Secciones

Liberace, el padre de la extravagancia

cinta. El exhuberante retrato de la cinta "Behind the candelabra" de HBO.
E-mail Compartir

"Antes de Elvis, Elton John, Madonna y Lady Gaga estaba Liberace", dicen desde el sitio web de "Behind the Candelabra", la nueva producción televisiva que comenzó esta semana a ser emitida por el canal HBO y que en su estreno en el hemisferio norte, el pasado mayo, logró capturar una audiencia que sobrepasó los 2,4 millones de televidentes.

La reciente producción, dirigida por Steven Soderbergh ("Sexo, mentiras y videos", "Traffic"), conquistó once premios Emmy, uno de los cuales recayó en el actor Michael Douglas, quien interpreta al famoso artista y pianista norteamericano. Douglas, quien se recupera de un complicado cáncer de lengua, ha dicho que tras encarnar al showman le han vuelto las ganas de vivir: "Me di la oportunidad de trabajar con gente que admiro y quiero; al final, Liberace fue una catarsis para mí".

El telefilme de 118 minutos está basado en el libro escrito por Scott Thorson, quien conoció a Liberace en Las Vegas y fue su amante entre 1977 y 1982. Este rol lo asumió el actor Matt Damon, quien tuvo que ponerse implantes de pómulos, mentón y nariz para ajustarse a la fisonomía del joven amante, a quien el pianista superaba en más de 40 años.

Durante el tiempo que estuvieron juntos, la relación fue tormentosa. Thoston se llenó de alcohol y barbitúricos para sobrellevar el fuerte yugo que le imponía su amante. Fue tan patológico en algunos tramos el romance, que lo obligó a hacerse variadas operaciones plásticas que intentaban hacer de él una réplica joven del pianista. Además, aunque vivían casi como un matrimonio, el idilio tuvo que permanecer en las sombras, ya que Liberace nunca admitió públicamente que era gay, entablando y ganando variados juicios contra medios que deslizaban insinuaciones sobre una supuesta homosexualidad.

"Behind the candelabra" obtuvo los Emmy a la mejor película, al mejor guión y al mejor actor, y tal vez quedaron pendientes los restantes premios a la dirección de arte, a la edición, al peinado, al maquillaje, al vestuario y al casting. Al notable reparto encabezado por Douglas y Damon se suman Dan Aykroyd, como el abogado del pianista, Rob Lowe, como su médico cirujano, y una notable Debbie Reynolds como Frances Liberace, la asfixiante madre.

La ambientación de fines de los Setenta y comienzos de los ochenta recrea hasta el vértigo ese kitsch palaciego (así lo llamaba el músico), del que gustaba rodearse en sus sobredecoradas casas donde su nombre y anagrama se multiplicaban por doquier. Los sets reflejan a la perfección la decoración que gustaba Liberace: exuberante en negro, dorado y blanco, con cientos de querubines y efebos, decenas de pianos y perros pequeños. El vestuario es otro punto alto, con una profusión de chaquetas de lentejuelas, capas de cuellos altos, bisutería refulgente, abrigos de piel y esmóquines blancos bordados en brillantes.

En cuanto a las actuaciones, el dueto protagónico está sobresaliente, pues logran conformar una pareja entrañable y muy humana a pesar de todo el falso brillo que los rodea. Tanto Damon como Douglas se entregaron a la caracterización de una pareja gay con mucha valentía y han confesado que algunas de las escenas más íntimas fueron rodadas en una sola toma.

Según testimonian quienes conocieron a Liberace, era un excelente anfitrión, amable y generoso que logró una complicidad con el público inédita hasta entonces, siendo recordado como uno de los primeros en romper la ilusión televisiva, bromeando y guiñándole un ojo al telespectador en cada uno de sus famosos shows que lideraban la sintonía en los años cincuenta.

Según sus biógrafos, Walter Liberace fue un delicado niño tartamudo que prefería cocinar a jugar y ante el piano demostraba una habilidad pasmosa. Y aunque tenía una técnica depuradísima, carecía del talento y la voluntad para lograr ser una intérprete genial, quedándose en la pirotecnia y caracterizándose más bien por ser un acróbata de las teclas que un pianista de carácter.

Con una vida dominada por los designios de su madre, quien luego de un amargo divorcio se concentró en comandar la existencia de su hijo, Liberace también fue un adelantado en el negocio del espectáculo, uno de los primeros en adentrarse a publicitar productos y experto en shows efectistas que daban en el gusto a su rendida audiencia que celebraba cada uno de sus simpáticos desbordes.

El cineasta Pablo Larraín dirigirá una ópera

programa. El anuncio fue hecho ayer por el Teatro Municipal de Santiago, al presentar su programación.
E-mail Compartir

El cineasta Pablo Larraín, director de la película "No", dirigirá la ópera "Katia Kabanova"(1921), del checo Leos Janácek en la temporada 2014 del Teatro Municipal de Santiago.

La presencia de Larraín, en cuya filmografía destacan también "Fuga" y "Post Mortem", además de la serie "Prófugos", que transmite el canal HBO, es una de las principales novedades en la programación de la próxima temporada del Municipal santiaguino.

El ruso Konstantin Chudovsky, director titular de la Orquesta Filarmónica de la capital chilena, estará al frente de la ejecución musical de "Katia Kabanova", que trata la historia de una atormentada mujer que encuentra el amor fuera de su matrimonio.

En tanto, la coreógrafa brasileña Marcia Haydée continuará al frente del Ballet Municipal de Santiago en 2014, cuando estarán además en la temporada el pianista chileno Roberto Bravo y la soprano Verónica Villarroel.

Entre los estrenos, además de la ópera dirigida por Larraín, destaca el ballet "El joven y la muerte" del francés Roland Petit.

La oferta artística que ideó el Teatro Municipal para la cartelera del próximo año, incluye también los clásicos "Otello" de Giuseppe Verdi, el ballet "Giselle" de Ivan Nagy y "Zorba, el griego" de Lorca Massine, entre otros.

El director del Teatro Municipal de Santiago, Andrés Rodríguez, explicó que la programación para el 2014 se construyó con base en "un importante componente nacional a través del debut de nuevos talentos y del trabajo de artistas de contundente trayectoria".

Agregó que "la temporada 2014 confirmará la proyección internacional de este escenario con la visita de destacados artistas que triunfan en el extranjero".

"Será un año marcado por la calidad y la excelencia", enfatizó.

Durante el 2014 la programación estará orientada al apoyo de creadores chilenos y contará con la participación de Miryam Singer, quien debutará en la dirección de la mano de la ópera de Wolfgang Amadeus Mozart, "La flauta mágica" (1791), en cuya producción incluirá efectos multimedia.

Otello en tanto, tendrá en su elenco a Kristian Benedikt y María José Siri, y el montaje estará a cargo de Pablo Maritano.

En cuanto a los conciertos, las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven serán el hilo conductor de la temporada, aunque se irá cruzado por piezas de compositores chilenos como Juan Manuel Quinteros, que llegará con el estreno mundial de su obra "Alto en el desierto".

"Una invitación"

La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, señaló ayer que "queremos que niños, jóvenes, hombres, mujeres y adultos mayores reconozcan aquí una invitación a participar de una experiencia única: acceder al fruto de la creación artística de calidad" en el tradicional teatro capitalino.