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Vecinos de la población Schilling abren una ventana al ciberespacio con sólo 100 pesos

barrios. "Pandita" es el único ciber del sector y se transformó para los habitantes en la única opción de navegar en internet. Jóvenes, dueñas de casa y trabajadores se conectan al mundo en sólo 10 minutos.
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¿Cuánto rato puedo utilizar un computador con 100 pesos?. Esa es la pregunta más recurrente en "Pandita", el único ciber de la Población Schilling, en Rahue Alto norte. La mayoría de los usuarios del local acude para hacer una tarea escolar, buscar trabajo en los distintos portales de empleo o simplemente van a entretenerse un rato jugando y conversando con sus amigos en las redes sociales, actualizar sus perfiles de Facebook o ver algún video en el sitio YouTube.

El ciber "Pandita" inicia su jornada a las 10 de la mañana, a esa hora las dueñas de casa del sector comienzan a llegar a comprar alimentos, ya que el local opera simultáneamente como almacén. Tras pedir lo necesario para el almuerzo, aprovechan de distraerse un rato en la web, dejan su bolsa a un lado o en el mesón e inician un rápida búsqueda.

La mayoría decide pagar sólo 100 pesos, ya que eso les da sólo 10 minutos para buscar sus canciones y artistas favoritos en YouTube, otras ven los capítulos de una telenovela que se perdieron o algunas escenas de películas de moda, mientras que otras optan por sitios de noticias, portales de farándula y entretención.

Hay quienes también piden orientación para navegar por la web y solicitan que se les avise cuando se acaben los minutos, ya que saben internet probablemente las atrapará.

Los dueños de "Pandita" se iniciaron en este negocio hace 5 años y sólo con 2 computadores. Como les fue bien, extendieron a cuatro los equipos en el local; a estas alturas los dispositivos son algo antiguos, pero cumplen con su función: abrir una ventana al ciber espacio y conectar a los habitantes de la Schilling con el mundo.

Hace cinco años, el tiempo se tomaba con reloj en mano, hoy los equipos se conectan a una central que cronometra los minutos exactos y el dinero que deberán cancelar los usuarios de cada equipo.

EN LA TARDE

Por la tarde es el turno de los estudiantes, que llegan para encontrar material de apoyo para sus deberes escolares y jugar en las páginas de modas con sus amigos, sobre todo los juegos en línea.

Los más pequeños van acompañados de sus padres y con cuaderno en mano inician una completa búsqueda de mapas, biografías e imágenes de personajes de la historia universal o algunos conceptos de biología.

Hace dos meses la única impresora que tenía el lugar se descompuso, probablemente por sus años y uso. Un desperfecto que lamentan los clientes, ya que acostumbraban a llevarse alguna información en papel o iban para imprimir un currículo.

Por 500 pesos, los usuarios pueden navegar una hora, tiempo que para algunos se termina en un abrir y cerrar de ojos, por lo que muchos se aseguran guardando lo que les interesa en un CD o pendrive.

Entre las 18 horas y hasta las 22, cuando termina la jornada del ciber "Pandita", los equipos permanecen todos ocupados. Hombres y mujeres se afanan descargando música o escribiendo currículos.

Para muchos, la espera por un turno pude ser eterna y los más impacientes preguntan a los usuarios cuánto tiempo ocuparán los computadores. De acuerdo a la respuesta que obtengan, algunos se quedan haciendo guardia a un equipo. El orden de llegada manda, si el cliente decide quedarse más tiempo, puede estar en el local los minutos u horas que desee.

Atención

En el ciber ubicado en la calle San Pablo, funciona también un minimarket donde la venta de pan y las recargas telefónicas mantienen un flujo constante de personas y que pasan justo a un lado de las cabinas con los computadores, las que se ubican en una esquina del recinto.

Para muchos vecinos del sector, el ciber "Pandita" es la única opción que tienen de conectarse a internet, ya que no pueden pagar un servicio privado en sus hogares.

Rocío Uribe trabaja hace 2 años atendiendo este ciber almacén y dice que "Pandita" es casi un lugar obligado para los habitantes del sector. "Todos los vecinos lo conocen y han venido alguna vez", dice.