Tras ocho meses de campaña y a 21 días de las elecciones, la candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, presentó ayer en un teatro del tradicional barrio Franklin de Santiago su programa de Gobierno, que aborda cambios en 40 aspectos.

El documento de 198 páginas reitera que las prioridades para un eventual nuevo período bajo su mando serán impulsar una reforma educacional, tributaria, una nueva Constitución y el fortalecimiento de la sindicalización. Además, propone legislar sobre el matrimonio igualitario y despenalizar el aborto.

Sobre este último punto, el plantea quitarle el castigo a las mujeres que interrumpan voluntariamente su embarazo en caso de peligro de la vida de la madre, violación o inviabilidad del feto.

Además, se compromete a promover un "debate abierto, con participación amplia" para elaborar y enviar un proyecto de ley de matrimonio igualitario. Ambas materias son rechazadas en el oficialismo.

Bachelet también se abrió a "revisar" el reglamento que considera a la marihuana en la lista "1" entre las drogas más peligrosas, y que según algunos expertos ha ayudado a penalizar el consumo y ha provocado la encarcelación de unas 30.000 personas desde que se aplica la medida, impulsada durante su Gobierno.

Estas materias era una de las que generaban mayores controversias entre los partidos que la apoyan, particularmente en la DC.

"Hacemos nuestro el programa de Gobierno de Michelle Bachelet", aclaró ayer el presidente falangista, Ignacio Walker.

"Para nosotros como DC, los temas valóricos son la injusticia, la desigualdad, el abuso, el desempleo, el deterioro del medio ambiente, la inequidad en materia de género, en materia territorial, esos son los verdaderos temas valóricos. A los mal llamados temas valóricos, referidos estrictamente a la cuestión de la moral sexual, del orden de la familia, nosotros le decimos ¡bienvenido el debate!", agregó.

REFORMAS PROFUNDAS

Bachelet dijo en su discurso que el sentido de su programa apunta a enfrentar la desigualdad en todas sus dimensiones.

Para ello, calificó como la "más importante" la que pretende emprender en la educación, que a su juicio debe ser "un derecho social garantizado, no un bien de consumo", como es en la actualidad.

La candidata añadió que la reforma se basará en la calidad y gratuidad universal desde la sala cuna a la universitaria. Bachelet reiteró que permitirá la coexistencia del sistema mixto, pero añadió que no habrá recursos fiscales para las instituciones que lucren con ese dinero y no lo destinen a mejorar la enseñanza de los alumnos.

"Queremos que la educación pública y subvencionada sea tan buena como la particular pagada", dijo, y defendió una reforma tributaria para financiársela a todas las personas: "¿Y por qué no pagarla con impuestos, en lugar de estrangular a las familias de clase media?"

Bachelet insistió en que impulsará una nueva Constitución que responda, según ella, a las necesidades "del futuro y no el pasado". Además de garantizar derechos de igualdad, cree que debería tener aspectos como que las aguas son un bien nacional de uso público; reconozca a los pueblos indígenas y a Chile como un "Estado pluricultural"; y que favorezca la representación política, entre muchos otros.

La candidata no precisó el mecanismo en que se elaboraría la carta magna. Esto también ha sido materia de controversia en el bloque, pues hay sectores que promueven una Asamblea Constituyente como vía, lo que desagrada a los más conservadores.

"Él método será democrático, participativo e institucional", comentó el jefe programático de la candidatura, Alberto Arenas.

Bachelet también prometió una reforma laboral centrada en el fortalecimiento de la sindicalización. Lo que más respaldo generó en los sectores progresistas del conglomerado fue el anuncio de impulsar una negociación colectiva con titularidad sindical.

Esta es una sentida demanda de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), desde donde acusan que la actual legislación permite que cualquier grupo de trabajadores se asocie y defienda en paralelo los intereses de estos, lo que a veces afecta los intereses negociadores de la organización formal de afiliados.

Bachelet reiteró un programa para inaugurar 20 hospitales en cuatro años y dejar 20 en construcción; además de edificar y mejorar consultorios y centros de salud familiar, y fortalecer la red hospitalaria pública. También, prometió terminar con las preexistencias de las Isapres.

En materia de pensiones, reiteró en que crearán una AFP estatal y que convocarán a un grupo de expertos nacionales e internacionales para reformar el sistema. Además, prometió un sueldo mínimo de $ 250.000 para mediados de su eventual mandato.

PC dice que decidirá futuro tras elección

El presidente del PC, Guillermo Teillier, dijo que apoyarán el programa "con todas las fuerza", porque "es una buena síntesis de lo que quiere el país". El diputado dijo que si gana Bachelet, tras las elecciones el Comité Central sostendrá un encuentro para decidir si participa o no de un Gobierno de la Nueva Mayoría. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) aplaudió ayer que Bachelet se convirtiera en la séptima candidatura en apoyar el matrimonio igualitario.

otros aspectos

Empleos Bachelet afirmó que en los cuatro años se crearían entre 600.000 y 650.000 trabajos. Dijo que velará por su calidad.

Institucionalidad Crearía subsecretaría para discapacidad; y de Ciencia, Tecnología e Innovación También ministerio de Asuntos Indígenas.

Grandes empresas Dijo que capitalizará Codelco y Enap, para mantener producción del primero; y fortalecer el rol energético de la segunda.

El comando de la candidata de la Alianza, Evelyn Matthei, valoró que Michelle Bachelet presentara un programa de Gobierno, pero dijo que sus propuestas de reformas tributarias y de Nueva Constitución son "irresponsables" y "ambiguas".

"Si vamos a estar cuatro años discutiendo una nueva Constitución, vamos a paralizar la inversión, porque hay tal nivel de incertidumbre, que nadie va a poner un peso en este país", dijo el jefe programático del oficialismo, Felipe Morandé.

El economista agregó que la reforma tributaria propuesta trae "una bomba atómica para las pequeñas y medianas empresas (pymes)" con la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT), un mecanismo creado en los "80 y que permite descontar de impuestos los beneficios que reinviertan.

En el comando de Bachelet afirman que este no es un mecanismo moderno y deslizan que es utilizado para que los empresarios hagan pasar por la compañía impuestos que en realidad corresponden a su bolsillo.

"Desde todo punto de vista (el programa) es irresponsable y es poco práctico (...) Es difícil hacer estos cambios sin generar una disrupción en la economía", avizoró Morandé.

"Un debate muy largo no es bueno para la salud económica y social, porque ponerse de acuerdo es muy difícil" agregó.

Una opinión diferente, pero también crítica, tiene el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, que fustigó el programa de Bachelet y lo calificó de "conservador".

"Si tú tienes 40% de voto en las encuestas, ¿por qué no aprovechas esa fuerza para arriesgar un poco más? Si vas arriba debieras ser tú la más audaz, no la más conservadora, por eso temo que si ella sale electa va a haber gran decepción", dijo el ex diputado.

El candidato cree que esto ocurre porque Bachelet "está rodeada de gente que quiere frenar el cambio".

Israel: las regiones están ausentes

El candidato del PRI, Ricardo Israel, acusó que en la propuesta de Bachelet las regiones no fueron consideradas. Dice que sólo mencionó una comisión asesora para el desarrollo regional y citó genéricamente de un plan especial para zonas extremas y territorios rezagados.