Joven cumple anhelo y monta su propia exposición de pintura
capacidades especiales. Martín Raute expondrá sus mejores obras en acrílico en una muestra que se realizará en el Museo de Artes Visuales Surazo.
"Mi hijo quiere ser famoso. Le gustaría llegar a Hollywood y actuar en una película. Por eso montar una exposición de pintura es todo un logro y es lo más cercano a su anhelo".
Orgullosa y con sus ojos húmedos de emoción, Julia Henríquez mira atenta cómo su hijo Martín Raute, de 26 años, quien padece un retraso mental, mezcla dos colores de acrílicos en su paleta para luego untar su pincel y seguir trabajando en su cuadro.
El joven, que comenzó en abril a tomar clases en un taller de pintura que se desarrolla en el Museo de Artes Visuales Surazo de calle Matta equina Bilbao, montará desde el próximo martes su primera exposición individual con parte de los trabajos que ha desarrollado y que estará abierta en este mismo lugar durante todo noviembre.
"Como familia estamos orgullosos y muy contentos del desarrollo y de los logros que ha tenido Martín. De hecho, su hermana que vive en Talca también vendrá a la inauguración de la muestra", comentó la orgullosa madre.
El profesor del taller de pintura, Raúl Paredes, explicó que esta iniciativa partió tras una conversación con la madre y con las representantes del Surazo, y que están abocados en enmarcar las 25 obras que exhibirá este joven.
"Martín ha mostrado una evolución importante en sus trabajos. Uno lo ve, por ejemplo, en las terminaciones de las figuras que pinta, pero además se aprecia una buena mezcla de colores, los que se ven bastante limpios", comentó el profesor del taller, al cual asiste Martín Raute los martes y viernes por dos horas.
La madre del joven pintor señala que es bastante ordenado con todos los implementos que utiliza para pintar e incluso comenta que no le gusta faltar a las clases porque se entretiene en ellas.
HISTORIA
El joven nació en Santiago pero durante muchos años vivió en Puerto Montt junto a su familia. Sin embargo, de la capital regional no guardan muchos recuerdos, porque Martín fue víctima de bullying en el establecimiento donde estudió, lo que pudo vencer con tratamiento médico, pero también con su cercanía con las manualidades y actividades artísticas.
"Hace más de un año que nos radicamos en Osorno y para Martín ha sido un cambio muy positivo, porque está tranquilo y participa de muchas actividades que le han hecho bien", apuntó su mamá.
De hecho, además de participar en el taller de pintura, asiste al taller musical Birimbao del Centro Cultural Sofía Hott, donde toca el teclado y también a un curso de cerámica en el Centro de Salud Mental.
Asimismo, participa en un taller de yoga y en uno de sociabilización porque, según comenta su mamá, lo que más desea es tener amigos en la ciudad.
"Todo lo que le gusta está ligado al arte. A esto se suma que le encanta mucho el cine, por lo que ve películas. En casa se sienta a leer y si bien no sabemos si va entendiendo, pasa un buen rato en eso", dijo su madre.
Si bien Martín no es muy bueno para conversar, sí se refirió a su amor por la pintura, indicando que le gusta porque lo pasa bien.
Tanto su madre como también su profesor coincidieron en señalar que este tipo de iniciativas son importantes para la integración, sobre todo para quienes tienen capacidades especiales.
"Para mi hijo esta es una muy buena posibilidad para mostrar su trabajo y sin duda es un ejemplo de que se pueden hacer cosas y que no hay cosas imposibles", aseveró la madre.