La definición técnica de "tasa de reemplazo" es el porcentaje que una persona recibirá de pensión respecto al promedio de los últimos 10 años de cotizaciones previsionales. Es obvio que lo que se impone no necesariamente es lo que se recibe de pensión, por lo que no es justo evaluar el sistema respecto a lo que se está acostumbrado a recibir, sino a lo que uno cotizó.

El profesor Ricardo Paredes elaboró un interesante estudio respecto a las pensiones y las tasas de reemplazo, basado en una muestra de casi 26.000 pensionados por vejez y vejez anticipada (los primeros representan el 96% de la muestra). Pienso que es un tema relevante, considerando que la eficiencia del sistema de Previsión Social y en particular las AFPs han estado en la discusión pública.

¿Cuáles son las conclusiones? Primero, la gran mayoría de las discusiones se basan en casuística exenta de evidencia general; es decir lo que le pasa a mi amigo, pero no lo que significa para muchos. Nuestro sistema previsional se basa en los ahorros que hacemos durante nuestra vida activa. Esto implica que si ahorramos poco, tendremos poca jubilación. Segundo, los ahorros previsionales que realicemos tienen beneficios tributarios que otros ahorros no tienen.

A diferencia de lo que muchos dicen y de acuerdo a cifras de la OECD, la tasa estimada de reemplazo para Chile es de un 64,3%, mientras que en EE.UU. es del 50%; Nueva Zelandia, 41,5%; y Grecia, 101%; países que están en quiebra.

¿Qué hace entonces que Chile, a pesar de mostrar indicadores superiores a otras naciones, no llegue a los ideales y objetivos que se puso la Reforma Previsional?

Los años de cotización efectiva son mucho menores de lo que se pensó debido al desempleo y al empleo independiente sin cotizar, por ejemplo. Eso se suplió con una rentabilidad de los fondos muy superior a los estimados en la reforma (un 4% anual). Por otra parte, los hombres cotizan 28,3 años en promedio y las mujeres 24,8. Si hubieran cotizado en promedio los 30 años de trabajo normal, tendrían tasas de reemplazos muy superiores. Además hay que considerar que el trabajador puede imponer en el ahorro previsional voluntario (APV) hasta 50 UF libre de impuestos, aumentando significativamente su pensión. No echemos por la borda un sistema que no está quebrado y reconozcamos que nuestra pensión depende fundamentalmente de nuestra propia responsabilidad y no como en los países europeos, que hoy están quebrados, en parte importante por sus sistemas previsionales.