Se discute qué significó para la música, quiénes fueron sus grandes representantes y hay hasta quien duda que existiera el "britpop", pero Blur, sus íconos más desenfadados, machacaron el sábado el escenario del festival Quilmes Rock de Buenos Aires y demostraron que los años 90 siguen vivos.
La banda inglesa se presentará el próximo jueves en la Pista Atlética del Estadio Nacional, en Santiago, en un recital que tendrá como invitado especial a Beck.
El cuarteto británico liderado por Damon Albarn (voz) y Graham Coxon (guitarra) no decepcionó a miles de aficionados desde el escenario principal del Quilmes Rock 2013, en la jornada grande de una de las citas "festivaleras" por excelencia del calendario musical argentino.
Sobre el escenario argentino, a Albarn y los suyos se les vio ya adultos pero muy enérgicos desde la primera canción, "Girls & Boys", un himno que tiene ya casi 20 años.
"Es bueno estar de vuelta", lanzó Albarn al público porteño antes de proseguir el concierto con "Popscene" y "There is no other way". El cantante aprovechó cada ocasión que se le presentó para bajar y mezclarse con el público y correr por el escenario
La noche fue un repaso del repertorio de toda una carrera, con éxitos como "Beetlebum", "Parklife", "Country House", "Trimm Trabb", o "To the end". Hacia la mitad del concierto llegó también "Coffee and TV" para que Coxon reemplazara a Albarn y se ocupase, por una canción, de la voz.
A continuación sonaría "Tender", pero no sin que antes el líder de la banda pidiese a la seguridad del recinto que subiesen al escenario a una joven. También hubo tiempo para hacer un pequeño homenaje a Lou Reed, fallecido una semana antes, interpretando su "Satellite of Love". Blur cerró la noche con "Song 2".
Banda clave
Blur nació en Colchester (Inglaterra) en 1989 y fue, junto a sus "archienemigos" Oasis, exponente máximo de la corriente musical conocida como "britpop". Con Oasis ya separados, la responsabilidad de llevar este espejismo noventero al directo queda en manos de ellos.