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El día en que Martín estuvo a siete centímetros de ser campeón del mundo

Boxeo. El 17 de septiembre de 1977, el púgil rahuino cayó estrechamente ante Miguel Canto, en la primera de cuatro disputas por la corona planetaria. "Yo gané esa pelea", afirma Vargas, 36 años después.
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Hace exactamente 36 años, el rahuino Martín Vargas se subía a un improvisado ring montado en el estadio de béisbol "Carta Clara" de Mérida, provincia de Yucatán, México, para luchar nada menos que por el título mundial de los pesos Moscas ante el azteca Miguel Canto.

Era la gran oportunidad de un boxeador que, nacido en los torneos de los barrios en nuestra ciudad y que recién se había hecho profesional en marzo de 1973, se transformaría en uno de los deportistas más laureados de la historia del país.

De hecho la gente no lo olvida. En una reciente encuesta online realizada por Emol, tras el retiro de Nicolás Massú del tenis profesional, Vargas fue incluido entre los 10 mejores de la historia, en un listado donde está Marcelo Ríos y Elías Figueroa, entre otros. Además, hace unas semanas se anunció que el polideportivo de Maipú, comuna de residencia actual del ex púgil, llevará su nombre. "Es un tremendo orgullo", comentó.

Martín nunca pudo levantar esa ansiada corona, en tiempos en que el boxeo gozaba de una popularidad impensada en nuestros días. Y aunque tuvo otras tres posibilidades luego de perder por puntos ese 17 de septiembre de 1977, nunca estuvo tan cerca. Como él mismo lo señalara, "estuve a siete centímetros de ser campeón del mundo".

EL SUEÑO

La carrera de Vargas fue meteórica. Incluso llamaba la atención en sus tiempos amateur, con una pegada inusual para peleadores de 50 kilos. Tras lograr el título nacional en 1974, su consagración llegó en diciembre de 1975, cuando logró el título sudamericano tras noquear al ecuatoriano Gonzalo Cruz… en 20 segundos. Mucha gente recuerda que aún no se preparaba para ver el combate cuando ya se había acabado.

Tras eso, además de su promotor Lucio Hernández, el boxeador fue apoyado por la empresa Prodep (Promociones Deportivas), por lo que en julio de 1977 se negoció para la pelea por el título mundial, logrando algo que hoy sería difícil: la opción por dos combates. Así, independiente del resultado del combate de septiembre, Vargas recibiría en Chile a Canto el 30 de noviembre de ese mismo año.

Además, la situación del país era "especial". Edgardo Marín lo cuenta así en su libro "Historia del Deporte Chileno, entre la ilusión y la pasión": "El momento político aconsejaba la "distracción" que significaba para el pueblo el espectáculo de ver un pugilista chileno en busca del sueño jamás alcanzado. La dirección de Deportes del Estadio, Digeder, no escatimó su apoyo a la empresa; la televisión, respaldada por generosos auspiciadores, no titubeó en transmitir para todo el país las peleas de Martín, incluso si éstas se efectuaban en Santiago".

PELEA

Miguel Canto, apodado el "Maestro", realizaría ante el chileno su novena defensa del título del Consejo Mundial. Era un boxeador inteligente, de mucha técnica y que reconocería el poderío y agresividad de Vargas.

De hecho, en la pelea a 15 asaltos, Vargas conectó varios golpes que hicieron sufrir al mexicano. Eso sí, las tarjetas fueron unánimes para el campeón defensor: Rudy Ortega (estadounidense), 146-142; Howard Smith (puertorriqueño), 146-141 y Jay Edison (estadounidense), 148-145.

Desde la comodidad de su hogar en Santiago, 36 años después, Martín Vargas aún sostiene que él ganó esa pelea. "En la revancha, meses después, Canto me ganó bien, pero allá en México no me ganó. Como dijo un periodista, estuve a siete centímetros de ser campeón del mundo, porque el puñete que le pegué y el corte que le hice en el pómulo, se lo pego en la pera a lo mejor no habría quedado vivo Miguel Canto".

-¿Miguel Canto fue el mejor rival que tuvo?

-El mejor. Yo combatí con los dos Moscas más grandes de la historia, que fueron Miguel Canto y Betulio González. Busca en el libro de Guinness cuántas veces ganó el título del mundo González, fueron cuatro veces. Lo ganaba, lo defendía, lo volvía a ganar. Un campeón así es porque es bueno.

-De las cuatro veces que luchó por el título mundial, ¿considera que la primera pelea fue en la que estuvo más cerca de ganar?

-Claro. Yo no terminé con nada en la cara y él quedó todo cortado. Debí ganar. Y donde yo era seguro campeón era en Japón, en 1980, ante Yoko Gushiken. Porque después de 30 años, los periodistas que fueron conmigo están hablando lo que yo siempre dije, que a mí me drogaron y nadie me creyó. ¿Por qué no lo dijeron al tiro? Nadé muchos años contra la corriente en mi propio país. Yo era un hombre pegador, que aguantó, que se la jugó por darle un título del mundo a mi país.

LA PRENSA

Si el país estaba volcado con la campaña de Vargas, en Osorno se tomaban como propios los logros del púgil. Y obviamente los medios de comunicación seguían cada paso del rahuino. Pero, claro, los medios era escasos para poder viajar a México a presenciar la primera pelea por el título mundial. Pero el fanatismo hacía que pasaran cosas inéditas.

"Un día llegó a la redacción un caballero, don Carlos Pool Burgos, diciendo que si había un osornino peleando el título mundial, tenía que ir un periodista a cubrirlo. Y traía un cheque para pagar los pasajes. Como yo era el encargado de la sección de Deportes, viajé a esa importante pelea", recuerda Fernando Delgado, periodista del diario La Prensa.

El viaje en sí no estuvo exento de dificultades: aunque llegaron con anticipación a Miami, Estados Unidos, desde México les pusieron problemas con las visas. Incluso, cuando eso se solucionó, los vuelos tuvieron dificultades técnicas. Finalmente llegaron el mismo día al lugar de la pelea.

Y en el resultado, 36 años después, Delgado coincide con Vargas. "Para mí, debió haber ganado Martín por nocaut técnico. Fue el encuentro para ganar el título mundial, porque peleó bien y en el cuarto round le partió la ceja y en el séptimo le partió la otra. Pero como los mexicanos saben mucho de boxeo, lo saturaron y no sangró tanto, pero deberían haberla parado. Para mí, ganó Martín".

Delgado pudo conversar con Canto, quien le reconoció que nadie lo había golpeado así de fuerte.

Pero también reconoce que, para la revancha, Vargas no se preparó de la mejor manera y desperdició la cancha de ganar el título mundial en su propia casa. "Canto se puso a entrenar dos días después de la primera pelea. Martín no trabajó tan intensamente y por eso en Santiago el mexicano ganó claramente".