"Cuando era niña veía a mi madre hacer telares y siempre quise aprender, hasta que me enseñaron. Ahora yo me dedico a este trabajo, porque me gusta bastante hacerlo".
Así relata la artesana María Elena Paredes sus inicios en la artesanía, mientras un grupo de personas la mira atentamente trabajar con las madejas, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer Indígena que se desarrolló la tarde de ayer en el Centro Cultural de Osorno.
María Elena participó en esta conmemoración junto con otras mujeres huilliches de la zona, en una exposición de artesanía donde enseñaron y respondieron las consultas sobre sus trabajos.
"Estoy haciendo una mantilla y el proceso es largo, ya que requiere dedicación. Puedo terminar una en dos días y trabajando 8 horas", dijo la artesana.
La presidenta de la agrupación organizadora del evento llamado Ayun Witral, Elba Rumián, se refirió a la actividad, indicando que "las mujeres somos muy trabajadoras y es necesario destacar el aporte que nosotras hacemos en preservar y mantener nuestra cultura a través de la lengua, la artesanía y en la educación de nuestros hijos".
De hecho, la propia madre de la presidenta de la agrupación, que tiene 82 años, estuvo presente en la cita enseñando su trabajo de artesanía.
La actividad partió con un efku o ceremonia huilliche que estuvo a cargo del lonko mayor Antonio Alcafuz, instancia donde se destacó la importancia del rol que cumplen las mujeres al interior de las comunidades indígenas de la zona.
La autoridad huilliche dijo que las mujeres tienen un papel marcado al interior de la cultura, que tiene relación con conocer a la "madre tierra" y aplicar en sus familias lo que les enseña. Además, su rol está enfocado en educar y mantener vivas las tradiciones del pueblo huilliche.
"A través de la lengua, las artes y la educación al interior de sus hogares y comunidades, la mujer mantiene vigente nuestra cultura, lo que es de suma importancia", comentó Alcafuz.
mate y conversación
Una de las actividades importantes, y que por cierto llamó la atención de los asistentes, fue el denominado "matetun", donde un grupo de mujeres compartió mate en medio de una conversación donde se destacó el rol de la mujer huilliche en las comunidades locales.
"El mate tiene un valor especial para nosotros, pero no sólo por ser un bebestible sino porque en torno a él compartimos y conversamos con nuestras ñañas (ancianas). Tiene un gran significado", comentó Elba Rumián.
La organizadora dijo que realizaron esta conmemoración literalmente a pulso, ya que no recibieron apoyo económico. Lo lograron en base a donaciones de los mismos invitados.
Paralelo a esta actividades también se desarrolló un conversatorio sobre los 220 años del Tratado de las Canoas, acuerdo firmado entre representantes de la corona española y los huilliches el 8 de septiembre de 1793 a orillas del río Rahue, jornada donde se sumaron comunidades locales.