, que además son espacios de curación, pero en otros puntos desaparece", sostiene la edil.

En esa línea, manifiesta que es necesario contar con los resultados de un análisis sobre los puntos de concesión de agua para determinar en qué punto existen autorizaciones y si éstas afectan los cursos.

En el área de Quilloimo, que se ubica a 12 kilómetros al sur del sector La Cumbre, viven los hermanos Rosa y Alfredo Huinillir.

Ambos tienen una visión clara de lo que está pasando con el agua y apuntan sus dardos a las empresa forestales que se instalaron en el territorio.

"Tenemos un pozo que nos abastece de agua, compramos un motor que nos costó caro, pero nos hemos damos cuenta que la vertiente tiene cada vez menos agua", dice Rosa.

Su hermano Alfredo indica que la disminución de agua en la zona costera se vincula a la plantación de eucaliptos y pinos. Para ejemplificar, dice que fueron testigos de la desaparición de un humedal que se hallaba en medio de dos predios forestales.

"Ahora todo eso está seco. También había un nalquero y ya no está", cuenta el hombre que se dedica a la pequeña agricultura.

Alfredo y Rosa señalan que sin agua, el destino de la gente que vive hoy en el lugar es abandonar sus tierras.

Mineras y el agua

Si el agua ya es un bien escaso, las comunidades señalan que las concesiones mineras que se otorgan en el territorio podrían hacer más frágil el acceso al vital líquido.

"Nos dicen que si las mineras comienzan a trabajar van usar el agua, que luego no sirve para nada", añade Alfredo Huinillir.

La concejal Prosperina Queupan dice que se trata de un tema sensible en San Juan de la Costa, que hace que las comunidades estén en alerta.

"Defenderemos nuestras tierras y el medio ambiente. Nuestra vida depende de eso", dice la concejal huilliche.

En el sector de Puninque ya se instaló un hito minero cerca del nacimiento de una vertiente.

"Un día, unos hermanos fueron a preguntarle a esas personas qué hacían ahí. Primero les respondieron de muy mala forma, luego les mostraron unos papeles que explicaban que ellos tenían derechos para explorar en el sector", relata Alfredo Huinillir sobre la nueva realidad que enfrentan en la costa.

"El año pasado llegaron sólo 40 estanques, como la demanda es alta se les entregó a las personas con discapacidad y los adultos mayores"

Hilda Yefi

Oficina de Desarrollo Rural de San Juan de la Costa