"Estoy un poco arrepentido de haber jubilado. Hace tres años que dejé de trabajar en una funeraria, pero me quedaban pilas para rato... aún así ya lo hice".
Mientras mueve sus herramientas en su taller ubicado detrás de su vivienda de calle Santa Margarita, en el sector de Rahue Alto, el carpintero y mueblista Osvaldo Martínez Rojas, de 68 años, recuerda sus más de tres décadas ligadas a su labor confeccionando urnas de diferentes tamaños.
oficio
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El carpintero, casado y padre de tres hijos, dijo que comenzó en el rubro tras ver a un tío que trabajaba en la localidad de Los Sauces, Región de La Araucanía, y en Osorno se integró a una de estas empresas fúnebres de la ciudad.
"No me acuerdo cuántas urnas tengo que haber armado, pero era muy rápido para hacerlas", comenta Martínez, haciendo gala de su talento en la carpintería.
No obstante, tras dejar de lado su trabajo encontró un hobby que le devolvió sentido a su vida junto a las herramientas. Primero incursionó en muebles pequeños, hasta que finalmente se dedicó a juguetes de madera, sobre todo autos y camiones.
"No me ha ido muy bien pero se hace lo que se puede. El fuerte eso si es la Navidad, por lo mismo ya estoy trabajando haciendo juguetes y también reparando algunos muebles", comentó el carpintero osornino.
PISTA
Pero el gran sueño de su vida, desde niño, fue tener una pista de tren con la cual recordar aquellos paseos sobre dicho medio de transporte.
Por ello hace tres años comenzó a diseñar una maqueta de dos metros 20 de largo por un metro 60 de ancho, que recrea una especie de granja donde se pueden apreciar animales, áreas verdes, viviendas e incluso un túnel, y a ello le agregó una pista de tren que tenía guardada entre sus cajones.
"Para una Navidad compré un tren en una tienda y lo tuve guardado como cinco años y cuando me retiré del trabajo empecé a construir la maqueta. Tiene áreas verdes, ríos, carretera y el túnel, todo hecho con plumavit y madera", dijo Osvaldo Martínez.
Sus nietos son los más entusiastas, aunque confiesa entre risas que "tengo que estar pendiente de que no le hagan nada, porque llevo años trabajando en ella. No trabajo todos los días en ello, pero ha sido una labor intensa que tenía ganas de mostrar a la comunidad", apuntó.
Dijo, eso sí, que como el trabajo no ha estado muy estable porque sólo aumentan las ventas en fechas puntuales, le gustaría comercializar esta pista de tren para así comenzar a construir una nueva.
"Si alguien me ofrece un buen valor por la pista, sin duda que podríamos conversar porque sería un negocio y me permitiría construir otra maqueta del mismo tamaño", comentó el carpintero que dejó las urnas para crear juguetes.