La iniciativa de nuestro Presidente Sebastián Piñera de hacer una conmemoración a los 40 años del pronunciamiento militar, posiblemente con el fin de reconocer que fue una experiencia dolorosa y deseando que nunca la nación pase por una situación de esa naturaleza. No siempre las buenas intenciones son señal de lo correcto. Si esta decisión produce una sanidad en el alma herida de la nación, sería una victoria que no tiene precio. Pero la realidad es que el corazón humano es engañoso más que todas las cosas y que a menos que el hombre se convierta a Cristo, internalice los principios bíblicos en su espíritu y obedezca su Palabra, si no es así, seguirá incubando el odio, la venganza y la violencia.
Lo que esta nación necesita es prestar atención a la voz de Dios, claramente expresada en las páginas de la Biblia, pues el antídoto a tanto dolor, es desarrollar un espíritu perdonador. La falta de perdón encarcela a la persona a su pasado, mantiene la herida abierta, echa sal en la llaga, y la mantiene sin curar.
El perdón abre las puertas de la cárcel. La falta de perdón engendra la amargura, distorsiona la visión de la vida. Cultiva el deseo de venganza. El apóstol Pablo dice: "Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad. En vez de eso sean bondadosos y misericordiosos, perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo" Efesios 4:31-32.
Para perdonar como Jesús se necesita una vibrante fe. La fe en Dios y su Palabra crea expectativas. Dios honra la fe, y la fe agrada a Dios. Cuando una persona decide perdonar antes que el rencor eso lo ennoblece.
Los educadores, los políticos, los líderes eclesiásticos y la ciudadanía en general debiéramos dejar de mirar el pasado, y proyectarnos en un futuro renovado, que nos inspire a respetarnos y a obrar bien.
Pienso que debiéramos erradicar conmemoraciones que conlleven a fomentar escenarios de violencia. Que nos sintonicemos con Dios y su propósito, y que su amor y misericordia nos alcance cada día.
Bendiciones.