Con aplausos de la audiencia concluyó ayer el juicio por el asesinato de Daniel Zamudio, quien murió el 2012 tras recibir una paliza por su condición homosexual, y cuyo deceso derivó en la aprobación de una ley contra la discriminación que se tramitaba hace siete años.
Los jueces del cuarto tribunal oral en lo penal condenaron a cadena perpetua simple, es decir a 20 años de prisión efectiva, a Patricio Ahumada Garay, acusado de liderar la golpiza propinada al muchacho de San Bernardo, y que tenía antecedentes policiales.
La falta de prontuario llevó a los magistrados a condenar a Alejandro Angulo Tapia y a Raúl López Fuentes a 15 años de presidio mayor en su grado medio por homicidio calificado consumado. Por la colaboración que prestó con la investigación y su irreprochable conducta anterior, Fabián Mora Mora recibió una pena de siete años de prisión efectiva, un año menos que lo que solicitaba la fiscalía.
"Pato Core" se sumó a los aplausos cuando los gendarmes lo conducían al interior del tribunal. En el trayecto miró al padre de la víctima, Iván Zamudio, y a los jueces, a quienes acusó de haber recibido dinero por su fallo.
"Patricio Ahumada está en una campaña por ensuciar este proceso. Está en una huelga de hambre y ahora dijo que los jueces habían sido comprados. No sé de qué habla. Acá se respetaron todas las garantías", dijo el abogado querellante del Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), Jaime Silva.
El abogado de "Pato Core", Néstor Pérez, no asistió al tribunal, pues se encontraba con una semana de descanso, por lo que fue representado por la defensora de Angulo. Anteriormente, había asegurado que solicitaría la anulación del juicio.
Iván Zamudio afirmó que no había visto el gesto ni los dichos de Ahumada, pero expresó que quedó "súper conforme" por la determinación de los jueces, porque los imputados "se van a pudrir en la cárcel".
La madre del muchacho, Jacqueline Vera, se mostró resignada con el veredicto, pues es lo máximo que permitía la legislación. "Ojalá todos tuvieran perpetua, porque los cuatro participaron en el crimen", dijo.
El veredicto coincide con la revelación del caso de Wladimir Sepúlveda, de 21 años, quien se encuentra al borde de la muerte en el Hospital Regional de Rancagua, tras recibir hace unos días una paliza en San Francisco de Mostazal por parte de seis hombres, a quienes se acercó a pedirle fuego tomado de la mano de otro joven.
Los padres de Zamudio le enviaron su apoyo a los cercanos al muchacho y rogaron para que en su caso sí opere la ley que lleva el nombre de su hijo, y que funciona como agravante ante delitos de discriminación.
"Tenemos mucha pena (...) ¡Ya está bueno de tanta irracionalidad porque alguien tiene una orientación distinta! ¿Quién más tiene que morir para que esto pare?", se preguntó el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.
El Presidente lamenta nueva agresión
Wladimir Sepúlveda seguía ayer en coma y conectado a un respirador artificial a causa de la paliza que sufrió en San Francisco Mostazal, presuntamente por causas homofóbicas. El director del Hospital Regional de Rancagua, Francisco Daniels, dijo que si vive, podría quedar con secuelas motrices, cognitivas o hasta vegetal. El Presidente Sebastián Piñera lamentó la "violencia, crueldad y alevosía" del ataque y ordenó a la Intendencia que se querelle. Además, instruyó a la Intendencia de Antofagasta que se oponga a una marcha contra inmigrantes.