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Las cinco razones de la racha que tiene a Osorno en zona de clasificación

básquetbol. El cuadro de "Manu" Córdoba está a dos partidos de lograr su paso a la segunda fase. Llega a esta instancia en su mejor momento, tras ganar los últimos seis partidos.
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No se trata de cantar victoria antes de tiempo. Para nada. De hecho, dependiendo de los resultados de este fin de semana, la temporada 2013-2014 de Osorno Básquetbol podría acabarse este domingo en Valdivia.

Esto, porque la lucha por uno de los cuatro cupos a la segunda fase en la Zona Sur de la Liga Nacional Movistar es, literalmente, descarnizada, con seis equipos con opciones de seguir jugando.

Entre ellos, un Osorno Básquetbol que hoy por hoy marcha en el tercer lugar, con 19 puntos al igual que ABA Ancud; y por detrás de Puerto Varas (21) y Universidad de Concepción (20).

Mas atrás, los "amenazantes" Las Ánimas y Castro con 18 unidades, se aferran a sus opciones. Y colistas, ya sin nada en discusión, CEB Puerto Montt y Valdivia, con 15 y 14 puntos, respectivamente.

EXPECTATIVAS

Pero el hecho es que Osorno Básquetbol tiene una impresionante racha de 6 partidos ganados y llega al final de la primera fase con un ímpetu destacable, con variantes, con confianza y con la mesura de saber que, tras un inicio complicado (1-5), el equipo tiene las herramientas para salir de cualquier situación.

Al interior del plantel nadie quiere celebrar, ya que como señalan, "aún no conseguimos el objetivo de clasificar", pero lo cierto es que la confianza está, al igual que las posibilidades de seguir luchando por la primera corona de la institución.

Las razones de dicho cambio son varias, aunque la más obvia es el cambio de los extranjeros, ya que con Rashad Jones-Jennings y Marcus Morrison el equipo no ha perdido. Pero hay otras variables importantes, quizás menos visibles para el público, pero que explican este momento "dulce" del equipo local.

La importancia de la localía

Los números son fríos: de los primeros seis partidos de Osorno Básquetbol, cuatro fueron de visita. ¿Resultado? Sólo un triunfo, ante Las Ánimas, ya que el otro duelo en el Monumental fue ante la UdeConce (el debut) y se perdió. Luego, cuatro duelos como forastero, las cuales terminaron en derrota.

Se esperaba ese cambio de escenario y resultó: de los siguientes seis partidos, cinco fueron en Pilauco (sólo se visitó a Valdivia), periodo que culminó con la racha de seis victorias consecutivas ante los del Calle Calle (en dos oportunidades), CEB Puerto Montt, Puerto Varas, ABA Ancud y Castro.

"Siempre ha sido importante el apoyo del público. Es una motivación extra saber que están con nosotros, que cuando puedes fallar continúan alentando. Ha sido vital para nuestra recuperación", indicó el ala-pívot Renato Vera, quien también jugó en Provincial Osorno. "Pienso que este año el apoyo ha sido el mayor que hemos tenido, desde que naciera Osorno Básquetbol. Y eso influye en nosotros, en los rivales y hasta en el arbitraje", agregó.

El promedio, según la dirigencia, ha sido de 1.500 personas, aproximadamente.

El cambio de los jugadores extranjeros

Es el cambio más evidente y para muchos, la verdadera razón del despunte.

Esto, ya que la dupla de Jonathan Heard (15,2 puntos y 5,5 rebotes) y Jerrah Young (8,5 unidades y 9,5 rebotes) se transformó en la menos anotadora del campeonato; lo que sumado a la racha de derrotas, desembocó en el cambio. Además, la inconsistencia de ambos no ayudó a un plantel que, en ese momento, tenía a varios lesionados.

La llegada del alero Marcus Morrison (12,9 puntos por partido) y especialmente de Rashad Jones-Jennings (17,8 unidades y 18,7 rebotes) han sido un aliciente para la escuadra osornina, que con ambos jugadores hasta ahora no ha perdido.

