Oración por Chile
"Al inicio del mes, vivimos un enfrentamiento entre grupos, nacido de hechos dolorosos"
En el último fin de semana de septiembre, la Iglesia en Chile nos invitó a orar por nuestra Patria. El llamado nos llega en un momento al que, si miramos a los últimos días, podríamos calificar como lo que en una composición musical sería una "coda", vale decir una recapitulación de los últimos tiempos, para lanzarnos de regreso en el tema inicial.
Es así como, al inicio del mes, vivimos un enfrentamiento entre grupos, nacido de hechos dolorosos, conmemorados por muchos en este contexto de antagonismo, haciendo oídos sordos de los llamados a la reconciliación y a la paz de los espíritus. Como ejemplo, podemos recordar a SS. Francisco, citado por el Comité Permanente de la CECh, "no es la cultura de la confrontación, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino esta: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo; este es el único camino para la paz".
Llegado el día 12 y luego de un breve balance de algunos hechos de violencia vandálica, la prensa visual, verbal y escrita se viste con los símbolos patrios, las banderas adornan las calles y todos parecemos tomar impulso para adentrarnos en una larga semana de festejos en que, a todo nivel y sin distinción alguna, se rememora la independencia de Chile.
Es curioso que, después de dos siglos, hayamos felizmente olvidado que esa gesta fue, igualmente, un enfrentamiento sangriento entre chilenos, partidarios del gobierno del rey de España, los unos, partidarios de la independencia, los otros; o"higginistas unos, carrerinos los otros. Hoy, todos unidos, somos compatriotas celebrando a la Patria. ¿Cuánto tiempo deberemos esperar ahora?
Volvamos así al tema principal, ya que estamos muy cerca de elecciones generales en nuestro país, en que nuestras inquietudes deben plasmarse en un voto. Para ello, dicha oración debe dirigirse al Altísimo pidiendo que el Chile que amanezca el próximo 18 de noviembre esté más cerca de la Nación que celebró unida el 18 de septiembre, que de la que se enfrentó el 11. Terminemos con el Papa Francisco: "Con todas mis fuerzas, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino que vean al otro como a un hermano y que emprendan con valentía y decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando la ciega confrontación".