Cartas al Director
Carta a una amiga
Querida Jeanine, ¿Qué decir? Hace una semana que estoy tratando de encontrar las palabras apropiadas, pero no existen.
Hace poco más de una semana, de alguna forma también se detuvo el corazón de todos tus amigos y quienes te conocieron. Hace poco más de una semana íbamos a tomarnos un café y hablar del museo, de las necesidades de la parroquia que tanto querías, de Iñaqui, la Negrita, el nieto en camino y de Javier, el último viaje al norte de tu querido Mono, de Patricio y Marcelo, tus estupendos hijos, de Clemente y Domingo tus primeros nietos; de la vida. Y nos íbamos a reír y a recordar y a prometer que este mes sí iríamos a ver a monseñor Goic a Rancagua. Pero Dios dispuso y mucha gente en Osorno te fue a despedir a una catedral tan llena de amor que se podía tocar. Allí estaba monseñor Rebolledo, los curitas Mauricio y Bernardo y el padre Hernández y tu primo Renato. Allí estaban tus hermanas, fuertes, íntegras, tratando de contener tanta emoción que caía por los ojos. Allí, serena y en paz, tu querida mamá, acogiendo, tal vez esperando.
Vivian Arend
Amiga querida, nada puedo decir que no hayan dicho ya en la misa o Patricio o Paulina. Que eras de una sola palabra, que eras alegre y acogedora, seria y servicial, nunca un comentario negativo, nunca un mal gesto, que todos podíamos contar contigo; sabías estar. Jeanine, ahora eres más sabia, ahora estás donde tantas veces conversamos, caminando hacia Dios, en paz. Y yo no te quiero molestar, pero no puedo dejar de decirte que cuando un amigo muere un poco de nosotros también y ese día cuando te fuiste una parte de nosotros se fue contigo y otra muy importante queda aquí esperando en forma de recuerdo, de los mejores momentos. Gracias querida Jeanine, un abrazote y no te preocupes, porque "somos o no somos los gatos plomos" hasta encontrarnos. Tu amiga, Vivian.
Memorial
Qué triste debe ser para quienes tuvieron parientes o amigos que murieron o desaparecieron sin ser encontrados para el 27/F, escuchar y presenciar los alegatos y críticas de mala leche, por la inauguración del memorial en su homenaje, por parte de políticos de oposición, quienes reclaman por trabajos que restan por hacer.
Los valores del respeto por quienes hoy no están, han transformado el dolor en rencillas políticas y lucha por intereses personales sin sentido de humanidad, viendo en aquellas significativas moles de concreto sólo un motivo para continuar con la soberbia y falta de tino de algunos para quienes nada de lo que se hace o construye está bien.
Claudio Valdés Muñoz
Tenencia de mascotas
Mirando a los ojos a mi perro, pude darme cuenta de lo humanas que pueden llegar a ser sus miradas, casi tratándonos de transmitir lo que perciben, lo que sienten. Inaceptable es ver cómo algunos están a favor del exterminio de perros vagos. ¿Por qué hacerlos pagar a ellos por un delito que no han cometido? Ni a los verdaderos criminales se les da esta sentencia de muerte.
Quienes deberían pagar son los dueños insensibles que día a día los arrojan como verdadera basura a la calle, actuando con una verdadera mentalidad egoísta, sin pensar en el sufrimiento del animal. Ellos sienten y sufren como nosotros, merecen respeto. Nadie está obligado a tener mascotas, pero si se decide tenerlas hay que ser responsables, porque es una relación que nosotros elegimos tener, no los animales, tenemos el control, no ellos.
La verdadera solución no es la compasión ni menos la matanza, sino un cambio de conducta humana de mayor respeto y responsabilidad hacia las demás personas. Si se quiere ayudar al animal, se debe hacer sin generar impactos en los vecinos. Lo mínimo es limpiar los restos de comida y deposiciones de los perros que queden en el lugar para evitar malos olores. Alimentar a los perros callejeros es una medida provisoria, pero la verdadera solución es encontrarles un hogar que los acoja con amor.
María Jesús Sanzana Ortega
Televisión
José Valenzuela V.
Ahora que se discute la nueva ley de TV, sería bueno que el Sernac, el Gobierno y los parlamentarios se apiaden de los pobres televidentes quienes estamos obligados a contratar 60 o más canales en circunstancias que en cada hogar no se usan más de 15. ¿Por qué debemos pagar, por ejemplo, canales para niños si somos un matrimonio adulto mayor y no tenemos niños? ¿O 6 y 7 canales de deportes si nos basta con saber los resultados en los informativos? ¿O pagar 30 o más canales de música que no necesitamos? Además, se nos ofreció que los canales de cable funcionarían sin propaganda y resulta que los cables pasan 5 minutos de películas y 10 de propaganda comercial o de sus propios programas.