El perdón de la izquierda
"Para qué estamos con cuentos, todos sabemos perfectamente quién fue Honecker".
-Que la derecha pida perdón -No, la izquierda fue la culpable, ellos deben pedir perdón... La televisión se ha hecho la América con programas ad hoc (bombardeo a La Moneda, militares en la calle, detenidos entrando al Estadio Nacional, etc.), algunos candidatos han hecho su agosto, los seudocineastas y noveles escritores floreciendo como margaritas y los periodistas atragantados con tanta entrevista. La izquierda no ha escatimado ocasión de repetir que los momios son los culpables y la derecha como siempre, defendiéndose lo más tibiamente posible de los malos de la Concertación...
Aquí entre nos, ¿son tan malos? ¿Realmente son incapaces de perdonar? Tal vez antes de responder deberíamos recordar.
"Eric Honecker; nació en Neunkirchen el 25 de agosto de 1912, se afilió a las juventudes comunistas y asistió a la Escuela Lenin para Jóvenes Comunistas de Moscú de cuyo comité fue miembro a partir de 1934. Fundó la Freie Deutsche Jugend. Ayudó a fundar el Partido Socialista Unificado de Alemania Oriental (SED). En 1958 fue elegido secretario del comité central del SED hasta 1960 cuando fue nombrado secretario del consejo de defensa nacional. En este puesto estaba cuando Walter Ulbritch ordenó la construcción del Muro de Berlín donde miles de ciudadanos fueron asesinados. Bajo su gobierno, la RDA se convirtió en el Estado con mayor represión política. En octubre de 1989 Honecker fue depuesto por los líderes del partido. Luego de la caída del Muro y tras una estadía en la embajada de Chile en la URSS fue deportado a la Alemania reunificada acusado de corrupción, abusos de poder y otros crímenes. Entre ellos, la muerte de 192 personas intentando cruzar el muro durante su mandato. Además por tortura y muerte de miles de disidentes y por Alta Traición. Murió en Santiago de Chile el 29 mayo 1994".
Para qué estamos con cuentos, todos sabemos perfectamente quién fue Honecker y como violó los DD.HH, sin embargo la izquierda chilena no sólo lo perdonó, lo trajo a Chile, lo agasajó y le dio la posibilidad de vivir y morir en su casa, rodeado de su familia... Medio perdonazo ¿no cree usted? En fin.