En las últimas dos décadas es casi imposible encontrar un partido en que albos y azules hayan animado un "superclásico" donde al menos uno de los dos no haya llegado jugándose su opción al título. Pero eso será justamente lo que sucederá este domingo a las 12.00 en el Estadio Monumental.
Colo Colo ya no tiene opciones para levantar su estrella 30 y la Universidad de Chile sólo se aferra a las matemáticas y a un milagro para que la Universidad Católica y O"Higgins se caigan y varias veces, lo que es difícil a cuatro fechas del termino del Apertura.
Pero los equipos con mayor cantidad de hinchas del país saben que se juegan el honor... y también la posibilidad de quedar entre los cinco primeros para clasificar a la liguilla que otorga un cupo a la Copa Libertadores.
En Macul asumen que una derrota prácticamente les pondría término anticipado al año, ya que tienen sólo 17 puntos, marchan duodécimos y a cuatro unidades de quien está quinto por el momento: Deportes Iquique.
"Nosotros no salvamos el año con este partido. Perdimos el campeonato y es lo que más duele", lamentó el defensor central Sebastián Toro.
Colo Colo lleva doce años venciendo a la "U" en el Monumental y quiere mantener esa racha. El zaguero dijo que "como colocolino éste es el partido que uno quiere ganar", y agregó que "tenemos que defender el invicto en casa y no podemos dejar puntos. No tenemos margen. No se puede perder. Los que entren se tienen que jugar la vida y pelear todas las pelotas".
En un intento por quitarle revoluciones al encuentro, dijo que no volvería a pisar un lienzo de la "U", como hizo durante un entrenamiento previo a un "superclásico" del 2011. "Fue un error", asumió.
Uno de los que tuvo pasado azul, a pesar de ser un reconocido hincha albo, es Emilio Hernández. "(Si hago un gol) Lo voy a celebrar con todo porque es el equipo en el que siempre quise estar (Colo Colo), así que feliz y ojalá pueda marcar, que es lo que más quiero", afirmó el "Choro".
VISITA CUESTIONADA
En la "U" no quieren dar por perdida la lucha por el campeonato, aunque lo más probable es que sólo puedan aspirar a la liguilla. Los azules marchan terceros, con 22 unidades, a ocho del líder UC.
Ayer el plantel fue visitado por el presidente de Azul Azul, José Yuraszeck, denunciado ante el tribunal de honor del fútbol chileno por su actuación en el clásico universitario y en los días posteriores, cuando tuvo un duro enfrentamiento con su par de Cruzados, Jaime Estévez, a quien le negó también el acceso al camarín del árbitro Enrique Osses luego que este suspendiera el partido por el lanzamientro de un proyectil sobre el volante Fernando Meneses.
"Ya perdimos los puntos", dijo el goleador laico Issac Díaz, quien agregó que en los líos dirigenciales "no nos vamos a meter".
El jugador oriundo de Fresia afirmó que si se registrara un problema similar en el Monumental el domingo, y cayera un proyectil a un compañero, "nosotros seguiríamos jugando".
Pese a las diferencias de puntajes entre ambos, en los planteles y en las licencias defensivas que ha mostrado durante este torneo su rival de turno, Díaz comentó que "no nos podemos confiar de las supuestas debilidades de Colo Colo" e insistió en que ellos no llegan como favoritos.
"Tenemos que estar tranquilos, no cometer errores y entrar y salir los once. Hay que jugar a muerte y salir con los tres puntos", añadió.
Un árbitro con historia
Jorge Osorio será el encargado de arbitrar el "superclásico", un réferi que ha dirigido en dos ocasiones un partido entre ambos equipos, los dos en el Monumental y con victorias para los albos. Anoche en ambos cuadros se esperaba la decisión del Tribunal de Penalidades sobre el futuro del arquero azul Johnny Herrera, que se expone a un castigo de hasta 50 fechas por agredir el domingo 27 de octubre a la camilla en que estaba lesionado el jugador de la UC Fernando Meneses. Sebastián Toro, de Colo Colo, dijo que prefería que el portero jugara.