Morrison aporta explosividad y lanzamiento perimetral; mientras que el aporte de Jones-Jennings ha sido vital en la zona más importante de la cancha: la pintura. De hecho tuvo su mejor partido el sábado ante uno de los primeros de la clasificación, ABA Ancud, anotando 28 puntos y capturando 27 rebotes. Marcus Morrison, por su lado, comenzó poco a poco a integrarse al juego del conjunto y en los últimos dos partidos promedió 19 puntos. Para ilusionarse.

El trabajo de la dirigencia

"Hemos sido consecuentes en nuestro accionar, tanto en las derrotas como ahora en las victorias. Creemos en el proyecto y en que Osorno tenga una plaza en la competencia más importante del país, siendo una institución seria y responsable".

Álvaro Barrientos es la cara visible de una dirigencia de Osorno Básquetbol que tiene a Pedro Collao como presidente y al directorio de la empresa Creo, principal sponsor, detrás. Y es firme al señalar que no se han querido cometer errores de otras instituciones. "Somos muy responsables con el dinero, por ejemplo. Todos quisiéramos traer a jugadores más caros, pero respetamos los presupuestos", agregó.

El apoyo de la dirigencia fue fundamental en los malos momentos, en especial en darle la tranquilidad a "Manu" Córdoba para trabajar, incluso cuando el argentina fue suspendido. También en reforzar al equipo tras la Libsur; y en apostar en el momento justo por el cambio de extranjeros, con todo lo que eso conllevó. "Podríamos haberlo hecho antes, pero habríamos traído a más de lo mismo. Con estos refuerzos se hizo un esfuerzo económico, se está pagando más, pero ha valido la pena".

Poseer un plantel con variantes

La mayoría de los equipos depende en demasía de un jugador en particular, especialmente en el ataque. El director técnico Juan Manuel Córdoba ha tratado de que eso no pase en Osorno y por eso ha sumado variantes tras la Libsur. Además de los extranjeros, se incorporaron cesteros como Claudio Naranjo o José Del Solar, que le entregan una nueva dimensión y permiten no agotar al equipo durante los partidos.

"Si revisas los compromisos, se puede ver que logramos definirlos en los últimos cuartos y eso se da en parte porque los jugadores llegan bien físicamente gracias al trabajo de la semana. Además, porque hay variantes para que entren jugadores frescos. Eso ayuda también en la parte táctica", comentó Rodrigo Isbej, preparador físico de la escuadra osornina.

Pero para poder tener distintas variantes hay que tener a los jugadores sanos. Y, hoy por hoy y salvo algunas molestias lógicas, todos están disponibles para el DT. "A principios de torneo tuvimos varias lesiones juntas, producto en la mayoría de los casos por cosas fortuitas, como golpes o caídas. De hecho, nunca había tenido tantos lesionados. Pero ya se recuperaron", finalizó Isbej.

Se recuperó la confianza perdida

Este punto es una suma de todos los anteriores. La recuperación de la confianza de un plantel que en su momento se vio perdido y con pocas opciones de clasificar se explica por la consecución de victorias que, a su vez, tienen como razón de ser el trabajo del plantel, la llegada de nuevos jugadores y variantes y una hinchada de que no dejó de apoyar.

"Cuando estás falto de confianza tienes miedo de equivocarte, Cuando estás con confianza, sabes que puedes equivocarte, porque hay un plantel detrás que no se va a derrumbar", comentó el alero Claudio Naranjo, quien, eso sí, dejó en claro que "nunca dejamos de creer en nosotros, ni siquiera en los peores momentos. Sabíamos que la mala racha inicial (1-5) tenía que acabar en algún momento".

También afectó el poco tiempo de entrenamiento que tuvo el equipo tras la Libsur y las lesiones de jugadores como Gonzalo Velásquez. Ahora, en cambio, "sentimos que podemos ganarle a cualquiera. Tenemos variantes para mantener la intensidad en todo momento y grandes individualidades. Ahora se viene un fin de semana fuerte, pero confiamos que clasificaremos", culminó.