Estaba desesperada. A sus 20 años de edad, Fabiola quedó embarazada y la noticia lejos de alegrarla le ocasionó terror e incertidumbre. Pensó que su hijo sería fruto de una relación que no tenía futuro, terminaría por interrumpir sus estudios como asistente de párvulos y, lo peor de todo, provocaría la ira de sus padres, que no la apoyarían. No tenía sustento económico para criar a un niño, menos en el campo donde vive cerca de Osorno.
Pensó en abortar, pero esta opción era riesgosa y requería dinero. La idea circuló por un tiempo en su mente, pero decidió esperar un poco más. Buscó por internet si aparecía alguna posibilidad y sin saber muy bien cómo, se topó con el contacto telefónico 800572800 del programa Acoge una Vida.
Llamó y una mujer -María Inés- al otro lado de la línea, la tranquilizó. Por esos días tenía sólo dos meses de embarazo y era agosto de este año.
"Pensé que entregarla en adopción sería lo más sano, María Inés me dijo que lo mejor era contarle a mis padres, pues quizás me apoyarían. Hablamos como 15 minutos ese día. Luego ella me siguió llamando y a veces yo la llamaba, hablamos entre dos o tres veces por semana", cuenta Fabiola.
Recién este mes, la joven enfrentó a sus padres y contó sobre el estado que disimuló por meses.
La reacción fue distinta a la que ella esperaba: sus padres decidieron apoyarla. "Por lo mismo, me voy a quedar con mi hijo, ellos me dijeron que no lo dé en adopción", cuenta Fabiola, quien aún se mantiene en contacto con la voluntaria del programa Acoge una Vida, y espera pronto tener a su hijo, pues está en su último trimestre de embarazo.
LLAMADOS
Según cifras de la Fundación Chile Unido, el 93% de quienes están en riesgo de abortar, tras recibir el apoyo sicosocial del programa, optan por dar vida a sus hijos y en su gran mayoría también se quedan con ellos, mientras que otro porcentaje menor, inferior al 2%, los da en adopción.
Del total de las mujeres que actualmente acompañan las voluntarias, hay 42 casos de la Región que se contactaron vía telefónica solicitando ayuda. De ellos, 10 son de Osorno.
"Se les entregó el apoyo, la contención y acompañamiento sicosocial que las personas en esta situación necesitan para enfrentar de mejor manera su embarazo. Una vez que nos llaman, esa persona no se siente más sola", señala la directora ejecutiva de Fundación Chile Unido, Verónica Hoffmann.
Este acompañamiento se efectúa desde que se recibe la primera llamada al número 800572800, hasta que el hijo o hija cumple el año de vida. Una vez que nacen los niños y en caso de necesidad, se les hace llegar por encomienda un ajuar, pañales y otros artículos de primera necesidad.
Lo anterior, gracias a que el programa trabaja con una red de entidades y profesionales que colaboran en los casos de mayor riesgo y a los cuales son derivadas algunas mujeres. Además, a todas se las incentiva a realizarse una ecografía antes de tomar cualquier decisión.
"No hay nadie que escuche los latidos del corazón de su bebé y siga con la idea de abortar. Para nosotros es un punto de quiebre clave; incentivamos a que las mamás se realicen una ecografía antes de tomar una decisión tan fuerte", precisa Hoffmann.
La asistencia de atención telefónica se realiza a través de madres voluntarias, quienes son las encargadas de atender a las mujeres angustiadas que deciden marcar el Fono Vida, línea gratuita que recibe llamadas de todo Chile. Otra vía de contacto es a través del sitio www.embarazonodeseado.cl.
"Pensamos en sicólogas, pero nos dimos cuenta que las mujeres no necesitan a alguien que las tratara, sino que las acogiera sin cuestionarlas y les bajara su nivel de angustia. Si es necesario, las derivamos a profesionales de nuestra red", explica la directora ejecutiva de Fundación Chile Unido,
En los 14 años de existencia del Programa Acoge una Vida, han entregado asistencia a 3.760 casos de embarazos no deseados.
En 2012, el 43% de las atenciones fueron de regiones y éstas no sólo se enfocaron en futuras madres, sino también en hombres que tenían parejas que habían decidido abortar. Al mes, las madres voluntarias atienden 150 llamados y aquellos que no se reciben en el horario de atención, se les deriva a una grabadora que guarda los datos para después devolver la llamada.