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Osornina muestra sorprendente recuperación tras sufrir meningitis W135

salud. La mujer de 39 años no presenta secuelas físicas y deberá seguir un tratamiento médico por cinco días en su domicilio. La Autoridad Sanitaria ya realizó el bloqueo a sus familiares.
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Faltan 15 minutos para las 13 horas y Marisol Caro se mueve con agilidad dentro de su cocina. Se levantó temprano para realizar las labores de su hogar, que culminan con los últimos detalles del almuerzo que prepara para su familia.

Su semblante difiere de la paciente que el viernes 23 de agosto ingresó en estado grave al Hospital Base San José, afectada por la mortal enfermedad bacteriana meningitis W135 que la mantuvo hospitalizada y con riesgo de muerte.

Hace dos semanas, esta mujer de 39 años de edad se convirtió en el segundo caso de meningitis W135 en lo que va del año en la Región de Los Lagos. Los esfuerzos médicos procuraban salvarle la vida debido a su delicado estado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital local.

No obstante ayer, ella misma abrió la puerta de su casa en la población Bernardo O"Higgins para contar su traumática experiencia y proceso de recuperación que comenzó este martes tras recibir su alta médica.

"Hasta yo me sorprendo de la rápida recuperación porque estuve muy mal, me sacaron del cajón. No se por qué aún estoy viva, sobreviví a un cáncer y ahora a esta enfermedad", comenta la mujer, quien sobrevivió a los efectos de la meningitis W135, la cual tiene un alto porcentaje de mortalidad y hasta el momento ha cobrado la vida de ocho personas a nivel nacional, una de ellas es una profesora de Osorno -Carmen Bravo de 60 años- quien falleció en mayo de este año.

Hospitalización en casa

Su semblante alegre y jovial poco o nada se asemejan al complejo estado que la mantuvo durante tres días en extrema gravedad en la UCI, producto de la aparición de la enfermedad bacterial conocida como meningitis W135 y que la dejó otra semana internada en una sala común en la Unidad de Medicina donde monitoreaban su evolución.

Tras su positiva evolución al tratamiento con antibióticos, esta dueña de casa fue dada de alta bajo la modalidad de hospitalización domiciliaria, con un tratamiento por cinco días y monitoreo médico.

Cada 12 horas debe inyectarse por un catéter que tiene en la mano derecha el antibiótico Ceftriaxona como parte del tratamiento. Durante el día un paramédico realiza esta labor, mientras que la dosis de la noche debe suministrársela ella misma.

El personal de salud le indicó reposo y asegura que hasta el momento no ha sentido malestares, sólo el dispositivo que tiene en su mano derecha para recibir su remedio le recuerda que aún está convaleciente.

Escalofríos

Sentada en el comedor de su vivienda, esta dueña de casa y madre de un hijo de 20 años recuerda los momentos más crítico de la enfermedad que la mantuvo 12 días hospitalizada.

"El jueves 22 de agosto comencé a sentir frío, aunque el día no estaba helado. Después llegó mi hijo y me llevó al hospital porque me comenzó a doler la cabeza y la fiebre cada vez se volvía más intensa", relata la mujer, quien consultó por primera vez al hospital a las 20 horas del mismo jueves.

Llegó con 39 grados de temperatura, pero la derivaron a su domicilio con la indicación de que al día siguiente recurriera al recinto para tomarle un examen, pues sospechaban que los malestares correspondían a influenza.

Luego de permanecer un par de horas en su casa comenzó con vómitos, hasta que una hermana la llevó por segunda vez al hospital al ver que eliminaba sangre.

Entre las 3 de la madrugada y las 7 de la mañana estuvo sentada en una silla de la Unidad de Emergencias a la espera de un examen de orina, ya que creían que podía tener un problema a los riñones.

"Un médico me dijo que me dejaría hospitalizada porque estaba muy deshidratada. Después desperté en la UCI con todo mi cuerpo azul", relata la mujer, quien sufrió un trastorno en la sangre.

"En ese momento escuchaba que el doctor decía que las únicas partes donde me llegaba oxígeno era en el cerebro y corazón", recuerda la mujer del momento en que prácticamente estaba en riesgo vital. "Todos llegaban llorando", rememora.

Autoridad sanitaria

Pablo González, epidemiólogo de la Autoridad Sanitaria, sostuvo que esta enfermedad tiene un alto porcentaje de mortalidad, cercano al 70%.

Si bien para el caso del tipo meningitis W135 aún se están haciendo los monitoreos, porque se trata de una cepa que recién apareció en 2009, agregó que hasta el momento la tasa de letalidad es alta tanto para niños como adultos.

Aclaró que sólo las personas sanas, es decir, sin enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad mórbida sobreviven sin secuelas. A eso se debe unir un tratamiento oportuno, es decir, combatir la bacteria durante las primeras 48 horas de la aparición, tal como ocurrió con Marisol Caro quien sólo tenía sobrepeso.

Si bien la Autoridad Sanitaria aún está en proceso de monitoreo, González aseguró que no hay peligro porque el bloqueo ya se realizó a la familia y se repartieron antibióticos a todas las personas que estuvieron en contacto con la mujer.

Características de la meningitis W135

La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. La mayor frecuencia de la enfermedad se registra en África, en el llamado "cinturón de la meningitis", que va desde Senegal en el Oeste hasta Etiopía al Este. Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos.