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Astrónomos de ALMA captan un luminoso nacimiento en la Vía Láctea

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Un grupo de astrónomos chilenos capturó ayer un nuevo y asombroso fenómeno de nuestra galaxia gracias al radiotelesocopio ALMA, ubicado en la Región de Atacama. Ahora los expertos lograron detectar una estrella en formación, o protoestrella, que sería una de las más luminosas y masivas encontradas en la Vía Láctea.

El estudio se centró en la observación de una nube molecular gigante, denominada G331.5-0.1, que se ubica en el brazo espiral de Norma, dentro la Vía Láctea y a unos 24 mil años luz de la Tierra.

Los astrónomos pudieron observar este proceso gracias a un trazador (emisión en monóxido de silicio) que les permitió captar los choques que se producían entre el chorro de gas eyectado entre el objeto y su medio ambiente, revelando la existencia de una estrella muy luminosa en formación.

Estas estrellas tienen una rápida evolución, teniendo vidas de sólo unos pocos millones de años hasta explotar como supernovas. Una vida que es bastante corta en comparación con otros astros como el Sol, que viven alrededor de nueve mil millones de años.

Dado este corto tiempo de vida y la escasez de estrellas masivas en la Vía Láctea, actualmente se sabe poco sobre éstas y su proceso de formación, a pesar de que juegan un rol clave en la evolución de las galaxias.

El autor principal del estudio, Manuel Merello, destacó que estas estrellas "son la principal fuente de elementos pesados y de radiación ultravioleta, afectando el proceso de formación de estrellas y planetas, además de la estructura física, química y morfológica de las galaxias".

Estudio: el éxito de ellas baja la autoestima de los hombres

EE.UU. Los hombres automáticamente interpretan un logro de su pareja como un fracaso de ellos, según encontró una investigación.
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Un estudio publicado recientemente le da sustento científico a algo que muchos imaginan que puede ocurrir en tiempos en que las mujeres están adquiriendo más protagonismo en el mundo laboral. Según la investigación, la autoestima de los hombres y la confianza en sí mismos pueden verse afectadas por el éxito profesional obtenido por sus parejas.

El informe, desarrollado por académicos estadounidenses y publicado en la revista de la American Psychological Association, encontró que cuando sus parejas eran, por ejemplo, excelentes anfitrionas o contaban con una inteligencia superior a la media, los hombres eran más propensos a sentirse, de manera inconsciente, mal sobre sí mismos y a tener menos autoconfianza cuando ellas obtenían logros, en comparación a cuando ellas fracasaban.

Lo curioso es que, en un sentido inverso, los científicos observaron que la autoestima de las mujeres no se vio afectada por los éxitos o fracasos de sus parejas.

"Tiene sentido que un hombre pueda sentirse amenazado si su novia lo supera en algo que están haciendo juntos, como por ejemplo, bajar de peso", explicó la autora principal del estudio, Kate Ratliff, de la Universidad de Florida (EE.UU.). "Pero esta investigación encontró evidencia de que los hombres automáticamente interpretan un logro de su pareja como un fracaso de ellos, incluso cuando no están en directa competencia", agregó la especialista, consignada por el sitio web Medical Express.

Los autores encontraron que los hombres inconscientemente se sienten mal sobre sí mismos cuando piensan en un momento en que su pareja prosperó en una situación en la que ellos habían fracasado.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron a 896 personas en cinco experimentos.

En una de las pruebas, 32 parejas de la Universidad de Virginia (EE.UU.) fueron sometidas a un test que llamaron "prueba de resolución de problemas e inteligencia social" y luego informaron a los hombres el puntaje obtenido por sus parejas en la prueba. A algunos de ellos les decían que sus novias estuvieron entre el 12% mejor de la universidad y a otros les aseguraban que sus parejas obtuvieron un puntaje más bajo.

El escuchar que sus parejas obtuvieron un puntaje alto o bajo en el test no afectó lo que los investigadores llamaron "autoestima explícita" de los participantes. Este indicador fue medido, por ejemplo, al preguntarles a los participantes cómo se sentían.

Los participantes también fueron sometidos a un test para determinar cómo se sentían, de manera inconsciente, sobre el desempeño de sus parejas. Este indicador fue bautizado por los investigadores como "auotestima implícita".

En esta prueba, un computador detectó qué tan rápido los hombres asociaban palabras positivas y negativas con sí mismos. Por ejemplo, los participantes con una auotestima implícita alta eran más propensos a calificarse con palabras como "excelente" o "bueno", en lugar de "malo" o "pésimo".

Los hombres que creían que sus parejas obtuvieron un puntaje alto mostraron una autoestima implícita significativamente más baja que aquellos que pensaron que sus compañeras lograron puntajes bajos.

Los hallazgos fueron similares en otros dos estudios que fueron llevados a cabo en Holanda, un país que tiene una de las brechas de género -en términos de trabajo, educación y política- más estrechas, según el Indice de Equidad de Género elaborado por Naciones Unidas.

Sin embargo, al igual que los hombres estadounidenses, los holandeses que pensaban en el éxito de sus parejas tenían una visión más negativa sobre sí mismos que los hombres que pensaban en los fracasos de sus novias.

Logros y fracasos

Los investigadores estadounidenses también intentaron dilucidar cómo una relación de pareja satisfactoria o insatisfactoria afecta la autoestima. En los experimentos, las mujeres reportaron sentirse mejor con sus relaciones cuando éstas pensaban en momentos en que sus novios consiguieron un logro o un éxito que cuando pensaban en uno de sus fracasos. Sin embargo, en el caso de los hombres no se observó esta diferencia, según escribieron los autores en su informe.

Dormir poco perjudica la apariencia física

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Un estudio publicado en la revista "Sleep" mostró que la falta de sueño puede tener efectos en la apariencia física, en especial en los rasgos de la cara. Según los autores, esto implica que un rostro cansado tiende a parecer menos agraciado para el resto que el rostro de una persona descansada. "Debido a que los rostros contienen mucha información en la que las personas basan su interacción con otros, el cansancio que muestra una persona puede afectar la forma en que el resto se comporta con ella", explicaron los científicos, pertenecientes a la U. de Estocolmo.