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China cita a miles de expertos para buscar la urbe inteligente

Proyecto. La capital del país asiático desarrolla un masivo encuentro de diseñadores para apoyar la planificación de sus futuras ciudades.
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Pekín, China, celebra por estos días su tercera "Semana del diseño", con la participación de más de 2.000 artistas y con el objetivo de evaluar alternativas para construir una "ciudad inteligente".

Hasta mediados de noviembre, céntricas calles de la capital china acogen exhibiciones, paneles de discusión y otras actividades para aprender a "diseñar una ciudad inteligente".

La cita ha congregado a más de 2.000 diseñadores, entre ellos alrededor de 300 extranjeros, en la metrópolis china, que fue designada capital internacional del diseño por la UNESCO en 2012 y que premiará también aquellos trabajos de 2011 y 2012 "originales, innovadores, funcionales, estéticos, ergonómicos y de impacto social".

Así lo asegura el director del Buró de Proyectos del Grupo de Cultura y Desarrollo Gehua -encargado de promocionar el evento-, Yang Liheng, que añade que la fiesta es una "gran plataforma" para congregar a diversos sectores relacionados con el diseño y que, lo más importante, es que ayudará a "promoverlo".

"La ciudad inteligente determinará el futuro de la urbanización de China", dice el comité organizador del acontecimiento en su página web, detallando que el pabellón dedicado a esto se utilizará como "ensayo" para el Centro de Prueba Nacional de Ciudad Inteligente que Pekín espera inaugurar en 2014.

"El concepto de esta ciudad impactará en la vida de los ciudadanos. Se trata de explorar a través de simulaciones cómo podría ser nuestra ciudad inteligente en el futuro", añade el comité organizador.

Para el director y organizador del Buró encargado de la Competición Juvenil Internacional del Diseño- que se anuncia por primera vez este año-, Lin Apex, la "Semana del diseño" es el reconocimiento gubernamental chino de la importancia de este proceso creador, más allá de la mera fabricación.

Lin lidera el grupo de jueces que elegirá el próximo año diseños de todas partes del mundo en las categorías de moda, artesanía, producción, gráfica y digital, para promocionar a los "nuevos talentos" y ofrecerles una plataforma de ayuda y entrenamiento.

"Creemos que los recursos humanos son muy importantes para cambiar todo, no sólo el diseño", enfatiza Lin, que añade que el concurso "cambiará el futuro" y aportará información para entender su desarrollo en todas partes del mundo (su Buró firmó acuerdos de colaboración con Alemania y México el jueves).

Sander Veenhof, artista expositor de Holanda, el país invitado este año -en las dos primeras ediciones fueron Inglaterra e Italia-, considera que el diseño tecnológico, como los teléfonos inteligentes, "nos está dando una nueva ciudad". El holandés exhibe cómo, a través de una aplicación para los teléfonos inteligentes, una persona en China puede bailar o seguir una coreografía al mismo tiempo que otra en, por ejemplo, Nueva York.

En su opinión, la "revolución del teléfono móvil", a través de sus diversas aplicaciones, como la que él inventó, "nos ayuda a controlar la ciudad, como si se tratase de un control remoto, y prueba que estamos en un mundo de conexiones".